En las noticias judiciales el tratamiento a las mujeres asesinadas, ¿cómo debe ser? En el caso de las fotos, ¿las imágenes morbosas y los detalles macabros cómo se deben manejar éticamente? El periodista es el administrador del poder informativo de un medio de comunicación. Si esto se tiene en cuenta, el su ejercicio profesional el periodista medirá las consecuencias de la publicación de un titular, de una foto, de una infografía, o de un texto informativo.
En efecto, no hay comunicación sin efecto, y de hecho el efecto más inmediato es que lo publicado atraiga o no al lector y, por tanto, que el periódico sea leído o no.
Este, desde luego, no es el único ni el más importante efecto. Si el periodista va más allá de los efectos comerciales, encontrará que la publicación de su noticia puede informar solamente, o puede transmitir conocimiento; puede responder a una curiosidad morbosa, o puede mover el interés de las personas para buscarles solución a los problemas sociales, puede producir saturación e indiferencia, o puede conmover, provocar solidaridad o estimularla participación en la vida pública.
Es obvio que el buen periodismo es el que no se limita a entretener a los curiosos, sino el que crea las condiciones propicias para el desarrollo del potencial educativo que tiene toda noticia; por tanto, este es un periodismo que no cae en la vulgaridad de lo truculento y morboso sino que, pensando en el bien del receptor, escoge el género, los titulares, la edición de las fotografías y, si es el caso, los términos de la infografía que más convendrán al lector. Este periodista no ve al lector como un simple curioso, sino como el ciudadano que debe ser convocado por los hechos para ser una mejor persona y para contribuir a la formación de una mejor sociedad.
Documentación.
The Washington Post, como diario, respeta el buen gusto y la decencia, al tiempo que comprende que los conceptos de la sociedad respecto del buen gusto y la decencia cambian permanentemente. Una palabra que resulta injuriosa para una generación puede hacer parte del lenguaje habitual de la próxima. Pero debemos evitar la procacidad. Evitaremos publicar palabras soeces y obscenidades a menos que su utilización sea tan esencial para una crónica significativa que su sentido se pierda en ellas.
La frontera de la información aceptable sobre accidentes y desastres se sobrepasa cuando el sufrimiento de las víctimas y los sentimientos de sus familiares deja de ser respetado. Aquellos golpeados por la desgracia no deben convertirse en víctimas por segunda vez, debido a la cobertura sin tacto de los medios. ( Código Alemán)
Clarín no publicará fotos sangrientas o escandalosas de muertos, mutilados, suicidios, desnudos, etc. Sin embargo, podrán publicarse, previo acuerdo con los editores, cuando su valor social, histórico o político, justifique la excepción. No se admiten registros fotográficos de gestos equívocos (tics, muecas, posturas, etc.) que por su ambigüedad den lugar a interpretaciones falsas y distorsionadas de un acontecimiento. La ética profesional exige tratar con imparcialidad y respeto a las personas e instituciones. (Manual de Estilo, p 121)
Los periodistas con ética tratan a las fuentes, a los protagonistas de la noticia y a los colegas como seres humanos merecedores de respeto.
Los periodistas deben:
• Compadecerse de los que puedan ser afectados adversamente por la cobertura noticiosa.. Mostrar una especial sensibilidad al tratar con niños y con personas sin experiencia ante la prensa.
• Mostrar sensibilidad al solicitar o utilizar entrevistas y fotos de personas afectadas por la tragedia o la desgracia.
• Reconocer que buscar o reportar información puede causar daño o malestar. La búsqueda de la noticia no da permiso para la arrogancia.
• Proceder con buen gusto. Evitar ceder a la curiosidad sensacionalista.
• Ser cautos en cuanto a identificar a sospechosos menores de edad o a víctimas de delitos sexuales.
• Ser juiciosos en cuanto a nombrar a los sospechosos de delitos antes de la formulación oficial de cargos.
• Contrapesar el derecho de un sospechoso de un delito a un juicio justo con el derecho del público a estar informado. ( Del código de la sociedad de periodistas profesionales de Estados Unidos) Citados por Camilo Taufic en La autorregulación del Periodismo. Observatorio de Medios, Santiago de Chile, 2004.