Ya es habitual para los usuarios de redes sociales ver a diario titulares del estilo “Un gramo de esta especia mejorará tu memoria en solo 6 horas”, “Estas 5 enfermedades son eliminadas con jengibre” o “La ciencia revela cuál es la edad para casarse”.
Se trata de un fenómeno que en inglés se denomina ‘click-baiting’ y sucede cuando un medio de comunicación publica contenido en las redes sociales con titulares en los cuales se oculta parte vital de la información, para obligar al lector a hacer clic e ir a sus páginas web con la finalidad de ampliar la información.
El motivo por el que esta práctica se ha vuelto cada vez más común radica en la presión por aumentar las visitas y páginas vistas de las páginas web, con el fin de generar así más impresiones que consuman la publicidad servida en banners que suelen rodear los artículos por todos los lugares posibles.
Conscientes de esta estrategia para generar clics a costa de la curiosidad de los navegantes de internet, algunos lectores han comenzado a darse a la tarea de denunciar esta mala práctica publicando como comentario en redes sociales la información clave que es ocultada en los titulares.
Una de las primeras cuentas creadas para combatir los titulares mentirosos fue @SavedYouAClick, creada por Jake Beckman, la cual cuenta en la actualidad con más de 200.000 seguidores y fue galardonada con un Premio Shorty.
En América Latina existen casos similares como @TrinoComoLaFM en Colombia o el más representativo de ellos, el chileno @ElAntiClicks cuya biografía lo dice todo: “¡Porque usamos Twitter para obtener información directa. ¡BASTA DE TITULARES MISTERIOSOS!”.
Aunque prefiere mantener el anonimato, el creador de la cuenta le confesó al portal Puro Periodismo que no es periodista ni trabaja en medios de comunicación. Pero al ver la molestia que causaba en los lectores esta forma de ocultar información para generar clics, quiso hacer algo.
“Siempre he creído que la gracia de Twitter es comunicar en 140 caracteres o menos y resulta muy molesto ver cuentas que te envían a terceros sitios para completar una sencilla información”, dijo @ElAntiClicks en la entrevista.
Por qué está mal
Si esta práctica se ha vuelto tan habitual es porque funciona para aumentar el tráfico de una página web. Pero lo importante no es si funciona o no. La pregunta correcta es: ¿es correcto hacerlo?… La respuesta es no.
El año pasado Facebook anunció que comenzaría a tomar medidas en contra de los medios de comunicación que abusaran de esta forma misteriosa de titular, pues en realidad molesta a los usuarios de esta red social.
Poco antes de realizar el cambio de algoritmo que redujo significativamente el alcance de las publicaciones de marcas y medios de comunicación a finales de 2014, Facebook hizo un anuncio que pasó desapercibido para muchos: empezaría a castigar también a quienes publicaran titulares engañosos o misteriosos.
“Le preguntamos a nuestros usuarios en una encuesta qué tipo de contenido preferían ver en su línea de noticias. El 80% respondió que prefería titulares que los ayudaran a decidir si querían leer el artículo completo antes de hacer clic”, afirmó Facebook en el comunicado.
En el Consultorio Ético de la FNPI, el maestro Javier Darío Restrepo ha respondido numerosas preguntas sobre el arte de titular, de las cuales se desprenden reflexiones válidas para esta mala práctica que analizamos hoy.
“El valor ético que se activa al titular es el del compromiso con la verdad”, afirma Restrepo en respuesta a una periodista mexicana en la que añade en los titulares ha de prevalecer “la persuasión de que ‘esto es lo que sucedió’, que implica la certeza de quien estuvo allí o de quien avala testimonios fiables y confirmados”.
Sobre el tema, el manual de estilo el diario La Nación de Argentina recalca que “un buen titular debe expresar el contenido del texto a que corresponde y atraer la atención del lector hacia el tema informando sintéticamente sobre el material que encabeza, sin exagerar el énfasis con que la parte noticiosa está concebida”.
Adicionalmente, el manual de estilo del diario El Colombiano asegura que “los titulares deben ser concretos, inequívocos y sin sensacionalismo. Deben corresponder fielmente al texto de la información y no deben establecer conclusiones que no aparezcan en éste. A su vez, deben ser creíbles, atractivos muy informativos y di es del caso, imaginativos”.
El debate de fondo aquí es cuál es la misión del periodismo: ¿servir a los intereses de los anunciantes hambrientos de clics, o a los lectores que demandan información oportuna? Los titulares misteriosos engañan al lector, se burlan de él y lo utilizan para cumplir con las metas comerciales del medio de comunicación. Por el contrario, los titulares completos, inteligentes y profesionalmente escritos, informan al lector, lo divierten y, si es pertinente, lo invitan a hacer clic para saber más.
“Todas las normas del buen periodismo que lo asimilan a lo sencillo, lo claro, lo útil y lo oportuno, obedecen a esa naturaleza original de lo periodístico que es servicio para todos y un servicio enriquecedor para la inteligencia de todos”, afirma Javier Darío Restrepo en otra respuesta sobre titulares a una periodista de Argentina. “A través de la historia del periodismo, ha sido una preocupación dominante de los mejores de la profesión, encontrar las mejores técnicas para hacer comunicable la información de lo que sucede para el mayor número. El desarrollo de la tecnología de la comunicación se inspira en ese propósito, y el perfeccionamiento de las prácticas de la escritura, va en la misma dirección: escribir para ser entendido sin necesidad de intérpretes”, concluye.