Las historias de vida, las causas y las luchas de los líderes sociales se han vuelto un tema cada vez más presente en los medios tradicionales, alternativos y comunitarios de Colombia. Sin embargo, el periodismo todavía mantiene la deuda de investigar y contar la otra historia, una mucho más difícil, la de quienes los amenazan. Así lo cree Óscar Parra, director de Rutas del Conflicto, quien conduce el taller ‘Cobertura periodística sobre el liderazgo social’.
Una investigación para entender quién estigmatiza, amenaza y alimenta los mitos sobre el liderazgo social debe partir de preguntarse a quién podría incomodarle el trabajo de ese líder o lideresa.
Parra explica que en estos casos suele haber un interés económico de por medio que se ve afectado por el reclamo de esa persona. “Casi siempre en un conflicto de estos hay una empresa que quiere sacar un beneficio y casi siempre a costillas de un recurso público: plata, tierras, agua, etc. Y lo que hace el líder social no es solo pelear por la comunidad, está peleando por todos”.
Pero aclara que no basta con replicar el señalamiento que hace el líder sobre sus opositores, sino que es necesario un amplio trabajo investigativo para saber quién está del otro lado. Estas son algunas preguntas que pueden servir como punto de partida:
¿Cuál es el recurso en disputa?
- Puede ser la agroindustria. Esto ocurre con frecuencia cuando los líderes y lideresas se enfrentan a empresas de monocultivos como la palma, la teca o el eucalipto, ya sea por reclamar la propiedad de esa tierra o por denunciar su impacto en el medio ambiente.
- Puede ser la tierra. Por ejemplo, en los Llanos orientales han ampliado la frontera agrícola después de que las Farc firmaron el Acuerdo de Paz. Como respuesta, el Estado suele decir rápidamente que son las disidencias de las Farc sin hacer mayores indagaciones.
- Puede ser la infraestructura. Un ejemplo ampliamente conocido son los líderes amenazados por enfrentarse durante años a la construcción de Hidroituango. Parra también recordó el reconocimiento que hizo recientemente el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso sobre el asesinato del líder indígena Kimy Pernía en 2001 por oponerse a la represa de Urrá.
- Puede ser la minería o el petróleo. Muchos líderes suelen oponerse a la explotación minera o petrolera por parte de empresas que han sido investigadas por violaciones a los derechos humanos.
- Pueden ser los recursos públicos. Es frecuente que cuando un político o empresario intenta apropiarse de los recursos públicos termina enfrentándose a un líder social. Parra recordó el reciente homicidio del líder social Jorge Solano, en Ocaña, quien había denunciado los malos manejos de recursos del hospital local.
¿Quiénes son esos políticos o empresarios?
Los reportajes sobre líderes sociales suelen ahondar poco en quiénes son realmente sus opositores. Para hacerlo, Parra plantea algunas preguntas útiles en el caso de las empresas: ¿quiénes son los dueños?, ¿dónde están?, ¿tienen otras sedes?, ¿en esas otras sedes han tenido problemas con líderes?, ¿han sido denunciados por violaciones a derechos humanos?
Para explicarlo, Parra presentó el ejemplo de los líderes de la hacienda La Europa en Ovejas (Sucre), quienes defienden la propiedad de la tierra frente a una empresa llamada Arepas Don Juancho, de la que nadie sabe nada. “Es una empresa fantasma que tiene unas oficinas vacías en Medellín, nadie conoce a su dueño, solo se sabe que accedió a esa tierra haciéndole firmar a un notario la entrega un 31 de diciembre por la noche”.
¿Cuáles son las relaciones de esa empresa o político con el poder local?
Para apropiarse de las tierras, del agua o de los recursos públicos, estos poderosos necesitan aliarse con empleados o servidores públicos, ya sea mediante sobornos o con amenazas. Es clave averiguar con qué funcionarios tienen vínculos, quién les dio los permisos de cultivar o de explotar ahí y cómo es su relación con el Estado porque eso termina garantizando la impunidad.
En el caso de La Europa, las relaciones de Arepas don Juancho con el poder sí dieron algunas respuestas: “Encontramos que, por ejemplo, la empresa compartía el teléfono y dirección con una empresa de Otto Bula, excongresista preso por Odebrecht e involucrado en muchos casos en la costa por aprovecharse de las víctimas para comprar tierras baratas”.
Algunos consejos éticos
Sin duda, investigar e incluso interpelar a los causantes de las amenazas a los líderes sociales puede convertirse en un riesgo para ellos. Por eso, el maestro del taller dio algunas recomendaciones para intentar protegerlos en medio de este trabajo.
- Explicarle al líder o lideresa la dimensión del alcance que podría tener la historia y sus posibles consecuencias.
- Mostrarle el contenido antes de publicarlo para garantizar que la persona se sienta tranquila.
- Hacerle seguimiento a su situación en los días siguientes a la publicación. “Tenemos la obligación ética de mostrarles el trabajo y no podemos desaparecer. No se trata de ser amigos de nuestras fuentes pero sí de estar pendientes”.
- Omitir alguna información que pueda exponerlos más, como datos sobre su familia o el lugar donde viven actualmente luego de desplazarse.
- Dejarles las expectativas claras “y que sepan que nosotros no tenemos la responsabilidad sobre su seguridad pero sí podemos visibilizar su situación” para llamar la atención de quienes deben protegerlos.
- Pensar dos veces antes de replicar los señalamientos que ellos hacen asegurando quiénes son sus victimarios, pues eso puede aumentar su riesgo.
- Tener en cuenta los impactos del medio donde se publica la investigación. El hecho de que la historia aparezca en los medios locales o del entorno cercano a los líderes tiene unas implicaciones más altas para ellos.
Sobre el taller 'Cobertura periodística sobre liderazgo social'
Es convocado por la Fundación Gabo y la Fundación Avina y dirigido por Óscar Parra Castellanos, del 27 de octubre al 12 de noviembre de 2020, para 24 periodistas y comunicadores colombianos.