Ginna Morelo, ganadora del Premio Gabo 2018 en la categoría Cobertura, y profesora de ética periodística en la Universidad Javeriana, reflexiona sobre los aprendizajes que le dejó la experiencia de haber dictado su clase de manera virtual durante este atípico año 2020.
La creadora de Clases de Periodismo conoce los hallazgos de una serie de encuestas para responder a lo que viven hoy, en la era digital, las redacciones de la región.
Dictado por Aidan P. White, director de Ethical Journalism Network en la plataforma Journalism Now de la Fundación Thomson.
Las redacciones piensan cada vez más en digital y nuevos perfiles profesionales comienzan a instalarse. ¿Qué profesionales necesitan las organizaciones de noticias? ¿Qué habilidades deben tener los periodistas para adaptarse a la era digital? ¿Cómo está cambiando el organigrama de las salas de prensa?
La tragedia en Francia puso a prueba nuevamente los retos de manejar un tsunami de información en medio de la urgencia en tiempo real.
Entre lo ‘políticamente correcto’, el respeto a la línea editorial del medio en el que trabajas y el momento en que aceptas las reglas que impone la organización, muchos colegas adoptan la autocensura como práctica rutinaria.
Una redacción ‘moderna’ quiere un drone y pasa por encima de ‘otros gastos’.
A menudo me preguntan qué problemas encuentro en las redacciones de los diarios de América Latina. No es bueno generalizar, así que esta lista tiene mucho de subjetiva con base en mi experiencia en la región.
El 2014 fue el año de las listas. BuzzFeed impuso el formato, aunque está claro que no han sido los únicos. Nuevos medios con propuestas innovadoras como Vox que le apuestan al periodismo serio han optado por esta fórmula.
Deberíamos pensar a la academia si además de periodistas con rigor y buena prosa estamos formando profesionales que puedan insertarse en el mercado laboral.
Cada redacción es un mundo y mi receta no promete magia, así que espero que lo tomen como una breve guía sin más pretensiones que ayudar en esta tarea.
Los memes se han convertido en una manera rápida, divertida e impactante de compartir información; cada día más periodistas y medios se dan cuenta de su poder para llamar la atención de los lectores.
La agregaduría de contenidos no es una mala práctica si se hace con responsabilidad, ética y respeto a la audiencia.
El artículo escrito por Ángela Vásquez Olvier resalta los casos como el de Sari Horwitz, ganadora del Premio Pulitzer y redactora del Washigton Post.