Consultorio Ético de la Fundación Gabo
22 de Julio de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

El medio de comunicación donde trabajo se ha comprometido a apoyar la campaña “soy capaz” que busca promover el proceso de paz en Colombia. Pero como periodista no me siento cómodo promoviendo esta campaña porque siento que también brinda apoyo político al gobierno.

¿Deberíamos ser los periodistas neutrales cuando nos piden apoyar la causa de la paz? R.- Son dos las cuestiones implicadas en esta consulta:
1.- El respaldo a una campaña publicitaria.
2.- La neutralidad ante una campaña de paz.
En cuanto a lo primero, la información sobre la campaña publicitaria será un servicio para los receptores de las noticias si se evita la contaminación de lo publicitario. En efecto, aunque así pretendan hacerlo creer, las campañas publicitarias no lograrán hacer la paz porque esta, lejos de ser una respuesta política, o comercial o de partido, es una actitud personal que resulta de una visión sobre los hechos de violencia, en este caso, y sobre su repercusión en la vida personal y social. La publicidad puede cambiar hábitos de consumo, pero carece de la fuerza necesaria para cambiar actitudes políticas y menos aún, inducir el perdón y la reconciliación, fundamentos de la paz.
En segundo lugar, así como no se puede ser neutral ante valores como la verdad, la justicia, la tolerancia o el amor, tampoco cabe neutralidad frente a la paz que es la máxima aspiración de una sociedad, sobre todo cuando ha sido largamente castigada por la violencia. El de la paz es un derecho de los ciudadanos que no puede quedar subordinado a las preferencias partidistas de la población. El hambre, la guerra, la violencia no tienen partido. Tampoco debe tenerlo la paz que está por sobre cualquier asunto partidista. Es deber del periodista hacerlo entender así.
Documentación
La determinación de mantener la actitud de ser pacíficos llevará a los medios informativos y a los informadores a dar entrada en sus principios editoriales a convicciones de fondo que representan la garantía de la verdadera información para la paz. Se necesita entender que la violencia en cualquiera de sus manifestaciones, no sólo la violencia física sino también la moral no puede ser el camino de solución para los problemas personales a y sociales de los hombres. Por tanto se ha de desterrar del medio informativo la exaltación abierta y clara de la violencia, y también la exaltación indirecta y encubierta, con motivo de la descripción de la violencia existente en la vida cotidiana.
La información para la paz requiere por otra parte que los medios informativos no caigan en la trampa que se oculta en el principio fácil y cómodo de que el fin justifica los medios Cuando se adopta este principio tarde o temprano se llegaba a mantener en la teoría o en la práctica la idea de que la única esperanza para solucionar los problemas humanos es promover la lucha, los enfrentamientos, el odio y los resentimientos.
Estas reflexiones nos indican que no puede haber neutralidad. En algunos países a las noticias de violencia no se les da más relieve que a cualquiera de las que conturban lo social. en un tiempo determinado. Porque en el fondo lo que pretenden es golpear el sistema de gobierno, el de la justicia, el ejército, la policía, la iglesia, la familia . Tenemos los periodistas que pensar cuál es nuestra conducta. La responsabilidad es comunitaria, que nadie se sienta al margen de un reclamo social, que se nos formula cada día. Lo cardinal es escuchar la voz de la patria. Esta no nos convoca el odio, sino a la mutualidad y al empecinamiento en defender los altos ideales de la paz y la justicia..
Otto Morales Benítez en Papeles para la paz. El árbol que piensa, Bogotá, 1991. P.200, 201.

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