La Escuela de Periodismo de Londres (London School of Journalism, LSJ) existe desde 1919. Desde entonces se dedica a formar de manera práctica a quienes aspiran a ejercer el mejor oficio del mundo. Durante la pandemia, se ha reinventado, ofreciendo ahora cursos a distancia.
Al revisar los recursos que la LSJ ofrece, encontramos un interesante artículo donde describen 10 errores típicos de los jóvenes periodistas que suelen sacar de casillas a sus editores cuando tienen una primera asignación en la redacción. Los hemos traducido al español, pues pueden ser de gran utilidad para nuestros lectores, sin importar si son avezados periodistas, estudiantes sin experiencia o reporteros recién graduados.
1) No malinterprete los hechos
La precisión es clave en el periodismo. Sí, todo el mundo comete errores por descuido. Y los periodistas siempre corren contrarreloj, por lo que es muy fácil cometer un desliz. Pero nunca le crea a nadie que le diga que los detalles no importan. Sí importan. Un error de ortografía en un correo electrónico de presentación podría costarle un trabajo. Si un error se publica, puede destruir su relación con sus lectores e incluso causarle problemas legales.
Los lectores no le perdonarán si se equivoca con el nombre de su estrella de cine favorita o si escribe incorrectamente el nombre de una ciudad o de un río. Para ellos, puede que esto no solo demuestre su incompetencia, sino que tal vez no le importe hacer las cosas bien, despreciándolos así a ellos y a los demás lectores.
Por lo tanto, revise todo dos veces, especialmente cuando esté presentando una idea o buscando un trabajo. Todos los editores han recibido cartas de aspirantes a miembros de la redacción, que afirman ser los verificadores de hechos más meticulosos, pero sus mensajes están llenos de los errores más básicos.
2) Nunca incumpla las fechas de entrega
El día en que alguien espera recibir su artículo para imprimir, pero no llega, es el día en que un editor dice que nunca volverá a trabajar con usted. Ni para nadie más, si pueden evitarlo. No decepcione a la gente al no cumplir con lo que ha prometido.
3) No olvide a sus lectores
No puede escribir una oración hasta que conozca bien a su audiencia: ¿qué edad tiene, cuánto saben sobre el tema? ¿Qué tan informal puede ser? ¿Cuánto tiempo, qué tan divertido, qué tan personal? Juzgar mal o ignorar a su lector condenará su artículo desde el principio.
4) No menosprecie lo básico
En su entusiasmo por plasmar sus pensamientos en papel, es fácil pasar por alto las reglas de puntuación y gramática, especialmente en un correo electrónico. Pero ese correo electrónico puede ser la ÚNICA oportunidad que tenga de vender su idea a un editor... y los editores no se complacen con las personas que no pueden entender bien los fundamentos.
No tiene sentido pulir cuidadosamente su artículo para su publicación, si en la nota de presentación envía señales que indican que no se puede confiar en usted. Así que observe esos tiempos verbales y plurales, pronombres y apóstrofes. No es simplemente un correo electrónico, es un escaparate que vende sus productos como escritor.
5) No se tome las noticias personalmente
Los reportajes tienen que ver con la objetividad: nadie quiere saber su opinión, así que salga y entreviste a personas reales y escriba lo que dicen y piensan en lugar de tratar de poner todos sus propios pensamientos e ideas en el artículo.
6) No olvide las declaraciones
Las citas de personas reales añaden vitalidad, credibilidad y autoridad a cualquier historia. Recuerde que no está escribiendo una entrada de Wikipedia, así que asegúrese de incluir las voces de otras personas. Ayudarán a dar vida al tema y a su reportaje.
7) Nunca intente sonar demasiado listo
Las palabras largas, las ideas complejas y la redacción pretenciosa son enemigos de la comunicación clara y sencilla. Use un lenguaje que todos entiendan fácilmente: piense en Orwell o Hemingway en lugar de retórica ornamental o líricas de fantasía floridas.
8) No se extienda demasiado
Si está entusiasmado con un tema, es difícil dejar de añadir detalles cada vez más prolíficos al respecto, pero si solo le han dado 500 palabras para la pieza, si envía algo dos o tres veces más extenso, complicará todo el proceso de edición y será más probable que alguien elimine información importante de su reportaje o lo convierta en un galimatías.
9) Deshágase de los clichés
Los periodistas odian el lenguaje especializado que usan los empresarios, científicos o médicos, pero suelen ser poco conscientes de las palabras trilladas que usan en sus propios artículos.
Evite errores comunes como el recurrente mal uso de la palabra "literalmente". Un jugador de fútbol veloz no es "literalmente un galgo", como tampoco los noruegos "nacieron literalmente con esquís".
10) No plagiarás
Los periodistas corren contra el reloj habitualmente en su trabajo, y es tentador buscar fuentes de inspiración rápidas y fáciles, pero eso nunca debería significar el robo de las ideas, textos y citas de otras personas. Aparte de los peligros de infringir la ley de derechos de autor a través de su plagio, ser descubierto como un "tramposo" destruirá la fe de la gente en usted y posiblemente pondrá fin a su carrera como periodista.