Es necesaria una mirada más histórica, contextualizada y profunda desde el periodismo que cubre asuntos educativos. La sentencia es de Antonio Gois, periodista brasilero que conduce el taller virtual ‘Periodismo sobre educación: contar más allá de las cifras’, organizado por la Fundación Gabo en alianza con la Fundación Tinker, y que se realiza desde el martes 5 hasta el jueves 14 de julio.
A juicio de Gois, en una región en la que muchos países ya superan los dos siglos de independencia, vivimos un retraso histórico en educación y eso incrementa la incomprensión de los problemas sociales, especialmente la desigualdad.
Considera que es necesario comprender el pasado para contar bien la realidad actual, porque la desigualdad y el retraso de nuestros sistemas educativos tienen raíces históricas. Explica, además, que un error muy frecuente de la prensa en la región consiste en haber generado la idea en la sociedad de que, en nuestros sistemas educativos, todo es malo.
Según el experto en periodismo en educación, algunas decisiones trascendentales de las sociedades latinoamericanas han sido tomadas desde ese desánimo generado, entre otros actores, por los medios de comunicación. “La idea de que era necesario cambiar todo porque todo estaba mal nos ha hecho mucho daño”, precisa Gois.
Equilibrio informativo
En ese sentido, advierte que, si bien se han cometido muchos errores en el sector educativo de los países latinoamericanos, también ha habido muchos aciertos que casi nunca tienen eco en los medios y mucho menos en los más influyentes.
“Hay problemas, y muchos, pero también se han dado progresos importantes”, dice, y agrega que es urgente tratar de establecer un justo equilibrio, un balance en los contenidos informativos que permita descubrir errores y cuestionarlos, pero que también visibilice aciertos y conquistas. “El mensaje está llegando a la gente de tal manera que puede generar decisiones equivocadas, fruto de la desesperanza o la desesperación”, advierte Gois.
Crisis heredada
Para Antonio Gois, la crisis de la educación latinoamericana ha sido heredada de nacimiento. Se apoya en el estudio sobre Ciencias del Desarrollo publicado en 2013 por Fernald y Weisleder, según el cual, desde los 18 meses de nacido se puede observar diferencia en el vocabulario de un niño en una familia desescolarizada frente a un niño en un hogar que ha recibido educación.
“Muchos de los buenos o malos resultados evaluativos de los niños tienen más que ver con quiénes son sus padres o con las condiciones de su entorno familiar, y no tanto con lo que ofrecen las escuelas y, en ese orden, si los periodistas no contextualizamos bien estamos siendo injustos”, explica.
En efecto, hasta finales del siglo XX, la educación en los países latinoamericanos tuvo como punto de partida la desigualdad, representada en realidades innegables como propiedad de la tierra en pocas manos, mano de obra esclava, ingreso per cápita muy bajo y democracia restringida, porque muy pocos tenían acceso al voto. De alguna manera, solo las élites tenían acceso a la educación y esas situaciones plantean un desequilibrio de muchos años.
Niños y niñas de la periferia, los más afectados
De otro lado, como parte de esta crisis histórica, Gois cita el acceso desigual de niños, niñas y adolescentes a las escuelas, así como la distribución, también desigual, de maestros en escuelas urbanas y rurales. “En nuestros países no ha habido política de equidad en esas asignaciones y los que más padecen son los estudiantes de la periferia”, dice.
Expresa que, durante mucho tiempo, los maestros más experimentados elegían prácticamente las clases que habrían de orientar y hasta las escuelas a las que serían asignados, privilegiando su comodidad, en términos de facilidades de acceso y condiciones locativas, entre otros aspectos; y perjudicando a los que más han necesitado mejores condiciones educativas: los niños históricamente vulnerados, los de provincia, los de escenarios rurales, los de poblados apartados, los de escasos recursos.
Los que más necesitaban fueron los que menos tuvieron, tanto en cantidad como en calidad de docentes y de escuelas; es decir, los niños en situaciones vulnerables eran los que sufrían más.
Destaca Gois que se trata de una característica muy fuerte que ha golpeado la calidad de la educación en nuestros países. Explica que, si bien en las últimas décadas la mayoría de los gobiernos nacionales de la región han tratado de mejorar esa situación, aún se conocen experiencias que mantienen esta desigualdad, sobre todo en el ámbito rural.
Periodismo de soluciones
En ese orden, Gois expresa que el debate de la política educativa no se puede hacer apartado de la discusión de los derechos de acceso y que, tanto en uno como en otro escenario, el periodismo juega un papel fundamental.
“La desigualdad de la educación en Latinoamérica ha sido construida históricamente y el periodista tiene que ser consciente de esta realidad, de manera que desde sus historias ofrezca información con contexto, que ayude a cerrar la larga brecha de desigualdades en la región”, puntualiza.
Sobre Antônio Gois
Es periodista especializado en temas de educación desde 1996, columnista de educación del diario brasileño O Globo y fue el primer presidente de Jeduca, la Asociación de Periodistas de Educación de Brasil. Fue ganador de los premios Folha, Andifes, Esso, Embratel y Abdias Nascimento. Autor de los libros Quatro Décadas de Gestão Educacional no Brasil, con testimonios de exministros de Educación, y Líderes na Escola: qué hacen los buenos directores y cómo los mejores sistemas educativos en el mundo los seleccionan, forman y apoyan. Fue miembro de los programas Knight Wallace Fellows de la Universidad de Michigan y de la Spencer Education Journalism Fellowship de la Universidad de Columbia. Este año publicará el libro “O Ponto a Que Chegamos: doscientos años de atraso educativo en Brasil y su impacto en las políticas actuales”.
Sobre el taller
El taller virtual ‘Periodismo sobre educación: contar más allá de las cifras’, organizado por la Fundación Gabo en alianza con la Fundación Tinker, se realizó los días 5, 6, 7, 12 y 14 de julio de 2022, bajo la conducción del periodista brasileño Antonio Gois, director y fundador de la Asociación de Periodistas de la Educación (Jeduca). En la actividad participaron 18 periodistas Sudamérica, quienes profundizaron sobre cómo cubrir, visibilizar y explicar las realidades del sector educativo en la región.