Durante el taller virtual ‘Contextos inteligentes: periodismo y tecnología en América Latina’, el periodista científico español Luis Quevedo compartió con su colega y compatriota, el periodista tecnológico del diario El Mundo, Ángel Jiménez de Luis, y con el experimentado periodista tecnológico colombiano Wilson Vega, con una carrera de 20 años en el campo, las buenas prácticas que los profesionales de periodismo tecnológico emplean con el fin de conectar con sus audiencias.
La cobertura de tecnología requiere de una mirada profunda para lograr tener un panorama completo y datos relevantes sobre las soluciones ofrece la inclusión de una nueva tecnología. Para ello, el periodista debe conocer y aplicar las buenas prácticas de la profesión, y saberlas adaptar a su entorno y a su audiencia. Por esta razón, Quevedo, Jiménez y Vega, durante el taller, aconsejaron a los periodistas asistentes sobre cómo, para cumplir con el quehacer profesional, transformar una información técnica o aparentemente comercial en una información útil al servicio de la sociedad.
1. La importancia de contar con diversas fuentes
El periodista tecnológico debe considerar siempre que la mayoría de temas requiere de profundidad. Dado que la tecnología es un campo muy especializado, es importante contar con fuentes diversas en todo tipo de sectores y temas, desde inteligencia artificial, programación, hasta realidad virtual u ocio electrónico. Al igual que en el periodismo científico, las fuentes en el periodismo tecnológico no son intercambiables entre áreas del conocimiento. Por esta razón “se debe intentar oír una voz experta buscada entre grandes listas de fuentes para lograr el equilibrio, a través de expertos independientes y académicos”, indicó Jiménez. Asimismo, señaló que se debe tener mucho cuidado con dar voz a los gurús y expertos ‘todistas’: aquellas personas que pretenden saberlo todo sobre un tema.
Otra forma de hallar fuentes útiles es mantener una relación cordial, pero profesional, con los responsables de las empresas, ya que pueden ser claves a la hora de conseguir acceso a ejecutivos, ingenieros o programadores de las compañías, de acuerdo a Jiménez. No obstante, –advierte el periodista del diario El Mundo– debemos ser conscientes de sus intereses y lealtades.
De igual manera, Quevedo resaltó que algunas veces el periodista tecnológico termina siendo invitado como voz experta. En este tipo de situaciones, más allá de dar opiniones, se debe citar y explicar la información tecnocientífica, la misma que proviene de nuestras fuentes. En caso que en alguna situación no se pueda mencionar a la fuente, el comunicador español, señaló que se debe dejar claro el origen de la referencia. Recomendó siempre tener en cuenta la responsabilidad académica y ética al tratar estos temas.
Por su parte, Vega mencionó que, si no se puede cubrir a profundidad los temas de la agenda con especialistas, el periodista debe siempre ser capaz de dar un contexto y proveer de un análisis riguroso del avance tecnológico desde la visión de su audiencia.
Finalmente, Jiménez recomendó acudir a fuentes de información como Twitter, Reddit Technology, Techmeme, Product Hunt, Hacker News, webs, podcasts, newsletters y blogs especializados, por ejemplo: The Verge, Techcrunch, The Information, entre otros.
2. Conocimiento profundo, lenguaje accesible
El periodista tecnológico no tiene que ser un programador o un ingeniero, pero ayuda tener una idea de lo que es la tecnología, por ejemplo, saber qué es posible hacer con un software y qué no. “En temas técnicos, el profesional se debe poner en el lugar de las personas”. Cómo hacerlo o en qué medida dependerá del manual de estilo de cada medio para saber que tipo de información detallada a nivel técnico requiere ser ampliada”, señaló Jiménez.
Por su parte, el periodista colombiano abordó un vicio común en el cubrimiento de estos temas: el problema de tener mucho conocimiento y creer que uno lo sabe todo. Por esta razón, el periodista puede pecar de no ver la relevancia del tema para el público, al creer que no es sorprendente o imaginar que todo está dicho. Aquello, a su vez, le hace pecar de no dar el valor informativo que merece la tecnología.
Igualmente, es importante usar un lenguaje sencillo y cercano a la hora de comunicar. La tecnología no es diferente de cualquier otra disciplina. Los conceptos esenciales se pueden explicar a cualquier audiencia sin necesidad de caer en tecnicismos. “Según la región hay anglicismos y tecnicismos que se permiten o no, pero la idea es que sea lo más accesible posible”, recomendó Jiménez.
Quevedo, por su parte, subrayó que es sumamente importante adaptar el lenguaje de acuerdo al tipo de audiencias. Vega, en ese respecto, sugirió tomar una referencia conocida por todo el colectivo para explicar lo novedoso sin necesariamente referirse a especificidades. Por poner un ejemplo, explicar tamaños de nuevos celulares teniendo en cuenta el referente de una tarjeta de crédito o un alfajor, características que ya están en el imaginario colectivo.
3. Dar información que sea de utilidad para la sociedad
El periodista tiene la responsabilidad de informar, pero antes, de cumplir un deber social. Debido a ello, debe contrastar la información e ir más allá de realizar revisiones sin verificación del contexto. “Hay que hablar con la gente, y descubrir en qué punto en que se conectan las soluciones tecnológicas con la sociedad”, señaló Quevedo.
De la misma forma, es importante comprender –de acuerdo con Vega– que no todo el mundo usa la tecnología igual. Cada usuario usa un equipo dependiendo de sus necesidades y esta mirada debe ser comprendida por quien relata historias de experiencias con la tecnología. El hombre de prensa colombiano sugirió pensar en qué acción haría un niño, una persona mayor o un profesional con una tecnología en particular que usará. “Es fundamental comprender el beneficio que esa persona obtiene con un producto tecnológico. Por ejemplo, una señora adulta mayor podría utilizar el iPad para leer, porque puede ver la letra grande, pero tal vez no sabe o no le interesa emplear otras funciones”, ejemplificó.
El periodismo de tecnología no puede recaer en revisar o evaluar los nuevos dispositivos, sino que tiene la responsabilidad de verificar cuál es el problema real que está resolviendo, más allá de la función específica y a lo novedoso. “Lo que nosotros hacemos debe estar orientado a lo que necesitan los usuarios” resaltó Vega.
Además, Jiménez resaltó que hay un impacto de la tecnología en diversos ámbitos sociales, en la democracia, privacidad, modos de vivir, por esta razón no se puede abordar temas tecnológicos como capítulos aparte de su influencia o afectación directa a las personas o sociedades.
4. Tener una curiosidad latente y una vida digital
Todos los días nacen nuevas herramientas, servicios, redes sociales y plataformas. Como periodista tecnológico, es nuestro deber conocer todas estas herramientas, y eso quiere decir también aprender a usarlas, si es posible, antes de que sean populares, recomendó Vega. También, sugirió vivir en todo momento mirando al futuro, ya que la tecnología se vuelve normal cuando pasa el tiempo. El periodista colombiano menciona que lo asombroso años atrás ya no lo es, y por eso se debe siempre buscar lo que todavía suena extraño y lo que aún no se conoce.
El periodismo de tecnología, adicionalmente, debe complementarse con la credibilidad del profesional que lo ejerce. De igual importancia, ser referente en el área “significa tener una vida digital en el mundo del periodismo, crearla y crecer de manera orgánica” señaló Luis Quevedo. Con ello, el profesional se mantendrá vigente y activo para su audiencia.
Sobre el taller virtual ‘Contextos inteligentes: periodismo y tecnología en América Latina’
Fue realizado del 27 de enero al 4 de febrero de 2021 con la participación de 20 periodistas de tecnología, provenientes de 6 países de América Latina. La actividad contó con la dirección de Luis Quevedo (España), periodista científico galardonado internacionalmente, y la participaciín de los expertos invitados Ángel Jiménez de Luis, periodista especializado en tecnología del diario El Mundo (España); Andrés Velázquez, especialista en ciberseguridad (México); Juliana Gutiérrez, cofundadora de Low Carbón City (Colombia), y Wilson Vega, periodista tecnológico (Colombia).