En mi medio reflexionamos sobre la vigencia de las políticas editoriales con las que históricamente se han regido los contenidos del papel, con aquellos que exponemos en la versión web. Puesto que estamos en el entendido que las dinámicas de trabajo, los retos y, quizás, algunos objetivos son distintos per se. R.- Las políticas editoriales de un medio no están determinadas por al tecnología sino por los propósitos del editor o los editores, que han decidido hacer una publicación.
Si la política editorial es la de dar a conocer el desarrollo de la economía para estimular ese aspecto de la vida del país, ese propósito no tiene por qué cambiar si se trata de un medio digital, o electrónico o manual. Los medios tecnológicos sólo influyen las decisiones de diseño, de mercadeo, de formatos u otros aspectos formales.
La política editorial tiene que ver con los contenidos, las decisiones sobre la forma obedecen a los criterios y son el resorte de otras personas.
La independencia de quienes tienen responsabilidades con la política editorial, respecto de quienes toman decisiones técnicas, es semejante aunque no tan exigente, como la que debe mantenerse respecto de la gerencia y de los asuntos económicos. Unas y otras, esas decisiones mantienen subordinación respecto de las políticas editoriales. Técnica y finanzas están al servicio de los objetivos periodísticos del medio. Se trata de medios que sirven a un fin, que es lo que precisa y define la política editorial.
Técnica y finanzas sirven a un fin; por tanto la tecnología se escoge en función de los objetivos del medio y, cuando es el caso, se cambia porque así lo requiere el cumplimiento de una política editorial; algo parecido ocurre con las finanzas, están subordinadas a la política editorial. No se hace un periódico para ganar dinero, sino que se gana dinero para hacer un buen periódico, que es la finalidad prioritaria de los medios.
Puede darse el caso de que el periódico, dedicado a la información general, destine su medio digital para difundir información tecnológica, y le de a su canal de televisión una orientación de entretenimiento y que asigne a su emisora de radio el tema deportivo exclusivamente. Todos hacen parte de una política editorial en que la tecnología mantiene su condición de un medio al servicio del fin editorial adoptado y expresado en su política.
Documentación
Todos los diarios, desde el diario nacional más cosmopolita hasta el pequeño semanario rural, son provincianos. Para sobrevivir un diario debe reflejar su público específico, generalmente sirviendo de espejo a un lugar específico. Debe compartir con sus lectores una sensibilidad y un conjunto de intereses, gustos y valores. A veces los intereses varían muchísimo, pero incluso entonces el periódico tendrá secciones a las cuales dará énfasis. El Chicago Tribune escribe más sobre el cultivo de granos que el Boston Globe y Los Angeles Times escribe más sobre la industria cinematográfica que cualquier otro diario metropolitano.
Las limitaciones de tiempo, dinero y volumen requieren que establezcan prioridades, a lo cual se llama edición en el periodismo. Incluso si el espacio disponible para imprimir las noticias fuera infinito, perfectamente posible con la banda ancha, seguiría existiendo la necesidad de hacer edición, simplemente para dar a los lectores una manera de calmar su curiosidad en un tiempo manejable,
La comunidad que atiende un periódico, no necesariamente se define en términos geográficos, tiene un mercado internacional, pero no va dirigido a todos los lectores. Toma como público principal a los viajeros de negocios, ( USA Today, por ejemplo,) los intereses compartidos definen la comunidad de un periódico, un conjunto de premisas compartidas ampliamente. Una de las premisas más importantes en la naturaleza de las reglas políticas dentro de las cuales opera.
Jack Fuller en Valores periodísticos. Sociedad Interamericana de Prensa, Miami 1996.pp 59, 60.
Consultorio Ético de la Fundación Gabo
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