A primera vista, las noticias falsas no representan una amenaza para la libertad de prensa en el mundo. De hecho, para algunos representan una oportunidad para el periodismo. Dada la amplia difusión que la información falsa está teniendo a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería, se hace más importante que nunca la labor de medios de comunicación serios que señalen a quien miente.
Pero como bien lo ha señalado el New York Times, las noticias falsas también se han convertido en una excusa frecuente de los políticos. Su nuevo caballito de batalla es “todo lo que se diga en mi contra, son noticias falsas”.
Esta situación plantea una amenaza para la prensa libre. Pues bajo esta excusa, es posible que líderes políticos señalen a medios que publican historias que no les convienen de ser desinformadores y fuente de rumor. Ya ha sucedido en países como Venezuela o Rusia, donde los gobernantes han bloqueado señales de canales de televisión o acusado de mentirosos en sus sitios web oficiales a portales de noticias que les incomodan.
¿Son las noticias falsas una amenaza a la libertad de prensa? ¿O representan las noticias falsas más bien una oportunidad para el periodismo? ¿Cómo reaccionar cuando un político acusa a un medio serio de ser fuente de noticias falsas? ¿La tecnología que tanto nos ayuda a conectarnos puede terminar limitando nuestra libertad de expresión? ¿Se puede considerar a la posverdad como enemiga de la libertad de prensa?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de la cuenta @etica participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Momento de Twitter.
La posverdad, ¿amenaza a la libertad de prensa?
La Red Ética Segura es posible gracias a la alianza entre la FNPI, Grupo Bancolombia y Grupo SURA, la cual propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio periodístico.