No repetir y citar los puntos de vista opuestos, sino confrontarlos y complejizarlos le daría un aporte mayor al periodismo de soluciones.
¿Qué pasaría si los periodistas no simplemente repitieran como loros los puntos de vista opuestos, sino que cubrieran temas controvertidos de manera diferente, en función de cómo se comportan los humanos cuando están polarizados y sospechan? En la Red de Periodismo de Soluciones hicieron esta pregunta por primera vez hace dos años, cuando encargaron una investigación y publicaron un ensayo de gran alcance de la periodista Amanda Ripley titulado Complicando las narrativas.
Profundizando en esta pregunta, descubrieron que los periodistas pueden aprender mucho de aquellos que navegan por las complejidades del conflicto de forma regular y recurrente.
A partir de ahí, desarrollaron técnicas de capacitación y entrevistas ampliando esta investigación. Nuestro objetivo era ayudar a los periodistas a comprender mejor "cómo hacer que las personas se abran a nuevas ideas, en lugar de cerrarse con juicios e indignación".
La respuesta de los periodistas con los que han trabajado ha sido entusiasta, hasta el punto en que se dieron cuenta de que podría ser útil resumir los elementos principales de este enfoque y compartirlos de manera más amplia, para que cualquiera los use al navegar por un conflicto.
A medida que se avanza por el camino hacia una polarización cada vez mayor, puede resultar emocionalmente agotador y frustrante interactuar con personas que tienen puntos de vista opuestos, especialmente cuando esos puntos de vista perpetúan el daño, los prejuicios y la desinformación.
Las personas pueden tener dificultades para escuchar cuando no se sienten escuchadas, por lo que es importante que se hagan preguntas que descubran las motivaciones porque “la forma de contrarrestar el tipo de prejuicio tribal que estamos viendo es exponer a las personas a la otra tribu o información nueva de formas que puedan aceptar. Cuando el conflicto es un cliché, la complejidad es una noticia de última hora".
Aquí hay cinco preguntas para ayudar a desentrañar las motivaciones de las personas con el fin de fomentar la discusión constructiva y la escucha activa.
- ¿Por qué es esto personalmente importante para ti?
- Puedo decir que esto es importante para ti. ¿Qué experiencias de vida han dado forma a tus puntos de vista? (O) Por curiosidad, ¿qué experiencias de vida han forjado tus puntos de vista?
- Para aquellos que no están de acuerdo contigo, ¿qué te gustaría que entendieran sobre ti?
- ¿Qué quieres entender acerca de aquellos con quienes no estás de acuerdo?
- Imagínate por un momento que obtuviste lo que querías con respecto a este tema. ¿Cómo cambiaría tu vida?
Y aquí hay dos historias que demuestran una discusión constructiva y una escucha activa en la práctica:
Un pianista de blues aborda los prejuicios de frente al abordar las causas fundamentales sistémicas del odio. “Los racistas están tan acostumbrados a ser combativos, especialmente con alguien a quien se oponen, como yo”, dice. “No esperan que los escuche. ... Esperarían que yo peleara, pero yo digo: Cuéntame más".
La colaboración comunitaria en Ohio permite a las personas salir de su zona de confort para examinar temas como la raza y la historia revisionista y la maternidad. “Utilizando los principios del periodismo de soluciones, estas conversaciones facilitadas cierran las brechas que existen entre razas, edades y grupos socioeconómicos. Al complicar las narrativas individuales, se logra una mejor comunicación y terminamos más juntos en lugar de más separados".
Sobre el proyecto de periodismo de soluciones en América Latina
La Fundación Gabo y la Red de Periodismo de Soluciones (SJN, por sus siglas en inglés) trabajan en alianza en un proyecto que busca formar e incentivar a los periodistas de América Latina a la aplicación del periodismo de soluciones, enfoque que busca investigar y narrar historias que aborden las respuestas que dan o podrían dar los ciudadanos e instituciones a problemas sociales en la región.
El proyecto, apoyado por la Fundación Tinker, contempla la difusión y apropiación de herramientas y guías, así como la realización de actividades de formación como talleres, seminarios virtuales y el desarrollo de espacios aprendizaje en las redacciones de algunos medios de comunicación de la región interesados experimentar con esta modalidad.