El miércoles ocurrió un trágico accidente de tránsito en Lima, Perú, que se convirtió en trending topic debido a que uno de los protagonistas era un excongresista.
El auto en el que viajaba chocó con un bus de transporte público. La imagen del exparlamentario tendido sobre el jardin en estado de shock circuló en redes sociales y algunos medios la difundieron. No pocos usuarios pidieron respeto y se preguntaron si esa imagen era pertinente. Claro que no lo era.
Se trate o no de un personaje público, los medios deben respetar a las víctimas y a sus familiares. No debemos esperar que las audiencias nos recuerden que debemos ser éticos en nuestra labor, los periodistas debemos ser respetuosos de la preocupación y el dolor que embarga a las familias que son parte de una tragedia.
Los accidentes de tránsito son, lamentablemente, muy cotidianos en nuestros países, y a veces en la cobertura perdemos la sensibilidad o caemos en la rutina de publicar sin el mayor cuidado. No importa la magnitud del accidente. Basta que estemos cubriendo historias de personas para que el tratamiento periodístico responda a patrones éticos.
Los lectores-la audiencia nos dan clases de ética a diario como muestran estas imágenes:
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