En esa búsqueda que es el buen periodismo latinoamericano, se encuentra Jaime Abello dándoles la bienvenida a los más de 40 periodistas de nueve lugares distintos de Colombia, Venezuela y España que se dan cita esta mañana de diciembre de 2018 en Bogotá. Los invitados del director general de la FNPI - Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano no solo creen en esa premisa, sino que ahora dirigen medios o son editores de iniciativas que discuten sobre la manera en que se ejerce el oficio en torno a temas actuales: el posconflicto, la inmigración venezolana, la rentabilidad y el poder de los medios de comunicación en Colombia.
Muchos de ellos han sido participantes o han impartido su conocimiento en las actividades de la fundación. Ahora hacen parte del XVI Encuentro de Directores y Editores de Medios y Organizaciones de Periodismo en Colombia, que tiene lugar en la Pontificia Universidad Javeriana, como parte del Programa de Ética Periodística que la FNPI desarrolla en alianza con Sura y Bancolombia. Este es el primero de los eventos de su tipo que, además de un encuentro cerrado, tendrá tres actividades públicas sobre ética, cobertura y experiencias exitosas. “Nos emociona tener un grupo de jóvenes apasionados por el periodismo, obsesionados por la búsqueda de la verdad que es indispensable para quienes optan por esta profesión” dice Marisol Cano Busquets, decana de la Facultad de Comunicación y Lenguaje de la anfitriona casa de estudios.
El camino hacia la paz
Nubia Rojas es quien abre las participaciones del encuentro. El proyecto del que es relatora, La paz con los ojos abiertos: periodismo, comunicación y construcción de paz en Colombia, lo describe Jaime Abello como un aporte para que no haya retrocesos en el camino hacia la paz, “pues sabemos que existe el riesgo de que Colombia vuelva a vivir los fenómenos de violencia del último medio siglo”
Rojas explica que el documento contiene algunas de las reflexiones teóricas y prácticas más importantes sobre la comunicación, el periodismo y la construcción de paz en Colombia en la actualidad, como la importancia de la trascendencia en la coyuntura política y social y la contribución que deben hacer los profesionales de la información en que los ciudadanos tengan expectativas reales, así como reconocer las aristas positivas de la paz sin desconocer las dificultades propias del proceso. El texto es complementado una línea de tiempo con los acontecimientos más importantes de los últimos 70 años relacionados con el conflicto armado y la construcción de paz, y el trabajo llevado a cabo por la FNPI sobre temas de paz en 23 años de talleres. “El profundo interés de Gabriel García Márquez por la búsqueda de la paz en Colombia es una de las facetas menos conocidas de su vida”, dice Rojas.
Para la periodista es clave que quienes ejercen no sean difusores de noticias falsas en el marco de un proceso de paz que tiende a confundir constantemente a la ciudadanía. Para ello, propone proyectos de alfabetización mediática que incluya a las audiencias: “La gente está cansada del tema de la paz porque no hemos sabido transmitir la noticia usando formatos innovadores y más llamativos”, advierte.
Estas son algunas de las recomendaciones del documento para periodistas y medios de comunicación:
- Volver a los principios básicos del oficio y a los géneros periodísticos, como son la verificación, la rigurosidad investigativa y el contraste de fuentes.
- Invertir en la capacitación y cualificación profesional de los periodistas.
- Desechar las prácticas propias del periodismo de guerra, evitando el uso del lenguaje que divide y estigmatiza.
- Asumir la paz como un tema transversal, no de nicho.
- Abordar la realidad desde distintos puntos de vista, empleando un enfoque interdisciplinar.
- Renovarse profundamente desde adentro.
- Transmitir las noticias utilizando formatos innovadores y más llamativos. “Incluso en la redacción deportiva debemos estar en la capacidad de abordar temas de paz, así no se mencione la palabra paz en los reportajes”, concluye Rojas.
En torno al tema de la paz en el periodismo también conversan Ana Cristina Navarro, directora académica de La paz con los ojos abiertos, y María Jimena Duzán, directora de Semana en vivo, quienes resaltan el trabajo de los corresponsales regionales para cubrir el proceso de forma pertinente. “El primer lamento que uno escucha es que el periodismo se volvió opinión, olvidando otros géneros periodísticos que permiten mayor profundización”, sostiene Navarro.
Duzán señala los errores que se cometieron en el cubrimiento del proceso de paz, en sus palabras:
- Nos equivocamos contando la historia como si la paz fuera de Juan Manuel Santos.
- Empezamos a escribir la historia del proceso de paz sin saber bien qué es lo que se había firmado.
- Dejamos que el proceso de paz se manejara con demasiado secretismo, y no fuimos capaces de explicarle a la gente de qué se trataba.
- Los periodistas nos dejamos meter en la polarización política, que nos mostraba como “santistas” si estábamos a favor de la paz.
- Los periodistas estamos para defender con ética los valores de una democracia, no para defender proyectos políticos.
- Pasamos por alto el hecho de que esta paz se hizo en alianza con una clase política corrupta, y luego nos sorprendimos por la magnitud de la corrupción que fue creciendo mientras la paz se firmaba.
Los demás periodistas presentes nutrieron esta conversación con sus intervenciones, acerca de cómo se puede construir un periodismo del proceso de paz que mejore las áreas que Duzán juzga como errores, entendiendo que es un momento histórico que aún no se ha cerrado:
- “No es misión de los periodistas tener un propósito, sino ayudar a entender e informar. No llorar, no reír; entender. Contemos país. Ahí está la paz”: Diana Castro, directora ejecutiva de El Malpensante.
- “Es equivocado pensar que el triunfo del ‘No’ en el plebiscito fue culpa de las noticias falsas. Es un asunto mucho más complejo en el que los periodistas deben llevar consigo tanto sus palabras como sus silencios. El principal termómetro de la credibilidad son los lectores. Si no te leen, es porque no te creen”: Marco Schwartz, director de El Heraldo.
- “¿Estamos los medios para decir por quién votar? Yo creo que no. Somos periodistas, no activistas”: Diana Saray Giraldo, directora de Vanguardia Liberal.
- “Es hora de hacer un periodismo emancipador”: Pedro Vaca, director ejecutivo de la Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia - FLIP.
- “Cubrir la guerra ya lo sabemos hacer. Contar las historias de quienes están construyendo la paz requiere más esfuerzo”: Nubia Rojas, relatora deLa paz con los ojos abiertos.
- “¿Nos hemos preguntado para quién es la paz? Porque la audiencia es mínima y tenemos que generar empatía con la audiencia joven de otras maneras. Pareciera que nos olvidamos del diálogos y las agendas mediáticas de hoy están construidas por la gente. Hay nuevas maneras de comunicarse con la gente joven, que son los más importantes”: Juan Carlos Castaño, subdirector de noticias de Telemedellín.
- “Represento a un periódico de 106 años donde sabemos que el reto más importante es la credibilidad, y que tener aliados no significa pensar igual. Caímos en un juego político, pasamos a ser partícipes de un maniqueísmo, pero lo que debemos es darles herramientas a las personas y hacerlo muy necesario en las universidades. Porque el periodismo es de muy alto riesgo, es muy frágil. El reto está en volver a la esencia y mostrar que las realidades tienen dos caras. Tenemos una bellísima oportunidad de hacer buen periodismo y buen país”: Martha Ortiz, directora de El Colombiano.
- “La gente que está construyendo paz es la más silenciosa. Tenemos que hacer insistencia en esas historias, porque esa gente no hace ruido pero es necesario publicarlas. El trabajo está entre los medios y la academia”: Ana Cristina Navarro, directora académica de La paz con los ojos abiertos.
- “En el Meta tenemos una condición muy fuerte de amenaza contra los periodistas. Lo positivo es que no hemos recibido una presión fuerte de los grupos armados ilegales. Construyamos esa memoria”: Edgar Aroca, director de Noticias de Villavicencio.
- “Tenemos que volver a contrastar fuentes”: Marisol Cano, decana de la Facultad de Comunicación y Lenguaje de la Pontificia Universidad Javeriana.
- “No solamente es contar las historias positivas de paz, sino informar qué de lo que estaba acordado realmente se cumplió. ¿Estamos hablando de un postacuerdo o de un postconflicto? Nosotros no sabemos qué cubrir, estamos acostumbrados a estar detrás de situaciones muy particulares y la ciudadanía ha ejercido una fiscalización importante en redes sociales”: Oscar Parra, director de Rutas del Conflicto.
- “¿Cómo vamos a cubrir la construcción de paz? Tenemos un riesgo real de volver a los ciclos de violencia y tenemos que ver cómo avanzamos en ese contexto”. Jaime Abello, director general de la FNPI.
- “Los periodistas tenemos la arrogancia de creer que las audiencias nos hacen caso, que cuando le hacemos una recomendación hacen lo que nosotros decimos, pero la gente hace todo lo contrario a lo que uno les dice”: Diego Martínez Lloreda, director de información de El País de Cali.
- “Tenemos que prestarle mucha más atención al resto del acuerdo de paz que plantea los elementos para construir una nueva sociedad en Colombia, porque se descubren planteamientos fantásticos a los que hay que hacerles eco. Pongámosle eco a la parte del acuerdo de paz que genera una nueva nación para Colombia”.
María Jimena Duzán cierra el panel haciendo una intervención clara sobre las afirmaciones de sus compañeros: todas son incertidumbres. “La mejor manera de enfrentarlas es tratando de hacer bien el trabajo. Mi trabajo está siendo amenazado por temas de corrupción y lo lógico es elaborar un proceso de paz – corrupción”. La periodista le pregunta a sus compañeros, también, si están verdaderamente dispuestos a hacer un periodismo emancipador, que busque la verdad. “Nos lo están pidiendo las audiencias y esa nueva ciudadanía que nos dejó el acuerdo de paz. ¿Cuáles son esos mecanismos emancipadores? El periodismo no es el conservador del status quo y el acuerdo está generando una nueva nación para Colombia”.
Periodismo a pesar de todo
Ignacio Escolar es el invitado internacional de este encuentro cerrado para periodistas, directores y editores de organizaciones periodísticas colombianas. Su experiencia exitosa con eldiario.es, medio que dirige, le permitió ganar en 2018 el Reconocimiento a la Excelencia qdel Premio Gabriel García Márquez de Periodismo. Su labor como periodista en todos los soportes ha hecho que su experiencia en el terreno digital cuente con 34.000 socios que confían en el método de eldiario.es de hacer periodismo. Por eso, hoy está frente a 40 periodistas colombianos explicándoles de qué se trata, para que ellos repliquen lo que vean conveniente en los modelos de medios que están creando.
Escolar afirma que el periodismo más interesante en español no se está haciendo en España sino en América Latina y que, a raíz de este ejemplo se dio cuenta de que una de las razones por las que esto es así es que la mejor manera de ser periodista es convertirse en editor del medio. “Somos un medio creado por periodistas, donde seguimos siendo los propietarios de la redacción. Yo tengo el 40% de las acciones, más o menos, y mis compañeros tienen el 2, el 3, el 4 o el 5, dependiendo de sus puestos en la redacción. Pero cuando yo me siento por las mañanas con mi equipo de redacción para saber con qué abrimos, no tengo que sentarme con ningún consejo de administración para convencerlos de por qué salí”.
El consejo de redacción de eldiario.es es el mismo consejo de administración, no técnicamente, pero todo está en la misma mesa donde se decide con cuál titular abrirá el medio al día siguiente. “Eso que han sufrido, yo también lo he sufrido como director para otro tipo de empresas periodísticas donde el consejo de administración no sabe de este oficio, no lo entiende, tiene otros intereses, a veces tiene preocupaciones muy peregrinas. Se pierde un montón de tiempo siendo director de medio tratando con un consejo de administración”.
El medio nació en 2012 cuando en España ocurrían tres crisis simultáneas: la económica, la política y la credibilidad de la prensa. A pesar de esto, eldiario.es se ha convertido en uno de los medios más importantes de ese país en cuanto a lectores, audiencia e influencia. “Hemos pasado de ser una pequeñísima empresa de 12 personas a ser una empresa de 90 personas en la redacción central y otras 50 más en las redacciones asociadas. Lo hemos conseguido siendo rentables, porque no teníamos ahorros para perder”.
eldiario.es nació con los ahorros que formó el grupo de fundadores. “No nos podíamos permitir ser deficitarios porque no tendríamos cómo pagar las deudas. No tenemos deudas tampoco, de ningún tipo: no tenemos deudas políticas, tampoco económicas. No tenemos ni siquiera una línea de crédito con el banco, estamos en beneficios. Hemos logrado ser independientes porque somos independientes. Hacemos un periodismo más bien clásico, más bien conservador en la manera de hacer periodismo: socializar al poder, pedir cuentas al poder, publicar algo que alguien no quiere que publique. Somos muy potentes en temas de investigación. Somos un diario generalista un poco peculiar, porque no tenemos sección de deportes, ni de famosos. Tenemos un pequeño portal de televisión que hemos comprado hace poco donde compartimos la fiscalización de la televisión pública”.
Escolar cuenta que eldiario.es es un dominio que tiene comprado mucho antes del lanzamiento de Público, un diario del que fue director en 2007 y se fue a la quiebra. En ese tiempo pasó de ser periodista especializado en tecnología a un periodista que escribía en un blog personal sobre los temas de tecnología que chocaban con la política, hasta que cambió de área. Escolar.net es un blog que todavía mantiene.
Estas son las claves que posicionaron a eldiario.es en palabras de Ignacio Escolar:
- Ser rentables: “Nosotros nacimos con 400.000 euros nada más. Uno de nuestros objetivos era que teníamos que determinar cuál era el momento en el que íbamos a ser económicamente sostenibles, porque si podíamos ser independientes económicamente podíamos hacer un periodismo distinto y ahí estaría nuestro modelo de negocios: con una estructura muy reducida, tener un margen de maniobra mayor que los otros medios. Lo hicimos apoyándonos en los lectores que llamamos socios. Su compromiso no es tanto por recibir a cambio un producto cerrado, sino por apoyar que eldiario.es siga existiendo”.
- Ser activistas del periodismo: “Nuestro activismo es el periodismo, que siga existiendo. Siempre que tienes que escoger entre tus principios editoriales y la verdad, tiene que ganar la verdad. Somos un proyecto intelectual que no acoge esta idea de la objetividad total. Es mentira esta idea en la medida que escogemos los temas de los que vamos a hablar. Nosotros defendemos los derechos humanos informando. Creemos que el mundo es mejor sin corrupción; no diciendo que la corrupción es mala, porque eso es algo que la gente ya sabe, sino destapando los casos de corrupción. Hablamos de los derechos de las minorías, de la mujer, de la comunidad LGTBI, de la democracia más participativa, defendemos la igualdad de oportunidades, un reparto más justo de la riqueza”.
- Reinvertir las ganancias en el diario: Durante 2018 eldiario.es recibió alrededor de 6 millones de euros en ingresos, con 400 o 500.000 euros en beneficios según su editor, “que en su inmensa mayoría reinvertimos en hacer deldiario.es un diario más potente y ambicioso. Hemos crecido mucho en ingresos y hemos crecido mucho en plantilla”.
- La transparencia: “Confiamos mucho en los lectores para que nos permitan hacer este tipo de diarios. Al mismo tiempo les publicamos cada seis meses (febrero y septiembre) los informes semestrales donde detallamos todo tipo de datos, el costo de la redacción, el tipo de contratos laborales que hacemos, cuánto pagamos, en qué nos hemos gastado el dinero por departamento”.
- Franquiciados: “Periodistas con los que habíamos trabajado antes montan una empresa, nosotros les damos la tecnología, el uso de la marca, el dominio, la venta de publicidad nacional, presencia de redes sociales, yo me reservo la última palabra en contenidos editoriales. Esa especie de franquicia nos hizo tener muy rápido 50 periodistas más trabajando en terreno. La empresa que montan no tiene como objetivo crear negocios locales sino aprovechar la fuerza del medio para tener información local a un costo muy reducido. A casi todos les está yendo bien, estamos logrando que todos sean capaces de pagar las nóminas”.
- Evolución de la audiencia: “Hemos crecido con información dura, con muy pocos contenidos virales, haciendo información relevante, porque nuestro objetivo es generar audiencia, generar socios. Ahora estamos en 10 millones de usuarios al mes con picos de 12 millones. Oscilamos mucho por la información. Nuestros picos son sobre todo procesos electorales. No pagamos anuncios en Facebook. Dependemos mucho del interés que haya en la semana. 18% de la sociedad digital en España nos lee al menos una vez en la semana según un estudio de la Universidad de Oxford. Somos el medio que más crece. Tenemos 34 mil socios que representan un 30% de nuestros ingresos. De los seis millones que entraron este año, dos provienen de los socios y los otros cuatros son de publicidad. El porcentaje que más crece en el mix de ingresos es el de los socios, cada vez dependemos más de ellos y menos de la publicidad. Los socios pagan por la militancia del periodismo, porque les hemos demostrado que hacer periodismo es útil”.
- Exclusividad: “eldiario.es tiene 34.000 personas que pagan por un periódico que está abierto. Las ventajas de los socios son: una revista en papel –cuatro números monográficos al año que les llegan a su domicilio–, números pensados para que perduren en el tiempo. También desaparecemos los anuncios: entras con usuario y contraseña y desaparecen. Entre las 8:00 p.m. y las 9:00 p.m. enviamos un boletín diario con las noticias que estarán en la página al día siguiente. Hacemos encuentros con los socios en auditorios y, en la página, todos los lectores pueden comentar, pero los socios pueden hacerlo las veces que quieran al día y pueden votar si les gusta o no les gustan los comentarios de otros lectores. De esa manera nos ayudan a jerarquizar los comentarios; los insultos se quedan fuera por esos comentarios de otros y les dejamos un espacio destacado a la participación”.
- El tráfico: “El 50% del tráfico es directo porque la fórmula que tenemos es muy parecida a la de un diario de papel y nuestra lógica está muy vinculada a la información. Cuando pasa algo, nos buscan. Hay dos tipos de lectores: los que te buscan y los que te encuentran. Y en nuestra estrategia de socios que busca crecer, buscamos lectores que nos busquen y no que nos encuentren, porque si nos encuentran no van a pagar”.
- Objetivo: “Nuestro objetivo es crecer en nuestra comunidad de socios. Para eso hay que poner al lector como objetivo, no a Google o a Facebook. No nos hemos dedicado ni a seguir el algoritmo de Facebook para hacer virales ni a hacer títulos basados en el SEO. Tienes que pensar cuáles son los criterios del lector, sobre todo porque cada tanto los cambian”.
- Independencia: “Se responde en cuatro preguntas: ¿Eres rentable? ¿Quién es tu dueño? ¿Quién te paga? ¿A quién le debes dinero? Tenemos contenido patrocinado, etiquetado como tal, pero eso no nos afecta nuestra independencia porque lo curamos editorialmente”.
Sobre el Programa de Ética Periodística
Este evento hace parte del Programa Ética Periodística desarrollado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, en alianza con Bancolombia y SURA. El programa busca abrir espacios de reflexión y debate, así como proponer referentes sobre los cambiantes desafíos éticos que enfrentan los periodistas en un contexto de profundas transformaciones de la práctica, el negocio y la función social del periodismo.
Bancolombia y SURA creen en el periodismo ético, responsable e independiente, que contribuye a construir una sociedad mejor informada, más incluyente y democrática. Por eso son aliados de la FNPI en el reconocimiento y la promoción de buenas prácticas que permitan, desde la ética, fortalecer un oficio vital para el desarrollo sostenible de América Latina.