El interés principal de Eleidis Castaño Torres para entrar al colectivo de comunicaciones Cocosabara es que le encanta la fotografía. Lo descubrió hace algún tiempo, al ver que podía contar historias en fotos y que, detrás de una cámara, la miopía que padece ya no es más un “problema”, dice mientras ríe con sus compañeros.

“La cámara es mi mayor lente, con lo cual yo puedo enfocar mucho mejor las imágenes”, detalla la joven, estudiante de Administración de Empresas.  Ahora, junto a una veintena de jóvenes de los corregimientos de Santa Ana, Ararca y Barú, en la isla del mismo nombre al sur de Cartagena, hace parte de este grupo comunicaciones que, como ella, comparte el mismo gusto por retratar su entorno en fotos, y a través de otras expresiones de la comunicación como la locución, la escritura, la presentación, la producción de videos y la danza.

“Esto ha significado para mí gran cantidad de conocimientos de fotografía, sobre las cámaras, sobre los ángulos. También he aprendido aquí a cómo expresarme delante de una cámara y cómo manejar ciertos equipos tecnológicos que hacen parte de la comunicación”, añade, mientras participa en una sesión dedicada a fortalecer los conocimientos del colectivo sobre producción videográfica.

“Me gusta la fotografía: en plena pandemia tomé ese gusto. Salíamos a trotar y nos llevábamos los teléfonos. Éramos siete personas, tomábamos fotos y nos creíamos modelos (risas). Me gusta este proyecto (Cocosabara), ya que está enfocado en lo que uno quiere, en la fotografía y en contar varias cosas de la comunidad, rescatar lo que es la cultura y la etnia de Barú”, refiere David Ramos García, también integrante del colectivo.

El arte de contar historias en video

Con apoyo de la división de Educación y Ciudadanía de la Fundación Gabo y la Fundación Santo Domingo, los jóvenes de Cocosabara aprenden y se apropian de herramientas para narrar. Han sido varias sesiones, en los últimos meses, como la más reciente: una charla del fotógrafo y productor audiovisual Juan Paulhiac.

El experto ha llevado hasta los ojos del colectivo dos documentales cortos de su autoría, como ejemplos para contar historias, en una proyección realizada en la Fundación Educativa Instituto Ecológico Barbacoas. Juan utiliza la fotografía –ese formato que tanto gusta a los jóvenes de Barú– como imagen de apoyo principal para nutrir sus videos. “Yo soy principalmente fotógrafo. Siempre estoy buscando formatos para divulgar fotografías fuera de los tradicionales, ir más allá de la foto impresa o de la foto en Instagram”, señala. “En video, me gusta el formato de fotos fijas (como imágenes de apoyo). Para mí permite algo que el video no y es que le da a la historia tiempo de respirar, de detenerse un instante a observar una imagen”, agrega, al tiempo que enseña algunas técnicas de composición fotográfica.

Por otro lado, los participantes de este colectivo han aprendido de Juan detalles sobre cómo estructurar y contar las tensiones dramáticas de las historias y de los personajes. “Todo protagonista en una historia quiere algo, busca algo, convertirse en algo, tiene un objetivo, al que va unido por el deseo; esa es la espina dorsal de cualquier historia”, ha mencionado Paulhiac en su charla.  

Los sonidos impactan

“La música es fundamental y tiene una función mucho más allá que de ambientación. Nada dentro del video debe estar ahí porque sí; debe estar ahí por algún motivo”, ha comentado también el videografo, al compartir algunos tips sobre musicalización.

“La recomendación principal es que el tono de la música le ayude a la historia, que vaya con el estado de ánimo. La música es muy poderosa, porque tú, en una película, puedes poner, por ejemplo, a llorar a una persona o ponerla feliz, porque va a aportar muchísimo. La recomendación es seleccionar con mucho cuidado la música”, afirma.

Los integrantes del Colectivo Cocosabara retratan las realidades de esta zona insular de Cartagena y próximamente expondrán parte del resultado de esa exploración que han hecho, como parte de su actividad final del año 2022. Ellos llevan un juicioso trabajo de contar a Barú, a través de sus voces, de sus contenidos, algo que comparten en redes sociales y que cada día robustecen para ser parte en la preservación y construcción de la identidad de las comunidades que habitan esta isla.