El oficio periodístico se fundamenta en la defensa del derecho a la libertad de prensa e información. Precisamente un grupo de periodistas promovió recientemente una orden judicial que impedía al presidente Donald Trump bloquear a usuarios de Twitter.
Por esto, resulta paradójico que el bloquear seguidores críticos o simplemente groseros en Twitter sea una práctica habitual en el gremio periodístico. Es cierto, los periodistas suelen ser algunos de los personajes más atacados por los denominados ‘trolls’ de Twitter, y bloquearlos o silenciarlos son alternativas que ofrece la red social para evitar el acoso en línea.
Sin embargo, un caso recientemente expuesto en el blog de Nieman Lab pone en evidencia la inconveniencia de bloquear seguidores en Twitter por parte de periodistas. Sucedió cuando el exembajador de Estados Unidos en Rusia Michael McFaul criticó desde su cuenta un artículo publicado por The New York Times. Tras hacerlo, McFaul descubrió que Ken Vogel, uno de los autores del artículo lo había bloqueado.
Tal hecho provocó todo un tuitdebate, en el que algunos defendieron el derecho de Vogel a bloquear a alguien cuyas constantes críticas le incomodaban, mientras que otros se mostraron sorprendidos por el escándalo que McFaul había armado al verse bloqueado.
¿Está mal que un periodista bloquee a usuarios de Twitter? ¿Qué alternativas tiene un periodista para evitar el acoso en línea? ¿Es contradictorio que los periodistas le exijan a un político como Trump que no los bloquee, pero que ellos mismos sí bloqueen a quienes les parezca? ¿Bloquear a seguidores en Twitter va en contra de la libertad de expresión e información?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de nuestra cuenta @Etica participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Momento de Twitter.
Bloquear seguidores en Twitter: ¿contradictorio en periodistas?
La Red Ética es posible gracias a la alianza entre la FNPI, Grupo Bancolombia y Grupo SURA, la cual propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio periodístico.