La justicia restaurativa que plantea el Acuerdo de Paz con las Farc nos propone otra alternativa de reparar y juzgar el enorme daño causado en la guerra. En ese escenario, los medios de comunicación y los periodistas tenemos también el reto de contribuir a sanar las heridas. ¿Cómo hemos cambiado el cubrimiento de estos temas?, ¿estamos incluyendo las voces de todos los actores?, ¿dónde quedan las víctimas en nuestros relatos?, ¿hemos ayudado a explicar lo que pasó?
En torno a estos cuestionamientos se generaron varias reflexiones en el segundo taller de un ciclo de formación sobre cobertura periodística de la justicia restaurativa en Colombia, realizado por la Fundación Gabo, en alianza con el Instituto Colombo-Alemán para la Paz (CAPAZ). En Cali, entre el 1 y 2 de junio, 20 periodistas del suroccidente colombiano y ciudades como Neiva, Ibagué, Armenia, Pereira y Quibdó, hicieron parte del encuentro, dirigido por Gloria Castrillón Pulido, directora editorial de Colombia +20, proyecto periodístico y pedagógico de El Espectador, que busca nuevas narrativas del conflicto armado.
A continuación, compartimos 8 claves que vale la pena tener en cuenta al momento de cubrir temas de justicia restaurativa, desde la perspectiva de un periodismo que busca contribuir a sanar las heridas de la guerra.
-
Mostrar los matices
En cada individuo o comunidad, los daños de la guerra tienen sus particularidades. En ese sentido, la dimensión de la reparación y del perdón también es distinta. De acuerdo a su contexto, algunas víctimas se sentirán reparadas y le apostarán a perdonar, pero otras no estarán satisfechas y no verán la reconciliación como una opción. De esta manera, nuestros trabajos periodísticos, según Gloria Castrillón, deben dar cuenta de esos matices.
“Lo importante es explicar por qué sí y por qué no; ambas dimensiones son válidas. No se puede desvirtuar una realidad particular. Nuestra contribución es mostrar los claroscuros”, dijo Castrillón, y agregó que hacer esto no es lo mismo que justificar los daños causados.
Cuando nos adentramos en las historias y ocurre el acercamiento con los protagonistas se abren otras perspectivas, a veces inesperadas.
-
Contar no significa justificar
Explicar la razón por la que alguien fue a la guerra no implica borrar su prontuario, ni todo el daño que hizo, solo muestra al ser humano que hay detrás. Contar todo lo que pasó no significa que no se reconozca la gravedad de los crímenes, sino que se está narrando desde distintos ángulos.
“Hay muchas personas que creen que los comparecientes solo merecen estar en la cárcel y no se les debe poner un micrófono porque eso es darles altavoz. Yo digo que depende, porque si la voz del compareciente ayuda a reconstruir una realidad y unos hechos que mucha gente necesita reconstruir, me parece que es válido. Que mi pieza periodística justifique los hechos es otra cosa”, señaló la periodista.
No se trata de buenos y malos: “La dimensión del ser humano vale tanto para las víctimas como para los responsables”, subrayó.
-
Deconstruir las etiquetas
Nuestra realidad es tan compleja que sería superficial abordar la guerra desde la perspectiva de “buenos” y “malos”. La recomendación de Castrillón es deconstruir las etiquetas que hemos reproducido por más de 60 años al momento de hablar de los protagonistas del conflicto.
“Durante la guerra era imposible ver al ser humano que estaba detrás de las armas porque durante muchos años nos dijeron que eran muy malos y que solo merecían ser fumigados y perseguidos como ratas en sus madrigueras. Sí creo profundamente en que tenemos que deconstruir esas etiquetas; los monstruos no existen, existen los seres humanos”, anotó la directora académica de este ciclo de talleres.
Hay que ver más allá de la narrativa de esa lógica binaria para mostrar que no hay una visión única de la realidad.
-
No se trata de olvidar
El perdón y la reconciliación luego de la guerra no implica olvidar lo que pasó. No debe ser tampoco esa la intención del periodismo. Para Gloria Castrillón no se trata de olvidar, sino de recordar dignificando a las víctimas.
“No vamos a olvidar; todo lo contrario: vamos a recordar. Cómo recordamos, a quién recordamos, eso es en lo que hay que trabajar”, afirmó.
-
La neutralidad es cuestionable
Una pieza periodística siempre estará impregnada, directa o indirectamente, de todo lo que atraviesa al ser humano que la produce. Es así como el viejo principio de alcanzar la neutralidad en nuestros trabajos periodísticos es poco probable. Pero más que la neutralidad, lo que se busca es que eso que sentimos no nos impida ver los claroscuros de las historias.
“La neutralidad significa que no siento, que tomo la realidad como si yo fuera un cirujano que se puede poner guantes y tomar todo con pinzas. Eso no es así; nos duele, lo sentimos. ¿Pero hasta qué punto vamos a hacer piezas periodísticas que brotan solo de la indignación?”, dijo Castrillón .
La invitación, entonces, es a darnos la oportunidad de reconocer los sentimientos que nos desbordan y reflexionar sobre cómo armar unas piezas periodísticas que complejicen más la realidad.
-
Usar las “gafas” del enfoque diferencial
Cada grupo poblacional vive su propia realidad, que está lejos de ser homogénea. Para abordar responsablemente esas realidades, se debe hacer desde un enfoque diferencial.
“No debemos comparar los retos y las vivencias de una comunidad indígena con los de una comunidad en una ciudad; y, asimismo, no podemos comparar ni las afectaciones del conflicto, ni la forma en cómo las superan, por ejemplo, hombres y mujeres. Es bien distinto. Tenemos que tener la sensibilidad de ver esas diferencias”, apuntó la periodista.
Será clave ponernos unas “gafas” distintas en cada caso para entender esas particularidades y ver más allá de la superficie.
-
Buscar nuevos filones
En medio de los grandes retos que tenemos en el contexto actual, es necesario apelar a distintos recursos para cambiar la mirada y encontrar nuevos enfoques. No basta con quedarse en la descripción de los hechos, hay que encontrar otras formas de abordar la realidad y narrarla.
“Vivimos en un país que cada vez tiene más complejidades, pero no hay que rendirse, hay que tratar de buscar y plantear enfoques novedosos. A las personas, a las organizaciones de víctimas, a quienes tienen procesos comunitarios les interesa contar su historia. Hay mucho por contar y nos toca tratar de ver cómo nos acercamos y las planteamos de formas distintas”, agregó Castrillón.
No hay que cerrarse a la historia que preconcebimos. Mejor ir abiertos a que lo que imaginamos pueda ser de otra manera. Es importante no perder la capacidad de sorpresa “porque las historias pueden estar muy cerquita de nosotros, pero no las vemos”, enfatizó la periodista.
-
Todo cuenta
Todo lo que dispongamos en nuestras piezas periodísticas y la forma en cómo lo hagamos expresa algo y determina si estamos desarrollando o no un periodismo con enfoque restaurativo.
“Desde los enfoques, el planteamiento de los temas y cómo los abordamos, desde a quién escogemos como fuente, cómo hacemos las entrevistas, cómo presentamos la información, qué imágenes ponemos en nuestros artículos, el lenguaje que usamos… todo eso influye en la manera de poder aportar en el ejercicio de esta justicia restaurativa”, planteó Castrillón.
La periodista nos exhorta a “mirarnos el ombligo”, hacer introspección y revisar qué estamos haciendo mal y cómo lo podemos hacer mejor.
Sobre Gloria Castrillón
Periodista con maestría en Asuntos Internacionales y énfasis en Resolución de Conflictos de la Universidad Externado de Colombia. Dirige Colombia +20, iniciativa pedagógica y periodística de El Espectador para hacer seguimiento en la implementación del Acuerdo de Paz.
Fue editora de investigaciones de la revista Cromos. Tiene 29 años de experiencia en medios escritos y online. Se ha dedicado en los últimos años al cubrimiento del conflicto armado y las negociaciones de paz con las Farc, el Eln y las Auc.
Ha sido docente universitaria y tallerista en temas de conflicto armado, memoria, género y construcción de paz. Ha escrito, en coautoría con otros periodistas, tres manuales de periodismo: “Pistas para narrar la paz”, “Pistas para narrar la memoria” y “Pistas para investigar la desaparición y búsqueda de personas”. Fue editora del libro Memorias: 12 historias que nos deja la guerra.
Sobre el taller
Reiterando su compromiso con la construcción de paz en el país, la Fundación Gabo, en alianza con el Instituto Colombo Alemán para la Paz (CAPAZ), desarrolla un ciclo de cuatro talleres, cada uno con una duración de un día y medio, dirigido a periodistas, con el propósito de fortalecer la cobertura periodística de la justicia restaurativa en el Sistema Integral para la Paz en Colombia.
En esta ocasión, el taller se desarrolló en Cali entre el 1 y el 2 de junio, convocando a 20 periodistas. Fueron abordados los principios y conceptos generales de la justicia restaurativa, se discutieron casos específicos y se brindaron recomendaciones para encontrar temas y nuevos enfoques en este campo. También se reflexionó sobre el papel de los medios en la reparación de las víctimas y la reconciliación.
Este encuentro, dirigido por la periodista Gloria Castrillón, contó con invitados como Juliette Vargas Trujillo, colaboradora científica del Instituto CAPAZ, Laura Rivera Revelo, abogada y socióloga, y el magistrado de la JEP Raúl Sánchez Sánchez.