Desde Brasil y Ecuador, dos ejemplos de comunidades organizadas para encarar el covid

3 de Julio de 2020

Desde Brasil y Ecuador, dos ejemplos de comunidades organizadas para encarar el covid

En un proyecto colaborativo, Soledad Domínguez y Pablo Campaña lograron acercar realidades en estos dos países, en la urbe y en la ruralidad, en uno de los trabajos ganadores de la Beca de Periodismo de Soluciones - Edición Especial 2020.

La comunidad de Río Verde, en Ecuador, y las favelas del Complexo do Alemão, de Brasil, se ha organizado para evitar la propagación del virus, en medio de la falta de presencia estatal.
Andrea Jiménez Jiménez

 

Hacer trabajos colaborativos implica un grado de dificultad que no siempre se está dispuesto a asumir en las coberturas periodísticas. Además de eso, a nivel Latinoamérica, debe sumarse otro factor a superar: integrar a Brasil en la narrativa de las realidades de la región, articularlo de verdad con las coyunturas de otros países del continente. Y, en estos momentos de pandemia, tampoco puede desconocerse otra circunstancia: el distanciamiento físico que bien podría entorpecer, en alguna medida, labores de reportería robustas que soporten un trabajo colaborativo, transnacional, relevante.

A todo eso se enfrentaron y todo eso superaron Soledad Domínguez y Pablo Campaña, ganadores de la Beca de Periodismo de Soluciones - Edición Especial, quienes trazaron situaciones derivadas del actual panorama mundial en Brasil y Ecuador, respectivamente, y así mismo, las soluciones de dos comunidades, en la urbe y en la ruralidad, en un gran especial de la Revista Late.

Desde dos países diferentes nos contaron a qué se enfrentó cada uno, cómo concibieron y descubrieron estas historias, y aquellas que pronto esperan contar.

¿Cómo nace este trabajo colaborativo desde dos países para revista Late? ¿Cómo lo concibieron desde el principio?

Soledad Domínguez: Al abrirse la convocatoria de la Beca de Periodismo de Soluciones, el editor de la Revista Late nos puso en contacto para explorar la posibilidad de contar una historia transnacional. Siempre fue un desafío vincular a Brasil a otros países de la región, explorar las aristas comunes que refuercen la identidad de Brasil como país latinoamericano contando historias conectadas. Pocas son las experiencias periodísticas de intentar enlazarlo a la realidad de países de la región.

En un inicio nos dimos cuenta que ambos países se caracterizaban por haber sido golpeados fuertemente por la pandemia y que sus gobiernos hicieron erráticos manejos de la crisis. A ese nivel no hay ninguna ‘solución' que narrar. Luego, empezamos de lo macro a lo micro.

Pablo: Luego reconocimos que ambos estábamos observando en cada país, Ecuador y Brasil, experiencias comunitarias para enfrentar el coronavirus. En el caso de Soledad, por la experiencia periodística en favelas de Río de Janeiro, desde donde reporta historias. Desde marzo, ya acompañaba las iniciativas de líderes comunitarios en Río de Janeiro y Sao Paulo, que colocaron todo su ingenio al servicio de la respuesta rápida mediante formas autogestionadas que ya existían, y que ahora tomaban una gran visibilidad mediática que se contraponía a la actitud gubernamental displicente para enfrentar la pandemia.  En el caso de Pablo, en una comunidad rural, las personas respondían a la crisis controlando la circulación de personas en su territorio con una enorme capacidad de organización.  En una y otro, buscaban estrategias similares para protegerse del virus y disminuir el riesgo de contagios con los mismos principios de solidaridad y de trascender el individualismo por un bien común.  De tal forma que se conectaron dos espacios inicialmente distintos.

¿Cómo llegaron particularmente a cada historia? 

Pablo: Al ver los criterios de la Beca de Periodismo de Soluciones, evalué qué historias era plausible investigar. A nivel de políticas públicas consideré la del manejo de basura hospitalaria durante la pandemia del Municipio de Quito. Pero esa historia no ofrecía la posibilidad de crear un relato paralelo con Brasil. Por otra parte, estaba pasando el confinamiento con mi esposa y mi hijo en Río Verde, un sitio apartado en el que ya había advertido la organización de los vecinos que controlaban el ingreso a la comunidad. Habían montado una garita para tomar la temperatura de las personas, impedir el ingreso de foráneos y desinfectar los alimentos que venían al pueblo. Bastó indagar un poco más para darme cuenta que había mucho esfuerzo para proteger al sector de posibles contagios y así encontré el hilo del reportaje.

Soledad: En Brasil, yo venía siguiendo en las redes las iniciativas comunitarias frente a la pandemia en favelas de São Paulo y de Río. Y al verlos actuar, me remitían mucho a lo que había observado en otros reporteos: las formas de trabajo comunitario eran prácticas rutinarias y “formas de vivir” de los vecinos en las favelas. La pandemia le daba más visibilidad pero no era novedad. Y con esa hipótesis empecé a buscar historias. Elegí las favelas del Complexo do Alemão y sus iniciativas frente al covid porque estaban diseñadas a largo plazo, yo ya conocía el territorio y sus líderes comunitarios. Tener comunicación con los interlocutores del lugar fue muy importante.

¿Siempre tuvieron claro que el enfoque era el periodismo de soluciones o cómo llegaron a este ángulo?

Pablo: Fuimos trabajando el ángulo de periodismo de soluciones en grupo, junto al editor de Revista Late. Hacíamos reuniones periódicas para comentar las historias, cuáles trabajaríamos, qué primeras impresiones teníamos entre ambas para cerrar el foco de los dos trabajos en ambos países.

Una vez que elegimos los aspectos de las iniciativas – la guardia en Río Verde, cerca de Baños, en Ecuador, y la comunicación comunitaria en el Complexo do Alemão, en Río de Janeiro- discutimos cómo cada una de las historias podía ser narrada desde el ángulo del periodismo de soluciones. Lo más desafiante fue descubrir los detalles de los procesos y evitar extendernos en la descripción de los problemas y contextos.

Soledad: Si bien no intercambiamos todos los detalles entre las dos historias, pues cada uno también las estaba descubriendo y teníamos poco tiempo, en las reuniones periódicas íbamos encontrando algunas similitudes entre nuestros personajes. Una de ellas fue la edad joven de los líderes comunitarios de cada historia, con grados importantes de autogestión y patrones de gerencia y evaluación de resultados e impactos de las acciones.

Nos fuimos sorprendiendo con estos detalles que emparejaban los procesos de cada una de nuestras comunidades siendo ámbitos tan diferentes (una historia, la de Ecuador, estaba en el área rural y la de Brasil, una comunidad urbana).

Pablo: En Ecuador hubo en los últimos meses un ambiente gris por las víctimas de la pandemia y por denuncias repetidas de corrupción. El reportaje ha sido recibido como un bálsamo para muchos lectores, según los comentarios que he recibido. Para mí, como periodista, esta beca me ha permitido ampliar las perspectivas sobre la realidad. Sigo creyendo que la mirada crítica de la sociedad es necesaria, pero los reportajes sobre las soluciones son igual de necesarios. Me gusta también que este enfoque, si bien valora la forma en que se resuelven los problemas, no deja de relatar los límites que tienen esas respuestas.

Soledad: En Brasil, yo veía que a medida que avanzaba la historia de las acciones comunitarias, aparecían problemas que ya coexisten en las favelas, y frenaban esas acciones. Por ejemplo, en una repartición de alimentos y artículos de limpieza a los vecinos de la Fazendinha, una de las regiones del Complexo do Alemão, hubo un tiroteo, y la policía detuvo al camión de provisiones de los líderes comunitarios. Hubo que interrumpir todo por aquel día. Otro ejemplo son las operaciones policiales que buscaban narcotraficantes, en medio de la pandemia. El primer plano del covid quedó desdibujado frente a la violencia de esas intervenciones que dejaron en el camino muchas vidas humanas, muchos vecinos. No obstante, si hay algo que merece destacarse, es que el ángulo de periodismo de soluciones visibilizó la fuerza comunitaria de estas historias, puso los reflectores en la capacidad organizativa de la comunidad, en el empoderamiento de sus habitantes que buscan constantemente la transformación y poco esperan del Estado sin dejar de presionarlo y denunciarlo.    

En estos momentos de aislamiento, ¿cómo desarrollaron el trabajo de reportería? ¿Qué tanto adelantando vía remota y qué tanto presencial?

Pablo: En el caso de Río Verde fue posible hacer entrevistas cara a cara. Estaba viviendo en ese lugar, por lo que fue factible hacer una observación extendida de ciertos detalles del funcionamiento de la guardia comunitaria. 

Soledad: En Brasil, el contexto de la pandemia empeoraba día a día y las emergencias en la favela que los líderes atendían hizo revisar los protocolos de seguridad y consensuarlos entre periodista y entrevistados: la mayoría de los reportajes fue vía remota. El plantel del diario digital Voz das Comunidades, protagonista de la historia, trabajaba home office desde el 16 de marzo. Y como la historia en sí gira en torno a la campaña de comunicación online, con las entrevistas a sus periodistas, su website, sus redes sociales y la aplicación de celular que crearon, la cobertura pudo completarse a distancia. El Gabinete de Crisis del Complexo do Alemão, con sus acciones comunitarias de repartición de alimentos, prefería no atender entrevistas personalmente y mantener su ubicación del galpón “reservada” por la seguridad de su equipo de líderes y voluntarios. La mayoría de los reportajes fueron por video llamadas en una cantidad que superó las 26 a lo largo de un mes.

¿Cómo llegaron a la beca de periodismo de soluciones?

Por las redes sociales. Siempre estamos atentos a las novedades de la Fundación Gabo, donde supimos de la convocatoria.

¿Conciben desde ya un seguimiento a estas historias que contaron en Late? ¿Tienen algunas otras similares preparadas?

Pablo: Las condiciones para hacer periodismo de largo aliento en Latinoamérica son frágiles. En este momento tengo en mente varias historias, pero que responden en parte a convocatorias de fondos para hacer reportajes. Por otra parte, hago un doctorado en Historia a partir del cual escribo un libro de no ficción que relata la urbanización de la ciudad de Lago Agrio en la Amazonía.

Soledad: Tengo en vista una historia de telemedicina que se ofrece a los habitantes del Morro do Alemão en el actual contexto de la pandemia. Y por otro lado, un reportaje con líderes indígenas del Amazonas que aborde las vulnerabilidades en el sistema de salud que no atiende a sus necesidades específicas.

 

Sobre el proyecto de periodismo de soluciones en América Latina

La Fundación Gabo y la Red de Periodismo de Soluciones (SJN, por sus siglas en inglés) trabajan en alianza en un proyecto que busca formar e incentivar a los periodistas de América Latina a la aplicación del periodismo de soluciones, enfoque que busca investigar y narrar historias que aborden las respuestas que dan o podrían dar los ciudadanos e instituciones a problemas sociales en la región. 

El proyecto, apoyado por la Fundación Tinker, contempla la difusión y apropiación de herramientas y guías, así como la realización de actividades de formación como talleres, seminarios virtuales y el desarrollo de espacios aprendizaje en las redacciones de algunos medios de comunicación de la región interesados experimentar con esta modalidad.

 

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