Alrededor de 30 jóvenes pertenecientes a los colectivos de comunicaciones de Ciudad del Bicentenario y Santa Ana, en la isla de Barú, se unieron a la antesala del Festival Gabo 2022 en Cartagena. Chicos y chicas participaron de la nutrida agenda académica y cultural que diseñó la Fundación Gabo, en alianza con la Universidad de Cartagena, con el apoyo de la Fundación Santo Domingo, a través del Espacio Cultural Claustro de la Merced, que se vivió el 23 de septiembre.
En el Claustro de La Merced, en el Centro Histórico de Cartagena, donde reposan las cenizas de Gabo y su esposa, Mercedes Barcha, los adolescentes participaron del taller ‘Expresa tus ideas con éxito’, dictado por Vanessa Gómez Herrera, entrenadora en habilidades de comunicación. En este espacio de dos horas, la maestra quiso compartir la idea de que todos somos oradores en potencia, a partir de que a diario ponemos en práctica la comunicación oral al intercambiar mensajes con al menos una persona. “No vivimos solos en una isla”, anotó, antes de hacer preguntas como: ¿Por qué nos cuesta hablar en público? y ¿Por qué mejorar la comunicación?
Para el primer interrogante, la respuesta más común es el miedo a equivocarnos, al fracaso, al ridículo. Sobre la segunda, casi un imperativo para todos aquellos que trabajan en proceso comunicativos, la respuesta es perentoria: muchas veces tenemos una idea brillante pero no sabemos comunicarla. “Es importante dar a conocer nuestras opiniones para vivir”. Y si hace parte del vivir, hace parte del quehacer diario; y para cualquier tarea cotidiana, nada mejor que dominarla.
Los jóvenes participaron en una actividad práctica para mejorar su comunicación, hicieron su propia presentación en público y revisaron herramientas para la expresión oral. “Con la profe Vanessa se aprendió bastante. Cosas que en realidad necesitaba saber: cómo vocalizar, cómo soltarme más al hablar, cómo expresarme: la expresión corporal, la no verbal… Todo muy enriquecedor para nuestro conocimiento. Fue excelente”, señaló Leiber Torres, del colectivo Gecourbana, de Ciudad del Bicentenario.
Pero sin duda, si hubo algo que resonó en el espacio, eso que los chicos y chicas consideraron como su parte favorita, fue el ejercicio de leer en voz alta con un lápiz en la boca. “Fue un reto nuevo que nos ayudó a aprender a hablar, vocalizar, a cómo llevar un mensaje. Aunque haya dificultades de personas que no puedan hablar claro, sí se puede”, comentó Leiber.
David Daniel Ramos, del colectivo Cocosabara, de Barú, coincide con su compañero, y destaca que fue “una actividad muy chévere, ya que lo que vimos hoy lo hacemos día a día, pero [la profesora] nos dio pequeños tips para tener una voz más fluida y perder el miedo ante el público: aplicar la técnica del lápiz en la boca para poder tener una buena vocalización y poder comunicar mejor. Si hacemos una buena comunicación así podemos hacer que las demás personas logren entender lo que tratamos de transmitir, para que no haya errores”.
Oliberta Guerrero, del colectivo Cocosabara, explicó que “el taller de expresión oral me pareció supremamente importante y necesario para nosotros como colectivo adquirir conocimientos y técnicas desde los diferentes escenarios, que nos permitan saber cómo podemos hacer una narrativa de tal manera que el público que reciba esa información pueda entender lo que nosotros queremos transmitir”.
¿Por qué un taller de expresión oral para los colectivos?
A través de una encuesta de caracterización, los jóvenes de ambos colectivos eligieron los temas que querían aprender y profundizar a lo largo del proceso que siguen, gracias a la alianza entre la Fundación Gabo y la Fundación Santo Domingo, y el tema más votado fue mejorar su expresión oral.
Como explica Roxana Osorio, quien lidera el proceso formativo de los colectivos, un espacio así es una “herramienta clave y básica para que puedan hablarle a una cámara, para dirigir cualquier evento que se vaya a realizar desde el colectivo y para poder conectar con otras personas en entrevistas, les da seguridad”.
En eso coinciden los ‘pelaos’, como Leiber, quien sostuvo que el hecho de hacer un pitch de presentación a sus compañeros “lo tenía claro, pero no sabía cómo expresarlo, y gracias a esa charla lo aprendí a la hora de mostrarme a nuevas personas, porque como colectivo debemos darnos a conocer a muchas personas”. Con él coincide David, quien además descubrió herramientas para su futuro profesional: “Con una buena comunicación asertiva, cuando termine mi carrera ya tengo esos conocimientos claros y puedo hacer una entrevista, tengo las claves”.
Otros aprendizajes de la jornada
Además de este taller, en el marco de la agenda cultural que también celebraba los 40 años del Nobel de Gabo en Cartagena, los estudiantes de los colectivos asistieron a un par de charlas que tuvieron lugar en el Claustro de San Agustín de la Universidad de Cartagena. La primera fue ‘Los retos de una generación que quiere hacer buen periodismo’, con la participación de Marcela Zamora (El Salvador), Jean-François Fogel (Francia) y Humberto Puello (Colombia). La segunda charla a la que asistieron fue ‘Historias mal contadas: nuevas narrativas sobre los temas afro e indígena”, con la participación de Javier Ortiz Cassiani (Colombia) y Estela Simancas (Colombia).