¿Campañas electorales en puerta? Cómo no sucumbir a las filtraciones

¿Campañas electorales en puerta? Cómo no sucumbir a las filtraciones

Este año en México se celebraran elecciones en diferentes entidades y municipios del país. Se trata de un momento crucial para la vida democrática del país por tratarse de votaciones intermedias previo a la contienda presidencial de 2018.
Fotografía: Gaffey en Pixabay | Usada bajo licencia Creative Commons
Francisco Sandoval Alarcón

Este año en México se celebraran elecciones en diferentes entidades y municipios de México. Se trata de un momento crucial para la vida democrática del país por tratarse de votaciones intermedias previo a la contienda presidencial de 2018.

Momento estratégico también para que partidos políticos y sus representantes, que buscan posicionar un discurso y sus propuestas en los medios de comunicación. Tratan de utilizarlos.

En elecciones pasadas se han presentado casos donde medios y periodistas han sido utilizados para lanzar acusaciones sin fuente o no corroborada sobre la vida privada de candidatos y políticos, lo que les ha valido -en algunos casos- demandas por difamación.

Si bien las relatorías de libertad de expresión dicen que en el caso de los políticos éstos deben estar más expuestos al escrutinio público, también es cierto que en todo momento los medios y periodistas deben investigar ese tipo de señalamientos.

Es muy frecuente que en época electoral se filtren videos, conversaciones, fotografías o dossiers a través de blogs, páginas de videos y redes sociales que tocan temas sensibles o privados relacionados con la vida de candidatos y políticos. Se trata de una práctica común que se acelera a semanas o días de culminar la contienda. Práctica común también que en ese contexto, los medios (no todos aclaro), retoman la información sin cuestionarse la forma en que fue obtenida o los intereses ocultos.

¿Qué hacer?

No basta con retomar el video o la conversación argumentando que fue obtenido “a través de redes sociales”; es vital corroborar los datos y transparentar el proceso por el que cual fue obtenido.

Los lectores esperan encontrar información confiable y el periodista o medios tienen la obligación de proporcionarla.

Ya sea porque no se quieren quedar fuera de la agenda informativa o porque tal vez tenga dudas de la información proporcionada (o por agenda oculta), hay medios que publican la información sin ningún tipo de filtro editorial.

Lo más honesto en caso de sucumbir es informar al lector cómo se obtuvo la información. Para eso, tengamos en consideración que las cuentas creadas en redes sociales y páginas de videos dejan huella. Las crean personas. Algunas lo hacen desde el anonimato, pero otras no.

Es importante checar los perfiles, verificar en que fechas fueron creadas, qué es lo que publica dicho perfil, tratar de investigar quién es y saber qué tipo de intereses tiene.

Si se trata de una cuenta anónima que nunca publica nada o que siempre publica escándalos, lo mejor es decírselo al lector quien seguramente sacara sus propias conclusiones.

Además siempre debemos preguntarnos lo siguiente: ¿quién gana y quién pierde con las acusaciones? ¿Hay denuncias formales sobre los hechos denunciados? ¿Quién es la fuente? ¿Cuál es el interés público de la información? Y por último: Tener claro el contexto.

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