Con fecha de inauguración este 5 de agosto, los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro están a la vuelta de la esquina. Antes de empezar a decidir qué periodistas se enviarán a cubrirlos, o cómo se distribuirán las disciplinas deportivas en las redacciones, vale la pena hacer una pausa y reflexionar respecto a cómo los medios de comunicación informamos durante los anteriores olimpiadas.
Es por este motivo que cae como anillo al dedo la publicación de la tesis doctoral del profesor Xavier Ramon Vegas titulada Sports journalism ethics and quality of information. The coverage of the London 2012 Olympics in the British, American and Spanish press (Ética en el periodismo deportivo y calidad de la información. El cubrimiento de los Olímpicos de Londres 2012 en la prensa británica, americana y española), con el cual obtuvo el título de PhD en el Departamento de Comunicación de la Universitat Pompeu Fabra en Barcelona.
La tesis que acaba de ser sustentada, y fue dirigida por el Dr. Salvador Alsius, analiza los contenidos publicados en las secciones deportivas de dos diarios británicos (The Guardian y The Telegraph), dos estadounidenses (The New York Times y The Washington Post) y dos españoles (El País y La Vanguardia). Para hacerlo, fueron analizadas 6.552 piezas informativas, y se realizaron 41 entrevistas a académicos, periodistas y miembros del Comité Olímpico Internacional.
“La tesis expone grandes disparidades en la agenda temática (algunos deportes apenas ocuparon el 1% del espacio), difuminación constante entre noticias y comentarios, presencia de clichés y elementos sensacionalistas, así como de estereotipos ligados al género, la raza o la discapacidad o uso extendido de lenguaje militar-belicista que exalta los valores más destructivos de la práctica deportiva”, pone de relieve el profesor José Luis Rojas Torrijos en su reseña sobre la tesis de Ramón Vega.
Extraemos del documento de sustentación algunos de los hallazgos de la tesis del profesor Xavier Ramón Vega, que con seguridad serán de utilidad para los periodistas que busquen hacer un mejor trabajo en los Olímpicos de Río que están por empezar:
– Los Juegos Olímpicos son una oportunidad para destacar valores humanos como el respeto por la dignidad humana, la justicia, la multiculturalidad, la equidad, la no discriminación y la paz.
– Sin embargo, el periodismo deportivo cae con frecuencia en la exageración, la falta de distinción entre información y opinión, la difusión de rumores, la falta de rigor, el sensacionalismo, la incitación a la violencia y las discriminaciones por raza y género.
– La prensa deportiva minimiza las disciplinas menos prominentes. Siete deportes no lograron conseguir el 1% del cubrimiento total. Esto sucede a pesar de que las plataformas multimedia de la actualidad permitirían un cubrimiento más amplio, evitando jerarquizar las disciplinas de acuerdo a su popularidad.
– El lenguaje utilizado por los periodistas deportivos termina utilizando con frecuencia expresiones de los fanáticos, para magnificar el desempeño de los competidores. “Gloriosamente completado”, “Magnífica dominación”, “Patriotas que trabajan duro”, “Desempeño épico”, son algunos de ejemplos.
– Por otro lado, cuando llegan las derrotas, las expresiones utilizadas son igualmente inapropiadas y destructivas. “Miserable”, “desastroso desempeño”, “terrible caída”, “frustrante inconsistencia”, “rematadamente mal”, son algunos de los términos que se deberían evitar.
– El lenguaje bélico sigue estando presente en la prensa deportiva. Expresiones como “asesino”, “arma letal”, “cañonazo”, “venganza”, “aniquilación”, “tropas”, “monumental batalla”, además de haberse convertido en clichés, guardan una connotación violenta que no es acorde al espíritu de los Olímpicos.
– Los Juegos Olímpicos representan una magnífica oportunidad para contar historias humanas que van más allá de lo deportivo. Varios de los diarios analizados publicaron valiosas crónicas que mostraban rostros desconocidos de la ciudad de Londres, aprovechando las justas para visibilizar problemas sociales o simplemente retratar historias de vida memorables.
– Diarios como el Washington Post dieron ejemplo de transparencia al admitir sus errores cometidos durante el cubrimiento de los Olímpicos de Londres, ampliando el espacio de cartas de los lectores. En la mayoría de ocasiones se trataba de pequeños errores en marcadores de partidos, banderas que no correspondían a su país o nombres de atletas mal escritos. Pero cuando se trató de errores mayores, también le dieron visibilidad a lo sucedido, lo admitieron y rectificaron.
– A pesar de que en Londres la mayoría de medios fueron cuidadosos con la equidad de género en sus piezas informativas, algunos cayeron en el error de inmiscuirse en las vidas privadas de algunas atletas, resaltando aspectos como si eran o no casadas, o empleando expresiones morbosas sobre sus atributos físicos.
– La discriminación también está presente cuando los atletas tienen algún tipo de discapacidad física. A atletas como ImDong-Hyun, Oscar Pistorius, y Natalia Partyka fueron descritos con apodos (Blade Runner) o adjetivos (ciego, manco) que no son los apropiados para referirse a un deportista con alguna limitación en su cuerpo.
Así las cosas, el profesor Ramón Vega concluye con un cuadro que muestra las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas aprendidas a partir del cubrimiento realizado por la prensa en los Olímpicos de Londres 2012:
FORTALEZAS
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DEBILIDADES
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OPORTUNIDADES
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AMENAZAS
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