El caso de Crystal Cox, una bloguera norteamericana que dirige varios portales web sobre asuntos financieros, que fue condenada a pagar una multa de 2,5 millones de dólares, haciendo que miles de colegas suyos alrededor del mundo se pregunten si las leyes de libertad de prensa deberían cubrir también a los blogueros.
El caso se remonta a enero de este año, cuando la firma de inversiones Obsidian Finance Group decidió llevar a Cox ante los tribunales acusándola de difamación, pues en sus blogs había publicado varios artículos criticando duramente a la empresa.
Cox, que dirige los blogs industrywhistleblower.com, judicialhellhole.com y obsidianfinancesucks.com, no contrató un abogado para su defensa y se presentó sola ante la corte, argumentando que las leyes de libertad de expresión la protegían.
Sin embargo, la sentencia emitida esta semana por el juez Marco Hernández, de la corte de justicia del estado de Oregon, concluyó que este post específico de Cox era difamatorio pues presentaba opiniones negativas sin basarse en hechos comprobados. En consecuencia, si no revelaba cuáles eran sus fuentes, debía reparar con 2,5 millones de dólares por daños y perjuicios a la firma inversionista.
“Cox no pudo probar que las denuncias que hizo en su blog eran verdaderas y no actos de difamación, así como tampoco pudo transferir la responsabilidad a otra fuente y librarse de toda culpabilidad”, sentenció el juez Hernández.
Uno de los apartes más debatidos de la sentencia tiene que ver con la falta de filiación de Cox con un medio de comunicación. “A pesar de que la acusada se presentó como una bloguera investigativa, no pudo demostrar que estuviera afiliada a un periódico, revista, panfleto, servicio de noticias, sindicato periodístico, estación de radio o sistema de televisión. En consecuencia, no puede alegar las protecciones que la ley le ofrece a periodistas”.
Ante la decisión, Cox ha optado por dar declaraciones a varios medios de comunicación, manifestando su preocupación por las consecuencias que la condena pueda tener en procesos jurídicos contra otros blogueros norteamericanos.
“Esto debería preocupar a todos los que escriben en internet”, dijo Cox al diario Seattle Post.
Para reflexionar:
¿Deberían las leyes de libertad de prensa cobijar también a los blogueros que no son periodistas?
¿Cree usted que el caso de Crystal Cox afectará la libertad de expresión a través de internet?