Ha producido numerosas reacciones entre nuestros seguidores en redes sociales el artículo donde explicamos los motivos por los que el New York Times prohibió a sus periodistas manifestar sus opiniones políticas en redes sociales, ahora que Estados Unidos vive la recta final de la campaña presidencial.
“Las personas que siguen a miembros de la redacción del Times en redes sociales esperan que se trate de personas bien informadas y reflexivas. Sin embargo, debemos dejar la editorialización a nuestros colegas de la sección de Opinión”, dijo Phil Corbett, editor de estándares del diario norteamericano en un memorando dirigido a toda la redacción.
Como una violación a la libertad de expresión fue calificado el lineamiento del New York Times por algunos; mientras que otros lo vieron como una decisión acertada o más bien inevitable.
“La autocensura puede ser perfectamente asumible tanto como es inevitable. Para nada es mordaza”, comentó Miguel Ángel Bastenier en Twitter, donde luego añadió “el director del diario puede prohibir lo que quiera y los columnistas irse a otro sitio”.
“¿Es una violación a la libertad de expresión? ¿Es un abuso injustificado? ¿Cómo el medio puede procurar la preservación de su credibilidad ante el riesgo de que las opiniones de sus periodistas terminen generando una imagen de sesgo en ciertos temas? ¿Puede un medio pretender que en defensa de su interés es válido aplastar el derecho de un individuo a expresarse, aunque trabaje para ese medio?”, fueron las preguntas que se formuló Ricardo Vaquerano al compartir el artículo en Facebook.
“Ese memo deberíamos enviarlo a todas las redacciones de periodicos locales y noticieros de TV y radio panameños”, opinó en Facebook Anastasio Puertas.
A propósito de lo sucedido al interior del New York Times, queremos dedicar nuestro tuitdebate de esta semana a comentar sobre la conveniencia (o inconveniencia) de prohibirle a los periodistas que trabajan para un medio de comunicación el expresar sus opiniones políticas en redes sociales.
¿Está bien hacerlo? ¿Es un atentado contra la libertad de expresión? ¿Lesiona la objetividad de un medio que sus periodistas anden manifestando sus puntos de vista políticos en Twitter? ¿O por el contrario la fortalece? ¿Debería ser esta una prohibición permanente o solo durante época electoral? ¿Debería prohibirse el expresar opiniones sobre otros asuntos además del político? ¿Es correcto que la prohibición incluya el compartir noticias y memes que hablen bien o mal de un político? ¿Acaso los perfiles personales de los periodistas en redes sociales no deberían ser un espacio donde puedan expresarse con total libertad?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de la cuenta @EticaSegura participaron en uno más de nuestros tuitdebates semanales usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Storify.
La Red Ética Segura es posible gracias a la alianza entre la FNPI, Grupo Bancolombia y Grupo SURA, la cual propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio periodístico.