Ir a Fundación Gabo
Cuerpos sin vida tendidos sobre Las Ramblas, sangre sobre el asfalto, policías empuñando sus armas, turistas llorando desconsolados. Las imágenes del atentado de la semana pasada en Barcelona son dolorosas, y es habitual que nos preguntemos si era necesaria su publicación, o si al hacerlo caemos en el sensacionalismo.
Algo similar sucedió el año pasado, cuando el embajador ruso fue asesinado en un museo de Turquía, en donde un fotógrafo de prensa captó las impresionantes imágenes de la tragedia. Muchos se preguntaron si la publicación de las imágenes era hacerle apología al terrorismo.
Pero en esta ocasión una columna de opinión ha sentado una postura que es radical, pero igualmente válida. Se titula ‘Publicar fotos terribles es nuestro deber’, y fue escrita por Iñaki Gil del diario El Mundo.
“Es lícito publicar fotos terribles de un atentado. Se puede y hasta se debe. Está en el Adn y en la deontología del periodismo. Periodismo es, básicamente, contar lo que pasa. Una fotografía de prensa es un material informativo, no estético”, argumenta Gil, vicedirector del diario español.
¿Es deber del periodismo publicar fotos terribles? ¿Por qué hay que sustraer al lector esa visión? ¿Quién es el árbitro de lo admisible y del mal gusto? ¿La publicación de estas imágenes irrespeta a las víctimas del atentado? ¿Es hacerle apología al terrorismo la publicación de estas imágenes? ¿Está bien publicar el video que muestra el momento en que el autor de un atentado es abatido por las autoridades? ¿En qué momento se cae en el sensacionalismo al publicar imágenes de un atentado?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de la cuenta @Etica participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Momento de Twitter.
Publicar imágenes de un atentado, ¿deber del periodismo?
La Red Ética Segura es posible gracias a la alianza entre la FNPI, Grupo Bancolombia y Grupo SURA, la cual propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio periodístico.