Cuando la salud del gobernante de un país falla, con frecuencia fallan también los estándares éticos de periodistas y medios de comunicación. Basta con recordar lo sucedido con la enfermedad que acabó con la vida del presidente venezolano Hugo Chávez.
En Colombia, la convulsión y posterior desmayo sufridos la semana pasada por el vicepresidente Germán Vargas Lleras en un acto público, dio lugar a que en la prensa comenzaran a generarse todo tipo de especulaciones sobre su estado de salud.
Los problemas de salud de los gobernantes plantean con frecuencia dilemas éticos que vale la pena debatir, para tratar de establecer límites, normas y recomendaciones que nos permitan aprender de los errores cometidos en el pasado, evitando así cometerlos nuevamente en el futuro.
¿Cómo informar sobre los problemas de salud de un gobernante? ¿Debería ser de público conocimiento el historial médico de los presidentes? ¿A qué fuentes se debe consultar cuando la salud de un gobernante falla? ¿Qué hacer cuando el gobierno ofrece poca o ninguna información sobre el estado de salud de un funcionario público? ¿Cómo informar sobre los problemas de salud de un gobernante sin dar la impresión de querer usar la situación con fines políticos? ¿Qué precauciones hay que tener para no herir la susceptibilidad de los familiares del enfermo?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de la cuenta @EticaSegura participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Storify:
La Red Ética Segura hace parte de la alianza Ética Segura, de la FNPI y el Grupo SURA, que propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio.