Nuevas narrativas sobre drogas: 5 relatos ocultos de la coca para cambiar la mirada
10 de Febrero de 2021

Nuevas narrativas sobre drogas: 5 relatos ocultos de la coca para cambiar la mirada

Durante el segundo Encuentro de investigaciones y nuevas narrativas sobre drogas, David Restrepo, miembro del Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas (CESED) de la Universidad de los Andes, compartió algunos ejes para contar nuevas historias sobre la coca que vayan más allá de las narrativas tradicionales.
David Restrepo, investigador del Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas (CESED) . Foto: Archivo Fundación Gabo.
Alfonso Buitrafo

Cada vez existe menos consenso académico y político que reafirme la conveniencia de continuar la llamada “guerra contra las drogas”, tal y como la conocemos al día de hoy. Muchas voces expertas en contra y copiosa evidencia científica se abren camino en el propósito de demostrar el fracaso mundial de la política prohibicionista y de promover un cambio de enfoque, más realista, que considere formas de regulación de la producción y distribución de sustancias de uso ilícito y de reducción de daños en los consumidores. 

Plantear un desafío a los paradigmas establecidos para contar las drogas, y en particular el mundo de la cocaína y el narcotráfico, fue uno de los intereses principales del encuentro virtual con periodistas seleccionados a la segunda edición del Fondo para Investigaciones y Nuevas Narrativas sobre Drogas, convocado por la Fundación Gabo en alianza con la Open Society Foundations, llevado a cabo el pasado 3 de febrero de 2021. 

David Restrepo, miembro del Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas (CESED) de la Universidad de los Andes, y uno de los invitados al encuentro, sostuvo que “hay mucho conocimiento de la coca que no se comenta en los medios ni en la sociedad y es responsabilidad de los investigadores y periodistas tener una visión integral e informar la discusión”. 

En su charla habló de los relatos ocultos de la coca, desde tres ejes: la historia de la coca, la cadena de valor y la economía ilícita y las políticas de drogas actuales, que sirven para animar y discutir enfoques investigativos y narrativas periodísticas novedosas, para así enriquecer el debate público y propiciar perspectivas de reforma al prohibicionismo actual.

Cinco relatos ocultos de la cocaína

Historia milenaria

La importancia de la coca va mucho más allá del narcotráfico: ha sido parte de la historia y la cultura de la región Andina durante milenios. La estigmatización de la coca se remonta a la era colonial, pero se dispara con la agenda prohibicionista de Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XX. La prohibición ha causado dispersión y expansión del cultivo de coca y el narcotráfico de cocaína, en países como Colombia, Perú y Bolivia.

Los cocaleros no son narcotraficantes 

El narcotráfico es el mercado de drogas ilícitas más rentable del mundo. Sin embargo, los productores de hoja de coca, entre 250 y 300 mil campesinos de la región Andina, solo se reparten entre el 1 y el 2% del valor del mercado. Aunque sea el cultivo ilícito más rentable, la coca no enriquece al cultivador. El valor agregado se genera principalmente en la comercialización (70%), y una mínima parte en la producción agrícola (9%).

En Colombia, los cultivadores tienen poca tierra y la violencia es casi dos veces más alta en sus territorios, pero la presencia de cultivos de coca no explica por sí sola la variación de los homnicidios, relacionados con las disputas entre grupos armados. En su mayoría, los cocaleros cultivan la hoja por necesidad económica y reinvierten sus ingresos para conseguir algo de movilidad social.

A mayor castigo, peor resultado

Estudios comparados del desempeño de las políticas de drogas enfocadas en el cultivo y la producción, en Colombia, Perú y Bolivia, demuestran que a mayor coerción, menores logros. En Bolivia existe un mercado legal de hoja de coca, regulado con licencias estatales; en Perú también, con monopolio de una empresa del Estado; y en Colombia solo se reconoce el derecho al cultivo en territorios indígenas, con barreras.

Entre los tres países, Colombia tiene el grado de punitividad más alto y, al mismo tiempo, cuenta con la mayor extensión de cultivos, una mayor prevalencia de consumo de cocaína y mayores tasas de homicidios. Entre más se ataque al eslabón más débil de la cadena de valor del narcotráfico, mayores son los costos y las consecuencias.

La legalización no es un mito

Existen políticas no prohibicionistas de control de la producción de coca que se han implimentado en la región. En Perú hay más de 18 mil hectáreas permitidas para cultivos empadronados, que venden su producto a la Empresa Nacional de la Coca (ENACO); en Bolivia hay un espacio de legalidad y promoción de usos alternativos de coca, con 22 mil hectáreas permitidas. En ninguno de los dos países está permitida la erradicación con agentes químicos.

La mata no mata

La revisión de la bibliografía científica arroja muchas aplicaciones para la hoja de coca, especialmente medicinales. Se han comprado sus propiedades como estimulante leve, para la oxigenación y el mal de altura, la regulación de la glucosa (supresión del apetito), la digestión, la salud oral, la impotencia sexual y como anestésico local. Así mismo, tiene propiedad como suplemento nutricional, saborizante, fertilizante orgánico, control de insectos y alimento animal. 

Hay múltiples líneas de investigación y desarrollo que representan una oportunidad económica enorme para las comunidades, vinculadas con los mercados del cuidado respiratorio, los productos farmacéuticos para la diabetes, los suplementos para el sobrepeso, la reducción de ansiedad en adicciones y la disminución del consumo de sustancias estimulantes.

Seis lugares comunes sobre la coca

  • La coca no es cocaína. La hoja de coca contiene distintos alcaloides, entre ellos cocaína.
  • La cocaína ilegal es una sal. La coca contiene cocaína, pero no sales de cocaína. El polvo blanco que se comercializa y consume ilegalmente es una sal procesada que transforma química y farmacológicamente a la hoja de coca; también se conoce como clorhidrato de cocaína.
  • La coca tiene usos metafísicos y sociales. Es un canal de comunicación entre las personas con la naturaleza; fortalece los lazos de la comunidad, la disciplina personal y la vocación al trabajo.
  • La coca es un estimulante natural. Favorece el desempeño físico y suprime temporalmente el apetito.
  • La coca es medicinal. Alivia el soroche, la indigestión y los dolores; es antidepresivo y potenciador sexual.
  • La coca es nutritiva. Tiene un contenido sobresaliente de calcio, hierro, caroteno y vitaminas y proteína vegetal.

Sobre David Restrepo

Dirige el área de investigación Desarrollo Rural, Economías Ilícitas y Medioambiente en el Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas (CESED) en la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes.

Sobre el Encuentro de investigaciones y nuevas narrativas sobre drogas

El encuentro fue organizado por la Fundación Gabo y Open Society Foundations. Se realizó en el marco de la segunda edición del Fondo para investigaciones y nuevas narrativas sobre drogas, a través del cual las dos organizaciones entregaron becas a periodistas latinoamericanos para apoyar investigaciones y coberturas que amplíen la mirada desde la que se aproximan a temas de drogas. El taller tuvo la participación de los periodistas becarios.

 

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