Decir que el coronavirus ha cambiado al mundo no es una novedad. Pero resulta sorprendente que haya cambiado en tan poco tiempo la manera en que accedemos a las noticias. Así lo demuestra un estudio publicado por el Instituto Reuters de la Universidad de Oxford.
Titulado “Navigating the ‘infodemic’: how people in six countries access and rate news and information about coronavirus” (Navegando la ‘infodemia’: cómo las personas de seis países acceden y califican las noticias y la desinformación sobre el coronavirus), el estudio explora cómo se están informando los ciudadanos sobre el avance del COVID-19 en Argentina, Corea del Sur, Estados Unidos, España, Inglaterra y Alemania.
“Todavía no tenemos una vacuna contra el virus, pero al menos ahora sabemos que el acceso a información precisa, relevante y confiable puede ayudar a combatir la 'infodemia' y, por lo tanto, ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas y a sus sociedades”, se afirma en las conclusiones del estudio liderado por el profesor Rasmus Kleis Nielsen.
Figura: Qué medios prefieren para informarse sobre el coronavirus.
El principal hallazgo del estudio era de esperarse: el consumo de noticias ha aumentado alrededor del mundo debido al coronavirus. ¿Pero cuáles son los canales preferidos por las audiencias para acceder a información fiable? ¿Qué tanto les preocupa la desinformación de salud que ronda en redes sociales? ¿Qué tanto le creen a los medios tradicionales y al gobierno? Estas son algunas de las preguntas que se responden en el estudio, del cual destacamos sus principales hallazgos.
• En los seis países, las personas con bajos niveles de educación formal confían poco en las organizaciones de noticias tradicionales, y prefieren acceder a información sobre el coronavirus a través de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería.
• En todos los países cubiertos, todos los grupos de edad, niveles de educación y orillas políticas califican a los científicos, médicos y otros expertos en salud como fuentes confiables de información sobre el coronavirus. Las tres cuartas partes de los encuestados confían en las instituciones de salud pública, la mayoría de los encuestados califica a las organizaciones de noticias como relativamente confiables, y en todos los países, aparte de España y Estados Unidos, la mayoría califica también a su gobierno nacional como confiable.
• Existen diferencias políticas significativas en la confianza en las organizaciones de noticias y en el gobierno, especialmente en los Estados Unidos, donde la gente de izquierda confía en las organizaciones de noticias mucho más de lo que confía en el gobierno, y las personas de la derecha confían en el gobierno mucho más de lo que confían en los medios de comunicación.
• Respecto a la información falsa o engañosa sobre el coronavirus (COVID-19), en promedio, aproximadamente un tercio dice que ha visto mucha información desinformación en la última semana. La preocupación se centra en las redes sociales y las aplicaciones de mensajería. Casi una cuarta parte de nuestros encuestados cree incorrectamente que el coronavirus se fabricó en un laboratorio.
• La mayoría de los encuestados en todos los países dice que los medios de comunicación los han ayudado a comprender la crisis y explican lo que pueden hacer. Sin embargo, aproximadamente uno de cada tres también dice sentir que los medios de comunicación han exagerado la pandemia.
• Respecto a los canales preferidos para informarse sobre el COVID-19, internet y la televisión siguen dominando en todos los países analizados. Los medios impresos han sido castigados, debido a las restricciones de circulación a las que obliga el aislamiento social. También se observa un interesante incremento en el consumo de radio, especialmente en países como Alemania.
El estudio concluye preguntándose cuánto durará este regreso a los medios de comunicación tradicionales, si los líderes políticos comienzan a atacar y cuestionar públicamente a expertos, autoridades de salud y organizaciones internacionales. “Los ataques sostenidos de los líderes políticos a fuentes específicas seguramente reducirán la confianza en estos, al menos entre aquellos que simpatizan con los políticos en cuestión”, afirman los autores.
De aquí la importancia de garantizar que los medios de comunicación puedan ejercer su labor de manera libre, clara, precisa y honesta mientras dure esta pandemia.