Para los votantes estadounidenses, el acceso a la salud fue su principal motivo para salir a las urnas.
Tras tiroteo en Texas, Donald Trump desvía el debate sobre el control de armas apuntando a la salud mental.
Toda primicia periodística suele dar prestigio a quien la obtiene, pero trabajar historias basadas en filtraciones nos enfrenta a algunos de los dilemas más delicados en nuestra profesión.
Los tuits de Trump son una nota inevitable, pero detrás de ellos hay historias que exigen periodistas capaces de contarlas.
El candidato y su abogado pidieron a NYT que se retractaran del artículo y amenazaron con demandar al medio en caso de no hacerlo.
La premisa de los artículos estaba “mal”.
Los directores de periódicos que recibieron los primeros voluminosos paquetes de cables obtenidos por Assange para Wikileaks, fueron cuidadosos: les aplicaron a esos cables las mismas normas que cualquier periodista debe observar en su manejo de las fuentes.
En medio de un fuerte debate está la revista Rolling Stone, debido a que su portada de agosto destaca la historia de Dzhokhar Tsarnaev, acusado de los atentados de la maratón de Boston.
Ante la decisión, Cox ha optado por dar declaraciones a varios medios de comunicación, manifestando su preocupación por las consecuencias que la condena pueda tener en procesos jurídicos contra otros blogueros norteamericanos.
La National Public Radio de los Estados Unidos ha publicado esta semana un Libro Ético de Bolsillo que contiene los principios profesionales a regir sobre todos los periodistas que trabajan en la organización.