La fotografía ganadora del Premio World Press Photo 2013 ha suscitado sospechas de su legitimidad generando un debate acerca de su autenticidad y falta de retoque fotográfico.
Hansen ha afirmado en declaraciones publicadas por el diario alemán Spiegel que la “mágica luz en ese callejón de Gaza era el tipo de luz que un fotógrafo solo captura una vez cada pocos años, y no algo creado luego del hecho por un computador”.