Producida y protagonizada por el galardonado actor Kevin Spacey, se estrenó este mes House Of Cards, una serie original de la compañía Netflix que aborda el crucial y a veces discutible papel de la prensa en medio de las intrigas políticas de Washington. Durante los 13 capítulos de esta primera temporada de la serie, la columna vertebral de la historia se teje alrededor de la complicada relación entre el veterano congresista Francis Underwood (Kevin Spacey) y la ambiciosa periodista del Zoe Barnes (Kate Mara) que busca desesperadamente una forma de ganarse el respeto en la redacción del Washington Herald.
Desilusionado porque el presidente electo de los Estados Unidos no lo nombra como Secretario de Estado a pesar de que su apoyo fue fundamental para ganar los comicios, Underwood acepta la propuesta de Barnes cuando al visitarlo en su casa le propone publicar toda la información que él anónimamente pueda proveerle. El acuerdo secreto se materializa a los pocos días, cuando luego de una reunión clandestina en la Galería Nacional de Arte, Underwood le entrega a la joven periodista el borrador de la reforma educativa que será el proyecto bandera del nuevo gobierno. La primicia es publicada por el Washington Herald al día siguiente de la posesión del presidente. "Hay una relación permanente entre política y periodismo en todas partes, algunos se aprovechan de esa relación... hay muchas formas de responder esa pregunta, y con la mayoría de ellas puedo salir mordido en el trasero", le dijo Spacey al diario bogotano El Tiempo en una entrevista concedida a propósito del estreno de la serie.
Lo que dicen los críticos
Los críticos de cine y televisión norteamericanos no han dejado pasar desapercibida esta forma en que House of Cards expone la oscura relación entre la prensa y el poder político de la capital estadounidense. En el Hollywood Reporter se han publicado ya dos reseñas sobre el tema.
En una de ellas, titulada 'House of Cards' Stars Explore the Future (and Death) of Journalism [Protagonistas de House of Cards exploran el futuro (y la muerte) del periodismo], el autor cita las declaraciones de una de las actrices de la serie que también interpreta a una periodista, Constance Zimmer, quien afirmó en el estreno “el periodismo se está desvaneciendo. Es triste. Los periódicos están cerrando. Estamos filmando en el edificio del Baltimore Sun, y la mitad de sus oficinas han sido cerradas. Es deprimente”.
En el otro artículo del Hollywood Reporter también escrito por Jordan Zakarin, varios editores de medios son entrevistados para conocer su opinión respecto a la controvertida serie. Jack Mirkinson, editor del Huffington Post afirma que le parece “chistoso” el retrato del periodismo actual que se hace en House of Cards, porque se basa en los estereotipos de los “viejos medios demasiado pasivos y los nuevos medios extremadamente casuales”.
A su turno Beau Willimon, guionista principal de la serie se defiende declarando que “no estamos contando una historia sobre el periodismo ético y noble. Sino una historia sobre la ambición juvenil. (Zoe) no es alguien que quiera ser un buen periodista. Es más bien una buena escaladora. Ese es el tema de principal de nuestro show, el poder. Ella quiere tener acceso e influencia, no necesariamente contar la verdad”.
No todas las críticas han sido tan benévolas. Alyssa Rosenberg, de la revista Slate, lamentó en un reciente artículo que House Of Cards retrate a todas las periodistas que cubren la fuente política como si fueran prostitutas, dado que Zoe más adelante en la serie termina intercambiando favores sexuales con Underwood por información de primera plana.
La segunda temporada de la serie fue anunciada para estrenarse el 14 de febrero de 2014.
¿Presenta House Of Cards una visión realista o sesgada sobre el periodismo?... Le dejamos esa discusión a nuestros lectores que pueden ver gratis el primer capítulo de la serie aquí.