¿Buscas una buena forma de gastar millones de dólares? Hace algunos años, el Banco Mundial (BM) publicó los hallazgos de un estudio interno que analizó la frecuencia con la que se citaban o descargaban los “productos de conocimiento” centrales del BM (informes de investigación, políticas y asistencia técnica). El propósito del estudio fue obtener una mejor comprensión del impacto y la calidad del trabajo de conocimiento del banco, que constituye una parte central de su misión. Entre los hallazgos: Más del 31% de los informes de políticas nunca se descargaron (ni siquiera una vez) y casi el 87% de los informes de políticas nunca se citaron.

Irónicamente, el hallazgo de que una parte sustancial de la investigación de políticas del Banco Mundial no recibe mucha atención generó mucha atención, gran parte de la cual se centró en el tiempo y los recursos desperdiciados en informes largos (y costosos) que apenas se notan. A los periodistas les encanta destacar el desperdicio, la negligencia y la incompetencia. Pero los titulares podrían haberse centrado en la oportunidad perdida y explorar la cuestión de cómo asegurarse de que se aprovechen vastos tesoros de conocimiento. Sin duda, la investigación del Banco Mundial es heterogénea. Pero, dado el alcance y la amplitud del trabajo de la entidad financiera, que es tanto global como multisectorial, es probable que entre esos informes olvidados se encuentren valiosas fuentes de conocimiento sobre lo que funciona para resolver problemas de desarrollo.

Más del 31 por ciento de los informes de políticas nunca se descargaron (ni siquiera una vez) y casi el 87 por ciento de los informes de políticas nunca se citaron.

Como dice un titular del Washington Post, las soluciones a todos nuestros problemas pueden estar enterradas en archivos PDF que nadie lee. Dejando de lado la hipérbole, puede haber algo de verdad en eso. Si bien se pueden hacer críticas legítimas sobre la máquina burocrática que es el Banco Mundial, es difícil cuestionar la importancia de los problemas que aborda, desde la pobreza hasta la salud global y la adaptación al clima, y ​​el conocimiento de que, a través de su trabajo, posee de forma única. Las lecciones aprendidas por el banco son valiosas para todos nosotros, en particular para aquellos que trabajan en el sector social, un sector en el que las lecciones no aprendidas u olvidadas conducen a la perpetuación de la pobreza extrema, las muertes por enfermedades prevenibles y la pérdida de medios de vida y desastres naturales. El 49% de los informes de políticas incluidos en el estudio tenían el objetivo declarado de "informar el debate público o influir en la comunidad de desarrollo". Según el Banco Mundial, más de la mitad de ellos no cumplieron plenamente ese objetivo.

Y el Banco Mundial no está solo. Muchas organizaciones (organizaciones sin fines de lucro, institutos de investigación, fundaciones, grupos de expertos) invierten en investigaciones que están destinadas a ser compartidas pero que nunca salen a la luz. Con demasiada frecuencia, la difusión se considera como algo que ocurre orgánicamente después de los hechos, más que como un componente del proceso de investigación en sí. Como resultado, muchas ideas potencialmente esclarecedoras permanecen ocultas a la vista. Un hallazgo del estudio del Banco Mundial en particular ilustra la diferencia entre la difusión activa y pasiva. El banco descubrió que los informes publicados a través de su Online Media Briefing Center (OMBC), que lanza comunicados de prensa accesibles a los periodistas antes de la publicación del informe, obtuvieron significativamente más descargas y citas que aquellos que no lo fueron (casi el doble del número de descargas y más de siete multiplicado por el número de citas).

Como dijo un titular del Washington Post, las soluciones a todos nuestros problemas pueden estar enterradas en archivos PDF que nadie lee .

 Parte de la nuestra misión en la Red de Periodismo de Soluciones (Solutions Journalism Network, SJN por sus siglas en inglés) es conectar a los periodistas con este conocimiento latente con la esperanza de que surjan historias de interés periodístico sobre posibles soluciones. De los informes incluidos en el estudio del Banco Mundial, los que no fueron promovidos por OMBC fueron citados un promedio de 0.9 veces, y los promocionados por OMBC fueron citados un promedio de siete veces. De este último grupo, un informe también fue acompañado por un artículo de opinión del New York Times. Fue citado 51 veces. El periodismo juega un papel singularmente poderoso en la difusión de ideas. En esencia, se trata de transmitir información, incluida la información que puede ayudar a impulsar el cambio social. Como dijo el cofundador de SJN, David Bornstein, en su columna del New York Times ¿Por qué también importa el periodismo de soluciones?: “Si pensamos en los 'medios' como un mecanismo de retroalimentación para la sociedad, entonces, como cualquier mecanismo de retroalimentación, puede alentar o inhibir todo tipo de cosas. Según lo que se destaque y lo que se pase por alto, y cómo se enmarquen las historias, los medios pueden acelerar el progreso social o hacer todo lo contrario". La SJN busca legitimar y difundir la práctica del periodismo de soluciones: reportajes críticos y lúcidos sobre respuestas a problemas sociales. Cuando se hace bien, este tipo de periodismo proporciona información valiosa sobre cómo la sociedad puede abordar mejor los problemas.

Como muestra el estudio del Banco Mundial, existen depósitos de investigación que los periodistas pueden aprovechar para producir historias importantes y convincentes. No todas las investigaciones tendrán perspectivas de interés periodístico; pero algunas lo harán, y esas historias se pasan por alto sistemáticamente. Para que esto cambie, las organizaciones que operan en la primera línea del sector social deben ser más deliberadas en la difusión del conocimiento que producen. Se trata de acceso, pero también de facilidad de uso. Por ejemplo, es bien sabido en medicina que las personas comprenden los riesgos absolutos de enfermedad mucho mejor que los riesgos relativos. Presentar la investigación de una manera clara, confiable, digerible y memorable es especialmente importante en un mundo donde las personas están abrumadas por la información y el ritmo de la comunicación se acelera constantemente.

No todas las investigaciones tendrán perspectivas de interés periodístico; pero algunos lo harán, y esas historias se pasan por alto sistemáticamente.

Por su parte, los periodistas deben asumir un papel más amplio para sí mismos que el de "perro guardián" de la sociedad, cuyo único propósito es exponer la corrupción y los delitos. En este papel re-imaginado, los periodistas se esfuerzan tanto en comprender qué ha funcionado y por qué como en buscar lo que no ha funcionado y por qué. Una forma de hacerlo es aprovechar el conocimiento del sector social. Las soluciones a todos nuestros problemas nunca se encontrarán en un PDF, pero una o dos ideas que nos acerquen a uno bien pueden serlo.

Sobre el proyecto de periodismo de soluciones en América Latina

La Fundación Gabo y la Red de Periodismo de Soluciones (SJN, por sus siglas en inglés) trabajan en alianza en un proyecto que busca formar e incentivar a los periodistas de América Latina a la aplicación del periodismo de soluciones, enfoque que busca investigar y narrar historias que aborden las respuestas que dan o podrían dar los ciudadanos e instituciones a problemas sociales en la región.

El proyecto, apoyado por la Fundación Tinker, contempla la difusión y apropiación de herramientas y guías, así como la realización de actividades de formación como talleres, seminarios virtuales y el desarrollo de espacios aprendizaje en las redacciones de algunos medios de comunicación de la región interesados experimentar con esta modalidad.