¿Por qué The Times publicó una foto de inmigrantes ahogados? (Así comienza una columna de opinión publicada por el NYT para defender su posición de poner en la portada de su diario -el más relevante del planeta- la imagen de Óscar Martínez y su hija Valeria, postrados boca abajo sobre en una solitaria orilla del río Grande, muertos.
La foto publicada por Associated Press se viralizó muy pronto. La pareja de salvadoreños, padre e hija, se convirtió en un viral que desató la furia y la compasión. Los medios recogieron el interés que las redes sociales le dieron a la tragedia y la convirtieron en noticia. Como ocurre hoy, algunos buscando el clic fácil y despiadado, otros apuntando a la política migratoria de Trump. Pocos, muy pocos, reflexionaron si esta foto simbólica debía distribuirse como una noticia más.
Y era (y sigue siendo) una pregunta correcta. Y una discusión aún más justificada.
"Entiendo que la fotografía intenta transmitir de alguna manera un mensaje, tal vez transmitir dolor y trauma, hacer que sintamos vergüenza y tristeza y, por lo tanto, encender el cambio. Pero de alguna manera también me parece una fotografía totalmente humillante (irrespetuosa), también", se lee a algunos comentarios en el NYT. Porque esa foto dando vuelta por las plataformas sociales, finalmente no discrimina con quién se va a encontrar. Llegará tanto a quien le parezca adecuado verla, como a quien le moleste.
Los cuerpos de Óscar y Valeria fueron expuestos sin consentimiento de sus familias -gente pobre que no tiene ni una capacidad de detener algo así- y en algunos casos, sin ningún tipo de contexto. Y, no olvidemos, que en la foto hay una niña. Figura que representa un cuidado aún mayor para los medios. Que un infante figure públicamente en las noticias, requiere haber pasado muchos procedimientos editoriales y legales. Pero Óscar y Valeria estaban ahí, en el feed de noticias de casi todo el mundo.
La cara de la tragedia
Sin embargo, los medios no pueden esconder su misión cuando la tragedia se hace simbólica. Sólo el año pasado murieron 183 personas cruzando la frontera entre México y EE.UU. Todos ellos fueron sólo una cifra que decoró un párrafo como éste en unos pocos medios. Pero no hubo historias ni rostros en ésta tragedia.
Los cuerpos de Óscar y Valeria, ahora son cara de la tragedia que se vive en la frontera de EE.UU. y fue centro en el primer debate presidencial de los Demócratas. Hay 18 mil personas esperando que EE.UU. les dé una solución en la frontera.
“Qué crucial es la foto para contar la historia; el impacto probable en los seres queridos, los sobrevivientes y la comunidad afectada; y si nuestro juicio sería el mismo sin importar quiénes fueron las víctimas o dónde ocurrieron los hechos”, es uno de comentarios que apareció en el debate que organizó el NYT.
En 2015, la foto de Aylan Kurdi, el niño sirio que apareció ahogado en la costa griega, no sólo puso en la agenda la crisis migratoria, sino la tragedia siria. La imagen, que también se hizo viral, resultó en un aumento de 100 veces en las donaciones a organizaciones benéficas que ayudaban a los refugiados asiáticos.
¿Es posible hoy para un medio restarse cuando algo explota en la redes sociales e indigna al mundo? Es posible, cuando esa noticia no tiene una carga simbólica o política y no es trasciende el entusiasmo cada vez más polarizado de las audiencias sociales. Pero de lo contrario, no parece ser una buena decisión.
Sin embargo, los medios tienen instrumentos hoy para distribuir este impacto y dañar lo menos posible la memoria de los muertos. "Una cosa es presentar fotos gráficas en la pantalla de inicio o en un artículo. Otra muy distinta es presentar una imagen gráfica en tweets y publicaciones de Facebook que pueden aparecer en las fuentes de noticias de personas que no buscaron deliberadamente las noticias y el juicio editorial de nuestro medio", dijo Cynthia Collins, editora de plataformas del NYT.
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