Mucho se ha hablado sobre la forma en que la combinación entre smartphones y redes sociales ha permitido el surgimiento del denominado ‘periodismo ciudadano’. Esto es, personas que por estar en el lugar de la noticia tienen ahora la posibilidad de publicar imágenes, videos o descripciones sobre los hechos de los cuales son testigos, convirtiéndose así en valiosas fuentes de información para la prensa.
¿Pero qué sucede cuando el que reporta en vivo a través de su teléfono inteligente es un periodista profesional? ¿Qué lo diferencia de un ciudadano común? Lo sucedido en Niza y Munich los pasados 14 y 22 de julio respectivamente, donde decenas de personas murieron en ataques terroristas plantea nuevos dilemas éticos. Equipado solamente con su iPhone, el periodista alemán Richard Gutjahr cubrió en vivo ambos ataques utilizando servicios de streaming en vivo a través de redes sociales como Twitter y Skype.
Gutjahr se encontraba de vacaciones en Francia y planeaba contar la historia de su viaje en la celebración del Día de la Bastilla a través de Snapchat, cuando percibió desde la terraza de su hotel que algo estaba mal. La gente gritaba y corría en todas direcciones. Salió a la calle y empezó a transmitir. Sus fotografías y videos publicados por redes sociales fueron reproducidos por medios de comunicación del mundo entero.
“Decidí no usar Snapchat, YouTube, Facebook Live o Periscope porque tenía la sensación de que no sería sabio hacerlo dadas las circunstancias, donde cualquier cosa podría pasar. Estaba asombrado por lo que estaba presenciando y no estaba en la capacidad de decidir qué mostrar y qué no mostrar”, dijo Gutjahr en declaraciones dadas a Journalism.co.uk
¿Hizo bien Gutjahr al no transmitir en vivo a través de medios tan abiertos como Periscope o Facebook Live? ¿Qué precauciones debe tener el periodista que cubre un ataque terrorista a través de sus rede sociales? ¿Es mejor no usar servicios de streaming de video en vivo, por temor a mostrar imágenes escabrosas? ¿Está bien que medios de comunicación ‘se cuelguen’ a transmisiones en vivo que hacen ciudadanos por redes sociales? ¿Qué sería mejor no mostrar cuando transmitimos en vivo desde el lugar de los hechos con nuestros smartphones? ¿De qué manera puede evitar el periodista retratarse como el protagonista o héroe cuando hace este tipo de transmisiones? ¿Cómo preservar la seguridad cuando somos los únicos que pueden transmitir en vivo desde el lugar de un ataque?
Para responder a estas y otras preguntas que planteamos a propósito del caso de Gutjahr, los seguidores de la cuenta @EticaSegura participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Storify.
La Red Ética Segura hace parte de la alianza Ética Segura, de la FNPI y el Grupo SURA, que propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio.