El pasado 10 de marzo se llevó a cabo en Londres el conversatorio titulado “Postverdad y hechos alternativos”, el cual contó con la participación de numerosos académicos y periodistas del mundo entero, quienes evaluaron la importancia del periodismo en la actualidad.
Entre los conferencistas más destacados se encontraban Sewell Chan, corresponsal en Londres para The New York Times; Susan Goldberg, editora en jefe de National Geographic; y Griff Witte, director de la oficina de The Washington Post en la capital británica.
De las intervenciones de estos tres periodistas, el portal Journalism.co.uk extrajo tres pasos que las organizaciones de noticias deberían llevar a cabo para combatir el problema de las noticias falsas, los cuales destacamos a continuación.
1. Mejorar su relación con las audiencias para ayudarles a identificar la información falsa
“Tenemos que hacer un mejor trabajo al ayudar a los consumidores de noticias a entender lo que es información real y lo que no lo es,” dijo Susan Goldberg, al recordar el suceso conocido como ‘Pizzagate‘, donde se acusó a Hillary Clinton de pertenecer a una red de tráfico sexual de menores que funcionaba en una pizzería de Washington, lo cual fue tomado como cierto por algunos lectores.
Para ella, es necesario compartir esas habilidades de pensamiento crítico que se utilizan en la sala de redacción con los consumidores de noticias, de tal forma que puedan distinguir qué es real y aquello que no lo es.
2. Promover la curiosidad de los lectores, al variar la manera en que se presentan los hechos
Goldberg se refirió a un estudio de 2014 del investigador Dan Kahan de la Facultad de Derecho en la Universidad de Yale, donde se demostró que lo que muchas personas creen que sobre el cambio climático se basa en suposiciones, por lo cual los editores deben ser conscientes de que las opiniones de las personas son parte de su identidad.
Para ella, tenemos que encontrar la manera de contar historias que pueden atraer a los lectores, y no contradecir directamente la forma en que piensan. Por ejemplo, el tipo de historias con que National Geographic habla del cambio climático, mostrando la manera en que está afectando a los animales en las Islas Galápagos.
“Se trata de averiguar diferentes formas de contar historias para hacerlas más apetecibles y comprensibles para los consumidores”, explicó Goldberg, a lo que Chan añadió “debido a la erosión de la confianza en los expertos, los editores tienen que pensar de otra manera a la hora de contar historias”.
3. Ser una organización de noticias imparcial
“Tenemos que asegurarnos de que lo que informamos es exacto y que no sacrificamos nuestra independencia al tomar partido”, dijo Griff Witte, añadiendo que “lo que debemos hacer es informar honestamente, con exactitud y veracidad. Nuestro trabajo es entender cómo los demás ven el mundo, así no estemos de acuerdo con ellos”.
De acuerdo al periodista del Washington Post, es especialmente importante que no nos dejemos caracterizar como oponentes de un político, partido o gobierno determinado. Para él, eso es lo que los creadores de noticias falsas quisieran, que los periodistas desacrediten su independencia al mostrarse poco objetivos y partidarios.
Goldberg estuvo de acuerdo, señalando que ella no permite que ningún miembro del equipo editorial de National Geographic se involucre en debates políticos, ya que esto afectaría la forma en que la gente percibe al medio para el cual trabaja.