El pasado jueves 13 de octubre el periódico The New York Times (NYT) se negó a retractarse por un artículo publicado en su versión digital e impresa, en el cual dos mujeres acusaban al empresario y candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, de haberlas tocado inapropiadamente.
El candidato y su abogado pidieron a NYT que se retractaran del artículo y amenazaron con demandar al medio en caso de no hacerlo.
La respuesta del NYT fue inmediata y determinante: “Nos abstenemos de hacerlo”.
Lo que argumentó Trump es que la información era falsa y que con ella se dañaba su imagen.
Lo que respondió NYT, en palabras de su director, es que ante una grabación que se hizo pública en la que Trump alardeaba sobre su comportamiento sexual con las mujeres, las acusaciones publicadas por el medio respondían a un interés legítimo y de servicio, tratándose de un personaje que aspira a la presidencia del país.
¿Tiene la razón el candidato Trump y su abogado de pedir que NYT se retracte?
¿Tiene la razón el NYT de no hacerlo?
Una respuesta a esta polémica la ha dado la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (Corte), organismo que en una sentencia de 2004 estableció que las personas que influyen en cuestiones de interés público están expuestas a un mayor escrutinio y por siguiente el margen de ser objeto de críticas debe ser mayor.
“Sus actividades salen del dominio de la esfera privada para insertarse en la esfera del debate público”, ha señalado la Corte.
Los integrantes del máximo órgano de justicia en materia de derechos humanos recomiendan que los señalamientos, contra estos personajes, sean fundados “en el interés público de sus actividades o actuaciones”.
Bajo ese principio, y ante las palabras del propio candidato republicano sobre su comportamiento sexual, las declaraciones de las dos mujeres son parte del servicio que refiere el NYC y el escrutinio que defiende la Corte, aun cuando se trate de señalamientos que no han sido juzgados.
Hasta ahora el candidato Trump no ha dicho si demandara o se abstendrá de hacerlo, de proceder lo más probable es que NYT se mantenga en la misma postura, lo que daría inicio a un juicio civil.
Basados en la sentencia de la Corte Interamericana la demanda tendría que ser rechazada, pero eso dependerá del criterio jurídico que utilicen los jueces que atiendan el asunto, en el hipotético caso de presentarse la denuncia.
Lo único cierto hasta el momento es que el NYT no se ha retractado de la petición de Trump, pues a poco menos de tres semanas de las elecciones presidenciales consideran que informar sobre su comportamiento sexual cumple con el rol de servicio social informativo y de mayor escrutinio de los personajes públicos, derecho protegido por la Corte Interamericana.
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