La ética prima sobre la estética en la infografía periodística: Alberto Cairo

La ética prima sobre la estética en la infografía periodística: Alberto Cairo

Alberto Cairo, experto en gráficos Informativos, explica la importancia de la ética al momento de realizar productos gráficos que no engañen o confundan a los ciudadanos.
“Estamos asistiendo a un auge de la visualización de información”, dice Cairo.

La funcionalidad, eficiencia y originalidad suelen ser los conceptos que se buscan primordialmente al elaborar una infografía que ilustre un artículo periodístico. Sin embargo, la ética es un concepto que no debe dejarse por fuera, según afirma Alberto Cairo.

En entrevista concedida a la Red Ética Segura, el profesor Cairo, quien dicta la clase de Gráficos Informativos y Visualización en la Universidad de Miami, expuso las principales ideas del último capítulo del Curso Masivo Abierto En Línea (MOOC, por sus siglas en inglés) sobre visualización de datos que él ha dictado ya en tres ediciones con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas.

Cairo, que ha trabajado  como jefe de infografías en medios como El Mundo de España y la revista Época de Brasil, además de ser autor del libro "El Arte Funcional, infografías y visualización de información”, compartió durante la entrevista sus principales preocupaciones respecto al uso que actualmente se le está dando a las infografías para viralizar contenidos publicitarios disfrazados de información periodística.

“Hay un enorme problema ético. Hay gráficos que mienten y confunden a sus lectores. Es responsabilidad de quienes estamos desde hace mucho tiempo en el mundo de la infografía, el escribir contra esta tendencia y este tipo de infográficos que son utilizados para publicidad y mercadeo sin ningún tipo de vergüenza”, afirmó Cairo (@AlbertoCairo) en conversación con Hernán Restrepo, gestor de contenidos de la Red Ética de la FNPI.

Hernán Restrepo (HR): En el MOOC del Centro Knight para Periodismo en Las Américas que usted ha dictado ya varias veces, siempre incluye un capítulo al final sobre la ética en la visualización de datos. ¿Podría resumirnos, sus principales preocupaciones éticas en la elaboración de infografías?

Alberto Cairo (AC): La infografía periodística en sus orígenes no era considerada una variedad periodística, sino de arte. Y si uno va a las redacciones de América Latina, a los departamentos de infografía se les llama departamentos de arte. Yo soy muy cuidadoso con la palabra “arte”, porque lo que yo hago lo considero periodismo y no arte. Esto tiene unas consecuencias muy serias. La principal de ellas es que las mismas reglas éticas que se aplican al periodismo, tales como la contrastación de fuentes y el compromiso con la verdad, deben ser aplicadas también a la representación visual de la información. Desgraciadamente, lo que sucede en muchísimos países del mundo es que la infografía se considera un trabajo de diseño gráfico, con lo cual los editores piensan que dentro de las infografías uno puede tomarse más libertades estilísticas y éticas que en un texto escrito. Pero esto no tiene que ser así. Uno tiene que ser igualmente estricto al hacer una infografía que al hacer un artículo periodístico.

HR: ¿Entonces podemos decir que hay alguna relación entre la estética y la ética en las infografías?

AC: Hay que pensar principalmente en lo ético. Desde luego la infografía tiene una dimensión estética. Pero esta dimensión estética es exactamente igual que la de un texto periodístico, que debe estar bien escrito, ser atractivo, agradable de leer. Pero esto no debe llevar nunca a comprometer la estructura de la realidad que se describe dentro de ese texto. La ética es el esqueleto de la infografía. Y si uno no tiene el esqueleto, no importa cuán atractiva sea la piel que le pongas encima a esa estructura. Esa debe ser la prioridad del infografista, pensar como un periodista, y también como un científico o un ingeniero. La infografía es ingeniería visual de la información para ayudarles a los lectores a acceder a lo que se oculta tras la complejidad de los datos. Después de haber creado una estructura narrativa, después de haberse asegurado de que todo lo que se muestra corresponde a la realidad, después de asegurarse que las formas gráficas que uno está usando son las adecuadas, ahí sí puede preocuparse por hacer la infografía más bonita.

HR: Entonces así sea un programador, artista o diseñador gráfico quien hace una infografía, ¿se requiere que tenga alguna formación periodística?

AC: Ese es uno de los temas principales que abordo en mi página web, en mi libro y mis clases. A mí no me importa quién haga la infografía. Hay grandes artistas que hacen excelentes infografías. Por ejemplo Jaime Serra en La Vanguardia, Fernando Baptista en National Geographic, que son grandes artistas plásticos. Ahora bien, ellos no olvidan el objetivo principal de las infografías, que es informar. Solo después de eso son artistas. Lo importante no es tener un diploma de periodista, pero sí cabeza de periodista. Del otro lado, los reporteros tradicionales tienen que acostumbrarse a ver la infografía como un vehículo periodístico y no como una ilustración para rellenar un espacio disponible en la página. La infografía debe ser un vehículo para contar historias y transmitir información que le sirva al lector para algo en su vida diaria.

HR: ¿Ha encontrado la infografía un nuevo aire, un nuevo impulso gracias a internet y a las posibilidades de interactividad que ahora están disponibles?

AC: Desde luego. Hoy en día estamos atravesando un boom debido a varios factores diferentes. Pero no es solo internet. Sino también que hay mucha gente desarrollando herramientas que le permiten a la gente, así no tenga formación como periodista o diseñador gráfico, crear buenas infografías. Me refiero a herramientas como Tableau o Google Fusion Tables, que democratizan la posibilidad de crear infografías. Esto lleva simultáneamente a desafíos, obstáculos y problemas, pues estamos asistiendo a un auge de infografías que no son realmente infografías, que no muestran la realidad por detrás de los datos, que están basadas en evidencia un poco “cogida por los pelos” como decimos en España, que no tienen un contenido periodístico adecuado. Son simplemente ilustraciones bonitas de leer, pero sin valor informativo alguno. Esto evidencia falta de conocimiento en áreas como estadística, cartografía y matemáticas.

HR: ¿Se están entonces utilizando las infografías para hacer publicidad disfrazada de información y propaganda hoy en día?

AC: Hay un enorme problema ético. Sobre esto he escrito en un artículo para un libro que aparecerá en 2014 con editorial Springer que trata precisamente de este asunto, de la forma en que este tipo de gráficos mienten o confunden a sus lectores. Creo que es responsabilidad de quienes estamos desde hace mucho tiempo en el mundo de la infografía, el escribir contra esta tendencia y este tipo de infográficos usados para publicidad y mercadeo sin ningún tipo de vergüenza. Ahora bien, no es una tendencia nueva. Hace poco escribí un artículo para mi página web TheFunctionalArt.com sobre infográficos hechos en la Unión Soviética durante los años de la Guerra Fría. El parecido con los gráficos que vemos hoy para hacer marketing es llamativo. Los nazis durante la Segunda Guerra Mundial también usaron gráficos, mapas y tablas estadísticas con fines promocionales. Ojear a la historia de la propia infografía también nos ayuda a identificar ese tipo de gráficos que en mi opinión deben ser criticados con toda la agresividad posible.

HR: ¿La crisis de los medios tradicionales está afectando de alguna manera el volumen o número de infografías que se publican?

AC: Sucede en los medios de comunicación impresos. Pero al mismo tiempo estamos asistiendo a un auge de la visualización de información y la infografía en áreas que no son necesariamente periodísticas, pero que comparten ciertos valores con la infografía periodística tradicional. Hoy en día, si uno sabe de infografía clásica y al mismo tiempo tiene conocimientos de programación, es muy fácil encontrar un empleo. Tal vez no en medios de comunicación tradicionales, pero sí en Organizaciones No Gubernamentales o agencias del gobierno. En Estados Unidos, si hay un área donde continúan contratando y no despidiendo personal, es en ésta que combina las habilidades de la infografía tradicional con las nuevas habilidades de la infografía interactiva o visualización de datos.

HR: En su labor como profesor, ¿qué ha detectado como la principal necesidad de formación de los estudiantes de comunicación y periodismo?

AC: La principal carencia solía estar en comunicación visual. No desde el punto de vista teórico, sino práctico. Pero eso ya se está solucionando. Lo que falta ahora es aumentar la cultura numérica o estadística de los estudiantes. Para mí es inaceptable hoy en día que un estudiante de periodismo pueda obtener su diploma sin un conocimiento adecuado de estadística, matemática, lógica y método científico. El mundo se está volviendo cada vez más complejo, estamos teniendo acceso cada vez a más datos, y es inaceptable que aquellos profesionales que en teoría deberían estar encargados de manejar esa complejidad y entregarla a los lectores, carezcan de las herramientas conceptuales para hacer esa labor. Hay que enseñar a los estudiantes habilidades como leer y analizar bases de datos, o comprender un artículo científico.

HR: La FNPI le otorgó el año pasado a Giannina Segnini del diario La Nación de Costa Rica el premio a laExcelencia Periodística por su labor en el área de periodismo de datos. ¿Se necesitan más reconocimientos de este tipo?

AC: El premio a Giannina fue una de las mejores noticias que he recibido en los últimos años porque lanza luz sobre un fenómeno que está sucediendo ahora dentro de algunas redacciones, que es el crecimiento de estos departamentos de periodismo de investigación, que se basan en los métodos tradicionales del periodismo investigativo, pero que también han invertido en desarrollar métodos que no eran muy comunes, como el cruzar bases de datos, tener sociólogos, estadísticas y programadores que nos ayuden a darle vida a esos datos. Este tipo de “periodismo asistido por computadoras” era muy común en Estados Unidos, pero en Latinoamérica no. Entonces lo que Giannina está haciendo, al igual que O Estado de São Paulo y La Nación de Argentina, es desarrollar este tipo de departamentos y luchar todos los días por impulsar este tipo de periodismo que va a definir parte del futuro de nuestro oficio. Si uno les echa una ojeada a los ganadores de los Pulitzer en los últimos años, va a encontrar muchos ejemplos de este tipo de periodismo. El South Florida Sun Sentinel, por ejemplo, ganó un Pulitzer por una cobertura sobre policías que superaban el límite de velocidad en las carreteras. Y esa investigación se hizo toda a partir de un análisis de las bases de datos. Creo que ya es hora de que este tipo de periodismo se impulse y se invierta en él en otros países del mundo, especialmente de habla hispana y portuguesa, donde es muy poco común. Hoy en día no podemos sobrevivir como controladores de las entidades públicas o de los poderosos si no tenemos un conocimiento de cómo se manejan estos datos.

Vea a continuación los cinco videos (en inglés) que componen la lección de Alberto Cairo sobre la ética en la infografía periodística, elaborados para el curso online que ha dictado para el Centro Knight para Periodismo en las Américas:

 

 

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