Marty Baron, director de The Washington Post, diario que fue adquirido la semana pasada por Jeff Bezos, fundador de Amazon, concedió una entrevista a RCN La Radio donde reflexionó sobre los efectos que el cambio de modelo en la propiedad de los medios tendrá en el ejercicio periodístico.
“La mayoría de los lectores quieren que los periódicos mantengan su independencia editorial y periodística. Espero que los nuevos dueños entiendan bien los intereses de los lectores”, dijo Baron manifestando su preocupación por los verdaderos intereses que algunos multimillonarios tienen al adquirir diarios con el fin de ganar influencia en la opinión pública.
El veterano periodista, quien afirmó que en 10 años probablemente no haya ningún periódico impreso, afirmó que “el nuevo propietario (del Washington Post) ha dicho en una carta a los empleados, que él va a respetar la independencia del periódico. Creo que él sabe que el eje de la marca es la independencia editorial y la integridad periodística del periódico”.
Baron, director del Post desde enero de este año, se reunirá por primera vez cara a cara con Bezos en septiembre y dijo estar esperanzado, pues Jeff Bezos es un hombre de nuevas y buenas ideas. “Vamos a ver lo que son sus ideas para nuestro periódico”, comentó en un perfecto español.
El director del tercer diario de mayor circulación en Estados Unidos, será conferencista de la Maestría en Periodismo de la Universidad del Rosario y Publicaciones Semana el martes 13 de agosto. En su palmarés periodístico cuenta con siete premios Pulitzer, y fue quien lideró en 2004 las investigaciones del Boston Globe sobre el entonces candidato presidencial John Kerry, las cuales fueron recopiladas en el libro John F. Kerry: La biografía completa de los reporteros del Boston Globe que lo conocen mejor.
Marty fue además el primero en reconstruir las historias de vida de las víctimas de los atentados contra las torres gemelas, los que viajaban en los aviones y los que trabajaban en las oficinas del World Trade Center. Su trabajo más reciente fue descubrir que la CIA conocía y había seguido desde un año antes a uno de los terroristas que explotaron una bomba en la maratón de Boston, sin hacer nada para detenerlos. Además, lideró las investigaciones que destaparon el escándalo de pederastia de los obispos católicos en Boston.