La frase plasmada en una de las presentaciones de Tais Gadea Lara lo decía todo: informar sobre una Conferencia de las Partes, como la desarrollada en Cali este octubre de 2024, implica un enorme reto periodístico que necesariamente debe empezar mucho antes de la fecha a partir de la cual está convocada.
Porque, como bien lo explicó esta maestra argentina que tuvo a cargo el taller ‘Conectando agendas globales y locales: Estrategias para la cobertura en la COP16’, una primera e importante clave para asumir con éxito el cubrimiento de una COP, ya sea climática o de biodiversidad, es la preparación. Y en este caso el aprendizaje comienza por conocer el Marco Global de la Biodiversidad, que es la hoja de ruta creada para proteger la naturaleza y enfrentar las causas de su deterioro.
“No se trata de tener un PhD en COP de Biodiversidad, pero sí de tener una base de conocimiento sobre el funcionamiento del proceso multilateral y las particularidades del tema”, precisó al hacer énfasis en la importancia de leer el mencionado documento, a fin de tener claridad sobre lo que se debe esperar de la Conferencia y lo que no.
El propósito, comentó la experta, es “comprender para poder comunicar” y traducir –o mejor, poder explicar– el lenguaje técnico y el trasfondo de lo discutido en las plenarias de la Conferencia, de manera que “las distintas audiencias comprendan por qué lo que decidan los gobiernos las va a afectar en su vida diaria”.
Aquí es necesario precisar que Tais Gadea no es partidaria de rehuir los tecnicismos per se, sino de que el periodista primero se esfuerce por entender bien un término o un proceso, para luego hacerlo digerible, cercano, posible para la ciudadanía.
Incluso, comentó una discusión puntual para resaltar la importancia de utilizar los términos precisos al momento de informar: refiriéndose a las comunidades originarias, que suelen ser las más perjudicadas por el daño a la biodiversidad, dijo que en uno de sus apartes el Marco Global habla de “comunidades locales”. En la COP16, explicó Gadea, se ha intentado cambiar esa redacción por comunidades afrodescendientes lo cual no ha sido aceptado por los negociadores de África, posiblemente por temor a las implicaciones que, en términos de entrega de recursos, pueda tener el cambio de esa sola palabra.
Ahora bien, partiendo de la base de que la agenda de cada COP suele ser muy amplia, la maestra recomendó centrarse en uno o dos temas como máximo, debido a que la cantidad de información que circula en cada edición de la Conferencia puede ser verdaderamente abrumadora. Esto puede llevar al periodista a la confusión y, por ende, a que no pueda cubrir el evento con la profundidad y claridad que se requieren. “Perderse en la agenda es el riesgo”, precisó.
Por ello sugirió que, a partir de los dos temas seleccionados, se haga una agenda previa, que además debe ser revisada cada noche, al terminar la jornada, a fin de no perder de vista los asuntos prioritarios de la cumbre.
Y sobre ese punto Gadea también planteó que una estrategia adecuada para al final poder tener elementos para definir si una COP fue exitosa o no es, desde el comienzo, preguntar a los representantes de los distintos países cuáles son las expectativas que se tienen frente a la Conferencia.
De acuerdo con su experiencia de diez años cubriendo COP, especialmente climáticas, dijo que hay que diferenciar que mientras las cumbres iniciales de biodiversidad se centraron en el qué, la COP16 es la primera que se ocupa del cómo, lo que le otorga ciertas particularidades que deben ser tenidas en cuenta.
En el caso de la cumbre realizada en Cali, la maestra fue clara al mencionar que el tema central es la financiación, por lo que sugirió que se debería “rastrear”, incluso desde antes de que comenzaran las plenarias, todo lo referente a ese punto de la agenda: información previa que indique cómo llegan a la cumbre los países en términos de entrega de recursos destinados a mitigar los efectos del calentamiento global, por ejemplo. Y recomendó recurrir a documentos como los reportes que publica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde, sobre los dineros que se destinan a fondos climáticos, así como a expertos que puedan dar un panorama completo sobre ese aspecto en particular.
Gadea señaló que, aunque es frustrante para los periodistas no poder asistir a las plenarias donde los países deliberan, negocian y deciden temas cruciales –como en la COP16, sobre el financiamiento de los objetivos del Marco Global– es importante no limitarse solo a las conferencias de prensa al inicio o al final de cada sesión. En su lugar, recomendó estar en el espacio donde circula información clave: los pasillos.
“Tomarse un café en el momento indicado, te puede permitir entablar una conversación con un experto o incluso con un vocero de algún país que, si bien te no dará ninguna declaración oficial, sí podría contar off the record cómo van las negociaciones”, comentó, agregando que esa información puede resultar muy valiosa para comprender si se ha podido o no avanzar en las plenarias de deliberación.
De hecho, la experta sostuvo que no contar con ‘la ayuda del pasillo’ es uno de los obstáculos que implica cubrir una COP desde la distancia, cuando por alguna circunstancia no se pueda viajar a la sede de la Conferencia. Como alternativa, sugirió que esa es buena oportunidad para recurrir al trabajo colaborativo, bien sea con colegas o con expertos que se dediquen a hacerle seguimiento a estas cumbres organizadas por la ONU.
La maestra insistió en que el cubrimiento periodístico central de una COP debe enfocarse en el contenido mismo de la cumbre; es decir, en los temas que forman parte de la agenda oficial, en lugar de en declaraciones o eventos secundarios. “En una COP ocurren muchas cosas y se aprovecha por algunos políticos para hacer declaraciones que no son parte de los temas contemplados en las negociaciones”, alertó. Y añadió: “No se dejen llevar por el show alrededor de las COP”, pues con frecuencia “la mayoría de la cobertura se enfoca en todo lo accesorio y complementario que ocurre en las conferencias, no en el verdadero corazón del tema”.
Gadea Lara también hizo un llamado a los periodistas que se dedican a cubrir las COP para que aprovechen sus redes sociales para generar interés sobre los temas medioambientales. De hecho, contó que ella suele recurrir a esa estrategia cuando está por iniciar una nueva cumbre. “La imagen de un perrito siempre se vuelve viral”, anotó jocosamente.
Se declaró fan de los abecé y del esquema de preguntas y respuestas para presentar algunos de sus trabajos periodísticos, porque los considera una forma amigable de ‘aterrizar’ temas de la agenda de la cumbre que pueden resultar densos para las audiencias, al tiempo que aseguró que “no se trata de hacer 20 artículos sobre la COP o de pretender abarcarlo todo en una sola entrega, sino de mostrar las conexiones entre lo que se negocia puerta adentro y la realidad que se vive afuera”.
Pero, en todo caso, llamó a que reporteros y editores deben ir a las COP a “cubrirlas, no a promocionarlas”, dejando en claro que la misión de los comunicadores no es la de mostrarse a favor o en contra de la posición de uno u otro país, sino la de informar las distintas posturas que estos tengan frente a un tema en particular. “Esto tiene que ver con ser críticos con lo que dicen todos los países, no solo el propio. Hablen con negociadores de distintos países, contrarios al propio”, enfatizó la maestra.
Pero yendo más allá, hubo otra importante recomendación de Tais Gadea y es que el cubrimiento de las negociaciones no se puede agotar tras las dos semanas que dura la COP. A lo largo de su experiencia ha aprendido que esas conferencias son una puerta abierta al periodismo de investigación, en el sentido de que aquel es un tema que se debe manejar de manera continua hasta la siguiente COP, y que una excelente manera de abordarlo es a través del trabajo colaborativo con colegas de otros países.
Precisamente, al hablar de que, como en la COP16, cuando el tema principal es el financiamiento, se hace prioritario vigilar la trazabilidad y la transparencia de los recursos que son destinados a la protección de la biodiversidad por parte de los países donantes, la experta no dudó en afirmar: “En el tema de seguir el dinero, hay una fiesta por hacer”, antes de hacer otra valiosa recomendación: “Es necesario aprender a identificar los juegos políticos alrededor de la preservación de la biodiversidad, porque hay intereses particulares que no se pueden negar”.