Luis Arce, el delfín de Evo Morales, resultó ganador de las elecciones presidenciales en Bolivia el pasado fin de semana con un 55% de los votos. Un amplio margen respecto a su principal contendor, el expresidente Carlos Mesa, que obtuvo el 28%. Aún así, una vez cerradas las urnas, se hizo popular un video que deslegitimaba los resultados al presuntamente demostrar fraude.
Tal y como lo demostró EFE Verifica, el video es falso, pues fue grabado un año antes, en las controvertidas elecciones donde Evo Morales aspiraba a su cuarta reelección consecutiva. En realidad, formó parte de varias denuncias formuladas entonces por algunas organizaciones sociales después de los polémicos comicios presidenciales que otorgarían un cuarto mandato a Morales.
Como se ve en este Video, hubo fraude del MAS pic.twitter.com/Mp3UbcSefS
— Camba (@GlobalyLibre) October 19, 2020
Reproducir en los medios de comunicación los rumores de fraude tras unas elecciones es un asunto que debe ser tratado con pinzas. De acuerdo al análisis realizado por The New York Times, la revisión inicial de la Organización de Estados Americanos (OEA) que planteó dudas sobre los resultados de las elecciones del año pasado en Bolivia, fue defectuosa y ayudó a derrocar a un presidente.
Algo similar podría suceder en Estados Unidos, donde el presidente y candidato a la reelección, Donald Trump, ha sembrado dudas sobre el método de votación por correo, implementado para evitar aglomeraciones y contagios por causa del coronavirus. Pero los analistas políticos coinciden en señalar que se trata de maniobras distractivas de Trump. Sin embargo, sus acusaciones de fraude podrían incendiar los ánimos ya caldeados entre su base electoral, y de acuerdo a analistas, llevar a los norteamericanos a una guerra civil.
¿Cuál es el papel del periodismo tras unas elecciones cuyos resultados son cuestionados? ¿Qué tanta visibilidad darles a las acusaciones de fraude? ¿Cómo evitar terminar difundiendo desde los medios desinformación que busca minar la legitimidad de los resultados? ¿Qué tanto micrófono darle a los candidatos perdedores que insisten en que no ganaron debido a fraude electoral? ¿Es labor del periodismo defender la legitimidad de unas elecciones, a pesar de los rumores de fraude que se presenten?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de nuestra cuenta @Etica participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Momento de Twitter.
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