Muchas redacciones se enfrentan al reto diario de intentar llegar a comunidades visibilizadas o estigmatizadas, con poca empatía con los medios de comunicación. Aquí, un estudio de caso permitirá identificar acciones que nos permitan lograr el efecto deseado: acercarnos a ella.
Compañeros de diferentes redacciones han mostrado evidencias de que el periodismo de soluciones puede crear puentes con grupos de la comunidad que antes estaban distanciados por diferencias culturales, sociales o de lenguaje. Esas conexiones son fundamentales para proveer coberturas relevantes y de alta calidad que representen los intereses y necesidades de esos grupos, particularmente aquellos que sienten que los medios no han actuado según sus inquietudes.
Han encontrado que, al invitar gente a la redacción a participar en eventos o charlas con reporteros, construyen reputación, ya sea a través de una discusión estructurada con un grupo de invitados o en un evento fuera del horario laboral con música y comida.
Estructurar el engagement en torno a una búsqueda mutua de soluciones ofrece el potencial de conectar comunidades poco representadas y estigmatizadas que puedan sentir que la cobertura noticiosa tiende a mostrarlos erróneamente, a reforzar estereotipos dañinos o a dejarlos fuera de la conversación.
Algunos estudios han descubierto una especie de “efecto halo”, donde el periodismo de soluciones fortalece la percepción de confiabilidad del medio. En encuestas de audiencia, lectores del Laboratorio Educativo del Seattle Times -una serie orientada a las soluciones sobre la educación pública- expresaron más confianza en el periódico que los lectores generales.
El ejemplo del Minneapolis Star Tribune: musulmanes y su desradicalización
En 2016, el Minneapolis Star Tribune se embarcó en una serie de periodismo de soluciones llamada ‘Muslims and De-Radicalization: What Works?’ (Musulmanes y desradicalización: ¿qué funciona?). El equipo produjo unas 20 historias, con muchas piezas enfocadas en los esfuerzos para prevenir que algunos miembros de la amplia comunidad somalí en Minnesota se radicalizaran. En lugar de simplemente ver al problema de manera local, los reporteros viajaron a Dinamarca, Londres y Maryland para investigar cómo otras comunidades habían respondido a este asunto.
La comunidad somalí en Minneapolis es la más grande fuera de Somalia y también es muy insular. Las barreras lingüísticas y culturales hicieron que para los periodistas fuera difícil construir relaciones con la comunidad (por ejemplo, los hombres no pueden entrevistar mujeres). Los somalíes tienden a ser muy cautelosos de hablar con extranjeros, especialmente porque se han convertido en objetivo de los recientes esfuerzos por aplicar leyes de inmigración. Aunque los reporteros de Star Tribune tenían algo de experiencia y habilidades trabajando con esta comunidad, reportear sobre un tema tan sensible iba a ser difícil.
El Star Tribune trabajó duro para conectar a miembros de la comunidad somalí y para darles la oportunidad de aportar con sus perspectivas de diversos temas. Kate Parry, Editora asistente/ Desarrollo de Proyectos Especiales, recuerda: “hablamos previamente sobre lo que podía dificultar que la gente se involucrara. Estuvimos conversando con un grupo base de personas que conocían a la comunidad sobre lo que queríamos hacer y qué podía evitar que lo hiciéramos bien”.
El esfuerzo del periódico valió la pena: El engagement de la audiencia se mantuvo alto a lo largo de la serie y el equipo recibió una oleada de llamadas y correos los días siguientes a la publicación de las historias. La serie incluso captó la atención del Fiscal general del Estado, quien respondió a la serie y participó en una discusión sobre los cómo los esfuerzos en Minneapolis contrastaban con la respuesta de Maryland que mostró la serie.
¿Cuáles fueron las tácticas?
● Contratar un reportero somalí. El periódico abrió una beca para recibir una periodista somalí, Faiza Mahamud, quien luego de la serie fue contratada de tiempo completo gracias a sus habilidades como reportera. Ella fue una fuente valiosa de ideas para las historias y aseguró el que las actividades de engagement resonaran en la comunidad.
● Panel en la redacción con líderes somalíes. El Star Tribune invitó a un grupo de influenciadores de la comunidad a la redacción para que el equipo periodístico discutiera con ellos la cobertura de la serie. Los invitados esta vez no fueron las voces que solían aparecer en la prensa como voceros de la comunidad somalí, puesto que ese hábito de los medios de recurrir siempre a los mismos estaba causando malestar en la comunidad. En cambio, el periódico invitó al “peldaño de más abajo”: líderes de organizaciones sin ánimo de lucro, educadores y otros que tenían lazos fuertes con la comunidad pero que no aparecían con frecuencia en las noticias. Alrededor de 60 personas del equipo periodístico asistieron al evento y cultivaron fuentes para futuras coberturas.
● Discusión tipo ‘Café del mundo’. El Star Tribune organizó un evento estilo “café del mundo” con estudiantes somalíes en un lugar familiar y cómodo para ellos -un ‘community college’ cercano a un barrio somalí-. El periódico ofreció comida halal, escogida cuidadosamente luego de consultar con miembros de la comunidad y con el reportero somalí, lo que estableció un tono acogedor. Luego, un grupo de reporteros y facilitadores escogieron de 8 a 10 temas que fueran preocupaciones de la comunidad y se organizaron mesas de cuatro o cinco personas, cada una con un relator.
● Listening Post. El equipo llevó una grabadora a los cafés y sitios de eventos públicos en el barrio Cedar Riverside, el corazón de la comunidad somalí en Minneapolis.
● Traducción de las historias. El Star Tribune tradujo historias al Somalí y creó una alianza con un periódico local somalí.
● Tour a pie en realidad virtual. El periódico produjo un tour de 360 grados por el barrio que es el corazón y el alma de la comunidad somalí. Los narradores fueron personas que viven o trabajan ahí.
● Grupos focales. A medida que el proyecto de soluciones se estaba terminando, se estaba produciendo una epidemia de sarampión en la comunidad somalí. El star Tribune inició una colaboración con Wilder Research (una rama de la Wilder Foundation, que trabaja con comunidades de inmigrantes en Minnesota) para hacer grupos focales con padres somalíes sobre vacunación, un tema que causaba ciertas suspicacias en la comunidad. Esta estrategia de grupos focales estructurados representaba un paso más allá de las otras actividades de engagement del medio. Según Parry, “Vale la pena: los periódicos hacen las cosas a medida que avanzamos. Vale la pena pensar si hay alguien más en su comunidad que ya tenga mucha experiencia trabajando con ellos, que tenga fuentes”.
Sobre el proyecto de periodismo de soluciones en América Latina
La Fundación Gabo y la Red de Periodismo de Soluciones (SJN, por sus siglas en inglés) trabajan en alianza en un proyecto que busca formar e incentivar a los periodistas de América Latina a la aplicación del periodismo de soluciones, enfoque que busca investigar y narrar historias que aborden las respuestas que dan o podrían dar los ciudadanos e instituciones a problemas sociales en la región.
El proyecto, apoyado por la Fundación Tinker, contempla la difusión y apropiación de herramientas y guías, así como la realización de actividades de formación como talleres, seminarios virtuales y el desarrollo de espacios aprendizaje en las redacciones de algunos medios de comunicación de la región interesados experimentar con esta modalidad.