Por: Chava Gourarie en Columbia Journalism Review (CJR)
En un artículo de primera plana el mes pasado, The New York Times convirtió a Hillary Clinton en protagonista de una investigación penal. En cuestión de horas, las partes clave de la historia comenzaron a desmoronarse. Resultó que Clinton no era el tema, y la investigación no era de naturaleza penal.
Matt Purdy, un editor que trabajó en la historia, le atribuyó el error a las fuentes anónimas de los reporteros. “Cometimos el error porque nuestras fuentes se equivocaron”, dijo Margaret Sullivan, defensora del lector del diario.
La historia original fue publicada en la página web del periódico un jueves por la noche y aterrizó en la primera página del viernes. Ese día, el Departamento de Justicia emitió un comunicado que ponía en duda el reportaje del Times. El sábado, la palabra “criminal” fue eliminada del título y lead, y el domingo, dos correcciones fueron publicadas en la edición impresa.
Lo que molestó a los lectores no fue que la información del Times, hubiera sido incorrecta, sino que el medio fue demasiado lento al rectificar. El primer cambio sustancial a la historia-que Clinton no era el objeto de las investigaciones realizadas- se ajustó dos horas después de que se publicó por primera vez a la Web, pero solo fue visible el viernes por la tarde, más de 12 horas después.
Sullivan no estaba impresionada. “Cuando se cometen errores, inevitablemente, The Times tiene que ser mucho más transparente con los lectores sobre lo que está pasando”, escribió. “Sólo la revisar la historia, y añadir correcciones más tarde, no es suficiente.”
Una anatomía exacta de cómo se transformó la historia se puede encontrar en NewsDiffs, un sitio que realiza un seguimiento de los cambios realizados en cada artículo en los sitios Web de El New York Times, el Washington Post y otros sitios de noticias. Cada nueva versión de una historia se puede comparar con la versión anterior: adiciones se resaltan en verde, las eliminaciones en rosa. Es simple, visualmente claro, y en el caso de Clinton, dramático para conocer la evolución de una historia.
Cuando Steve Rhodes, un reportero radicado en Chicago, vio la versión de la historia en NewsDiffs, quedó impresionado, dijo. “Fue una reescritura tan dramática que pensé, -Los lectores deben ver esto-.”
Rhodes le twitteó a Sullivan, “La solución: con cada iteración, hagan que los cambios sean visibles para el lector. En otras palabras, sean su propio @NewsDiffs.”
Una breve exploración en el sitio de NewsDiffs demuestra que los medios de noticias están haciendo rutinariamente cambios después de que publican una historia, y no sólo correcciones gramaticales o de ortografía. La mayoría son bastante inocuos: estructura de una oración, párrafos que se mueven hacia arriba o abajo, declaraciones que se añaden, otras citas se quitan, los titulares se editan para que tengan mejores resultados en redes sociales. Pero la posibilidad de ver los cambios más importantes con sólo pulsar unas teclas plantea preocupaciones sobre la transparencia.
Sin embargo, los medios digitales que ofrecen esta mutabilidad de la información, también pueden suministrar un antídoto.¿Y si los medios de noticias registraran los cambios en sus contenidos y los pusieran a disposición del público en sus sitios web, como Rhodes sugirió?
Cuando Arthur Brisbane fue defensor del lector en The Times desde 2010 hasta 2012, expresó su apoyo para tener un sistema de control de versiones como NewsDiffs, que según él proporcionaría un registro documental y promovería la transparencia y la rendición de cuentas. “Usted podría añadir a una explicación, una nota del editor, para mayor claridad, y para permitir una mirada forense en lo que pasó”, dijo a Columbia Journalism Review (CJR).
Brisbane explicó que es necesario hacer que el proceso de creación de una noticia sea más transparente hoy, cuando es posible hacer un número ilimitado de ediciones en los contenidos. “No es que hacer cambios en las palabras publicadas esté mal en sí”, dice Brisbane añadiendo que “cuando los cambios plantean preguntas, estas deben ser respondidas”. El experimentado periodista le dijo a CJR que le recomendaría a publicaciones como The Times adoptar un proceso más selectivo que NewsDiffs, ya que el volumen de seguimiento de cada cambio podría llegar a ser bastante engorroso.
Orígenes del diffing
Hacer versiones (también llamado “diffing”) es una práctica común en el mundo de la programación de computadoras. Se permite a los programadores para volver a versiones anteriores de su trabajo, ver los cambios realizados por los colaboradores, o entender la lógica de su propio código. Muchos otros servicios -como digitales Google Docs, Wikipedia, y GitHub, un popular sitio de intercambio de códigos, ofrecen estas funcionalidades de diffing. Algunos no-programadores utilizan GitHub para escribir debido a las ventajas de la función de “diffs”.
NewsDiffs fue creado por un equipo de tres personas en una hackathon de 36 horas organizada por Knight, Mozilla y el MIT en 2012. Uno de sus creadores, Eric Price, entonces un estudiante graduado en el MIT, trabaja unas cuantas horas para mantener el sitio cada pocos meses, pero por lo demás, todo funciona de forma automática, alimentando la plataforma con una sencilla secuencia de comandos de código abierto disponible en GitHub, y alojados en servidores de estudiantes del MIT.
Ahora que trabaja como profesor asistente en el Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Texas, Price afirma que los casos más graves que ha visto se presentan cuando los medios de noticias reescriben una historia completa en la misma URL. En el período previo a las elecciones presidenciales de 2012, el Times, publicó un artículo crítico sobre la respuesta de Mitt Romney durante los ataques de Bengasi. Dos horas más tarde, con noticias de Bengasi aún en desarrollo, el Times, reemplazó el artículo con una nueva, más contundente versión sobre el mismo tema.
Ya es posible
Scott Rosenberg, un co-fundador de Salon.com y desde hace mucho tiempo el periodista de tecnología, es otro defensor de un sistema de control de versiones para los medios de noticias. En 2010, creó un plugin de WordPress para ese fin. Permite a los lectores a ver las iteraciones de una historia, utilizando el sistema de control de versiones integrado de WordPress, mostrando una marca de tiempo cada vez que una historia se ha actualizado.
Rosenberg dice que existen sitios de terceros como NewsDiffs porque los periodistas tienen algo que ocultar. “En este momento, es un juego del gato y el ratón”, dice Rosenberg. Cuando un medio de comunicación hace un cambio sin emitir una corrección, “uno sospecha que los periodistas están ocultando algo, y los lectores deberían poder enterarse.”
Price comparte este sentimiento, “En este momento los artículos tienen un tono ‘te pillé’. Quienes escriben acerca de un cambio en el New York Times lo hacen con una actitud de haberlos atrapado en el error”.
Como periodistas, defendemos que la transparencia es una forma de garantizar una mayor rendición de cuentas. ¿Por qué no aplicarlo a nosotros mismos?
Nadie está sugiriendo que el diffing reemplazará al sistema de correcciones ya existentes. Cualquier modificación de fondo que requiera una rectificación continuará requiriéndola. Porque con diffing, no es fácil saber si un cambio fue la adición de una coma, la eliminación de un párrafo entero, o de una sola (pero crítica palabra) como “criminal”.
A Price le gustaría cambiar esto. Él quiere que sea más fácil encontrar cambios significativos entre los miles que se están realizando en cada momento. También le gustaría hacer que NewsDiffs fuera más útil para los lectores, tal vez mediante la adición de una extensión a los navegadores que permita a los usuarios visualizar los cambios resaltados durante la lectura de historias en la página web del Times, por ejemplo.
En el raro caso de un problema legal o ético-por ejemplo que la persona equivocada sea citada erróneamente como sospechosa de un crimen en un artículo- los medios tendrían la oportunidad de eliminar el registro. Pero Price dice que en los tres años de existencia NewsDiffs, él nunca ha enfrentado una situación en la que se le pida eliminar uno de sus registros.
Hay que hacerlo
En última instancia, hay dos razones por las cuales los medios online deberían considerar la posibilidad de hacer diffing en sus contenidos. La primera es que sería una señal de que apoyan la filosofía digital sobre la transparencia. La segunda es que los periodistas, después de todo, son humanos. La tentación de remendar una historia es fuerte, sobre todo si solo ha estado publicada por unas pocas horas, como la historia sobre Hillary Clinton lo demuestra.
Price dice que eso es algo que ha visto en NewsDiffs. “Usted puede encontrar ejemplos en los que” –los medios online- “hicieron una corrección en los hechos de una historia que ha estado publicada por poco tiempo, por lo que entonces no se molestaron en rectificar.”
Si al menos unos cuantos medios comenzaran a hacer diffing, sería un buen primer paso para estar listos de cara al escrutinio continuo (y a veces retroactivo) de los lectores. Si los medios no lo quieren hacer, entonces tal vez deberían tener en cuenta que el proceso periodístico debería hacerse antes de que sea las historias sean publicadas en la web, no después.
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Traducción por Hernán Restrepo (@hrestrepo)