La pregunta llega con frecuencia al Consultorio Ético de la FNPI, formulada de distintas maneras. Hace tres años, un comerciante de Bogotá comparaba el sigilo profesional de los periodistas con el secreto de confesión de los sacerdotes.
“Aún en el caso de la fuente que el periodista no identifica, se le han de presentar al lector las razones por las que la fuente se cita como autoridad”, aconsejaba el maestro Javier Darío Restrepo entonces.
Más recientemente, una periodista uruguaya nos preguntaba respecto al caso de un periodista que reveló el caso de un funcionario que vendía licencias de conducción irregulares. Las autoridades lo desmienten y le piden que dé el nombre del funcionario. ¿Debería darles el nombre? ¿Habría que defender la publicación de esa información?, preguntaba Macarena Saavedra desde Montevideo.
Al respecto, el maestro Javier Darío Restrepo ha reiterado que lo normal es que el periodista identifique sus fuentes; mientras que lo anormal y excepcional es que mantenga en secreto sus identidades.
Pero hay excepciones. Por eso es frecuente el temor de las fuentes de que sus informaciones traigan represalias contra su vida, contra la vida de sus familiares, o contra su estabilidad laboral. “La condición de testigo siempre ha sido peligrosa. Proteger las fuentes es proteger la libertad para informar”, advierte Restrepo.
¿Hay casos en los que el periodista pueda romper el secreto profesional? ¿En qué casos sería válido hacerlo? ¿Qué hacer cuando mi fuente es un criminal y las autoridades me piden revelar su nombre y paradero? ¿Cómo reaccionar cuando es un juez quien pide al medio de comunicación revelar la identidad de la fuente? ¿Qué condiciones debería establecer el periodista para brindarle anonimato a sus fuentes?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de la cuenta @Etica participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Momento de Twitter.
Cuándo romper el secreto profesional
La Red Ética es posible gracias a la alianza entre la FNPI, Grupo Bancolombia y Grupo SURA, la cual propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio periodístico.