Los lectores de la revista Luces del Siglo en la turística ciudad mexicana de Cancún, se encontraron en los kioscos dos versiones de la edición número 438 esta semana.
“Es un atentado contra la libertad de expresión. Quienes nos quieren callar ahora se empeñan en seguir atentando contra nuestra casa editorial, violando la ley de imprenta y los derechos de autor. Esto no puede ser posible en nuestro país”, dijo a Radio MVS la directora de la revista, Norma Madero Jiménez.
Un grupo de hombres uniformados con camisas de la casa editorial se dio a la tarea de ir a las tiendas de todo el estado de Quintana Roo y reemplazar la revista original por la versión apócrifa en el día de su salida al mercado. Al darse cuenta de lo sucedido, los trabajadores de Luces del Siglo se vieron obligados a hacer el mismo recorrido volviendo a ubicar su publicación en el lugar que le corresponde.
La revista original ofrecía una entrevista exclusiva con el empresario de origen argentino Raúl Martins, investigado por supuestamente haber montado una red de prostitución en el distrito turístico.
Por otra parte, la revista clonada trae un reportaje sobre el Gregorio Sánchez, precandidato del PRD (partido de oposición en el estado), a quien califican de “teólogo del crimen y apóstol del fraude”.
“Con el fin de que no caigan en un engaño… rechazamos categóricamente la información difundida en esas páginas, pues además constituye varios delitos, como la suplantación de identidad, faltas contra derechos de autor, entre otros”, reza un comunicado emitido por Luces del Siglo y reproducido por el portal NotiSureste.
Los hechos acontecen apenas dos semanas después de que la cuenta de Twitter del portal NotiCaribe, también de la ciudad de Cancún, fuera clonada para publicar mensajes que desprestigiaban al medio de comunicación.
La revista Luces del Siglo se ha visto involucrada en polémicas durante los últimos meses debido a reportajes en los que acusa de corrupción a dirigentes del PRI, partido de gobierno en el estado de Quintana Roo.
Para debatir:
¿Conoce usted casos similares donde un medio de comunicación haya sido suplantado para dañar su buen nombre?