El COVID-19 ha puesto al descubierto profundas desigualdades que ya existían en nuestra sociedad. Muchas de las personas que más están sufriendo por la pandemia ya eran vulnerables, a menudo vivían por debajo del umbral de la pobreza o luchaban para llegar a fin de mes.

Conoces las historias. Quizás estén en tu propio portafolio. (También están en el mío).

• Una familia que lucha por encontrar una vivienda permanente después de vivir en un refugio.
• Los desafíos que enfrentan los niños de primera generación con padres inmigrantes mientras navegan por el sistema escolar por su cuenta.
• Un trabajador que camina hacia al trabajo en la mañana durante horas, pero luego alguien se entera y le compra un auto. Todos lloran en el estacionamiento después de la gran revelación. Es reconfortante, pero una solución temporal para un problema mucho mayor.

Hice esas historias en Nuevo México, uno de los estados más pobres de Estados Unidos. Al principio se sintieron importantes, como si algo cambiara si la gente sabía lo que sucedía a su alrededor. Después de unos años, ya no lo creía del todo.

Los informes anuales confirmaron lo que la gente ya sabía. Año tras año, nuestro estado fue el último en la nación, o casi el último, en casi todas las medidas de bienestar infantil. También cerca del fondo de la tabla de empleo y el crecimiento económico.

Empecé a preguntarme si era útil cubrir lo que ya sabían las personas en situación de pobreza. No parecieron cambiar las políticas. No cambió la forma en que la gente hablaba de la pobreza. Me metí en el periodismo para ayudar a las personas a obtener la información que necesitaban para mejorar sus vidas, pero me desanimé cuando nada cambió, a pesar de la atención que otros periodistas y yo prestamos a estos temas año tras año.

Empecé a pensar seriamente en dejar el periodismo. Luego, la Red de Periodismo de Soluciones (SJN, por sus siglas en inglés) llegó a Nuevo México.

Mientras trabajaba en dos proyectos colaborativos, aprendí a contar historias importantes que reconocían los desafíos de la pobreza, pero mostraban a nuestra audiencia que el cambio era posible.

En New Mexico PBS, analizamos los esfuerzos para ayudar a los empresarios navajo a iniciar su propio negocio en la Nación Navajo y cómo cuatro tribus se unieron para instalar sus propias líneas de banda ancha cuando las empresas privadas se negaron a hacerlo.

El enfoque de soluciones proporciona a los periodistas herramientas para cubrir las respuestas a los problemas y responsabilizar a los que están en el poder. Si funciona en otro lugar, ¿por qué no aquí? ¿Por qué no ahora?

Esa es exactamente la razón por la que queremos ayudar a los periodistas a alejarse de las historias que han creado narrativas poderosas pero, en última instancia, dañinas sobre la pobreza.

Pueden verse aquí algunas historias que ya están en la base de datos del Story Tracker de la Red de Periodismo de Soluciones:

• Este grupo de aficionados al bricolaje tiene una respuesta para el problema de Internet de las AP rurales
• Este experimento de ingresos ofrece a los residentes de Stockton un vistazo al California Dream
• Cómo una organización sin fines de lucro de Waco construyó una tienda de comestibles comunitaria en un desierto de alimentos
• Este programa de Nueva York se adelanta a las personas sin hogar

Si funciona en otro lugar, ¿por qué no aquí? ¿Por qué no ahora?

Durante el próximo año, el equipo de SJN trabajará con organizaciones de noticias que quieran cambiar la forma en que cubren la pobreza. Están usando el término movilidad económica y eso es intencional. Su objetivo es respaldar una cobertura matizada de lo que ayuda a las personas a lograr mayores oportunidades económicas. También están trabajando en una guía de informes de movilidad económica que incluirá consejos y ejemplos sobre cómo comenzar a cubrir temas como personas con discapacidades, cuidado familiar, desigualdad racial y el sistema judicial.

También ofrecerán recursos para las salas de redacción, como capacitación en elaboración de activos, que puede ayudar a los reporteros a describir mejor las fortalezas de las comunidades, hacia un cambio de narrativas tradicionales ancladas en la victimización y la impotencia. Esto podría ayudar a comenzar a reequilibrar la cobertura de las comunidades donde las tasas de pobreza son altas y donde las personas han visto a sus familias y vecinos representados en las noticias como personas solo como un problema que no se ha resuelto.

La SJN que la presentación de informes de soluciones y el encuadre de activos pueden generar historias poderosas sobre la fuerza y ​​la capacidad de recuperación de las que se basan las personas a medida que se involucran en los problemas y amenazas más desafiantes que enfrentan su familia, su comunidad y, en última instancia, su país.

*Si estás interesado en obtener más información sobre la iniciativa de Movilidad Económica, envía un correo electrónico a sarah@solutionsjournalism.org. Dados los extraordinarios desafíos que enfrentamos, no hay mejor momento para aprovechar el poder del periodismo de soluciones para esta importante labor.

Sobre el proyecto de periodismo de soluciones en América Latina

La Fundación Gabo y la Red de Periodismo de Soluciones (SJN, por sus siglas en inglés) trabajan en alianza en un proyecto que busca formar e incentivar a los periodistas de América Latina a la aplicación del periodismo de soluciones, enfoque que busca investigar y narrar historias que aborden las respuestas que dan o podrían dar los ciudadanos e instituciones a problemas sociales en la región.

El proyecto, apoyado por la Fundación Tinker, contempla la difusión y apropiación de herramientas y guías, así como la realización de actividades de formación como talleres, seminarios virtuales y el desarrollo de espacios aprendizaje en las redacciones de algunos medios de comunicación de la región interesados experimentar con esta modalidad.