El Surtidor: periodismo profundo al alcance del pulgar

El Surtidor: periodismo profundo al alcance del pulgar

¿Cómo hacer periodismo en profundidad que a la vez sea llamativo y fácil de consumir por parte de las audiencias? Desde Paraguay El Surtidor le apuesta a una interesante mezcla de investigación, diseño gráfico, ilustraciones y redes sociales para contar historias atractivas y de impacto.

El Surtidor mezcla periodismo de investigación con una poderosa propuesta gráfica y de redes sociales. Foto: Cortesía El Surtidor.
Laboratorio de Periodismo Emprendedor

En el ritmo frenético con el que hacemos scroll en redes como Facebook o Instagram, la batalla por la atención del lector se define en pocos segundos.

En medio de la marejada de contenidos que ofrecen las redes, ¿cómo lograr que el usuario se detenga y le preste atención a tu publicación?

Para eso no hay una fórmula mágica, pero El Surtidor, un medio paraguayo creado en 2016, lo está logrando con una combinación de diseño, tecnología y, lo más importante, buen periodismo.

Este medio conformado por 13 personas se especializa en contar historias ilustradas en distintos formatos y plataformas, desde y para un país con limitaciones de internet y las desigualdades propias de América Latina. 

Actualmente el equipo periodístico está dividido así: Alejandro Valdez, director; Jazmín Acuña, editora general, y Juan Heilborn, editor visual, son los responsables de la organización. Nicolás Granada es editor de podcast; Sara Campos es editora de comunidad; y Carol Thiede es editora de impacto. Maximiliano Manzoni, Romina Cáceres y Jazmín Acuña son reporteros; y Jazmín Troche se dedica al diseño. Además están Robert Báez, Lorena Barrios y Sofía Amarilla a cargo de las ilustraciones, un elemento clave para El Surtidor.

Este equipo define la información que ofrece con tres palabras clave: “precisa, desafiante y bella”, según nos dice Juan Heilborn.

El contenido

Las historias de El Surtidor están diseñadas para navegarse principalmente en móviles, haciendo scroll con el dedo pulgar. Es el llamado scrollytelling.

Cada historia tiene un fuerte componente de diseño e ilustraciones, que es uno de los grandes distintivos del medio. 

Esos scrolls son el formato que El Surtidor utiliza para sus reportajes extensos, los cuales toman más tiempo de elaboración.

Al menos una vez a la semana publican un contenido de largo aliento, pero diariamente publican formatos más breves en sus redes sociales, a los que llaman afiches, al estilo de medios como Pictoline. También hacen chequeo de datos y tienen un podcast.

Conexión con las audiencias

El Surtidor le apunta a una audiencia entre los 19 y los 25 años, una de las franjas de edad que más consumen contenidos digitales pero que al mismo tiempo quedan por fuera del alcance de los medios tradicionales. 

Pero el interés en esa franja va más allá de impactar un sector del mercado. Según Heilborn, dirigirse a ese público es una “decisión política”.

“Es la misma generación que ha demostrado su capacidad de organización para reclamar mejor educación o evitar los excesos de la minería y a la que el gobierno ha respondido con represión”, dice.

“Y es, por sobre todo, la generación que podrá iniciar lo cambios más necesarios del país a futuro”. 

Para conectarse con esas audiencias, El Surtidor no se limita a sus contenidos en la web y redes sociales.

También realizan actividades presenciales y su redacción en el centro histórico de Asunción está equipada para talleres, exposiciones, proyecciones, producción de audiovisuales y fiestas.

“Que nos vean la cara y conversemos con ellos es un acto de transparencia”, dice Heilborn.

Sostenibilidad

El Surtidor se declara un medio independiente, sin vínculos con grupos corporativos ni políticos. 

Como muchos emprendimientos, su estrategia se basa en diversificar sus fuentes de ingresos. Actualmente, sus principales fuentes de ingreso son: 

Inversiones de impacto: de parte de organizaciones interesadas en que algunos temas se pongan sobre la agenda y lleguen a determinadas audiencias. En estos casos, El Surtidor elabora un plan periodístico para abordar esos temas. “Estos temas y su abordaje deben coincidir plenamente con la filosofía y los principios del medio”, advierte Heilborn.

Pagos por membresía y compras en la tienda: en esta tienda venden artículos como camisetas y varios productos impresos con sus ilustraciones. 

“El plan a corto plazo es convertirla en una tienda virtual, que permita no solo ganancias económicas, sino que nuestra audiencia más fiel se apropie de nuestro periodismo a través de objetos bellos”, comenta Heilborn.

Consultorías en comunicación visual

Servicios editoriales, que incluyen cesión de derechos de publicación y publicaciones en colaboración con otros equipos.

Para los próximos dos años, El Surtidor se ha puesto la meta de que al menos el 25% de sus ingresos provengan de la comunidad de lectores. 

“Un tremendo desafío”, reconoce Heilborn.

Impacto

Las historias de El Surtidor son visualmente muy atractivas, pero eso es solo una parte de investigaciones más profundas.

Entre las publicaciones que han tenido mayor impacto, El Surtidor destaca “La ONG evangélica que se mete con tus hijos usando dinero del Estado”, un trabajo que revela cómo una ONG cercana al movimiento provida utilizó recursos del Estados para difundir información falsa sobre sexualidad. 

Según El Surtidor, gracias a esta investigación la ONG dejó de recibir los fondos que esperaba tener para 2019. 

Recientemente también participaron en un trabajo regional que involucró a nueve medios de América Latina para verificar información y detectar noticias falsas sobre educación sexual en el continente. 

En 2018, El Surtidor ganó el Premio Gabo en la categoría Innovación por su trabajo ‘Los desterrados del Chaco’, que cuenta la historia del lugar con la deforestación más acelerada del planeta.

El impacto de sus historias no lo miden solo por números, sino por la repercusión que sus contenidos puedan tener en la sociedad.

Puede ser, por ejemplo, que uno de sus investigaciones obligue a las autoridades a dar explicaciones públicas o prestar un servicio útil a un determinado grupo de la sociedad. 

Como las redes son sus grandes aliados, también le apuntan a crear contenidos que se puedan viralizar o que se puedan distribuir a través de grupos de WhatsApp.

En su equipo cuentan con una editora de impacto, un puesto muy reciente que ellos admiten aún está en construcción. 

“Entendemos que, en medio de una vorágine informativa, para amplificar la llegada de ciertos reportajes, debemos dirigir muy bien la atención de la audiencia y de encontrar posibles aliados amplificadores”, dice Heilborn.

Entre las funciones de la editora de impacto está planificar para que sus reportajes lleguen de “la manera más directa posible” a personas que puedan servir para aumentar el impacto y el alcance de la publicación, como líderes de opinión, tomadores de decisiones, o referentes en determinadas áreas, por ejemplo.

El futuro

Para Heilborn, el mayor reto periodístico de El Surtidor es convertirse en “un medio que se vuelva necesario a la hora de entender el Paraguay”.

Para lograrlo, tienen claro que deben cumplir con su plan de sostenibilidad a largo plazo, lo que incluye diversificar aún más sus fuentes de ingreso. 

“Es mucho más fácil arrancar un medio que sostenerlo en el tiempo”, dice Heilborn. 

“Nuestro mayor reto es la sostenibilidad a largo plazo en un medio ambiente poco favorable”.

La innovación también es parte de ese proceso para mantenerse saludables y relevantes en el futuro.

“La cualidad de medio novedoso o innovador se pierde muy rápido en estos tiempos”, dice Heilborn. “No podemos confiar sólo en haber hecho bien algunas cosas, debemos repensarnos todo el tiempo”.

Un error y un aprendizaje:

"Hace unos tres años, cuando solo publicábamos en formato afiche, la audiencia empezó a pedirnos profundidad en algunos temas. Entonces publicamos videos ilustrados, pero la difusión falló, no llegábamos a la gente. Y falló porque en Paraguay la conexión a internet es lenta y es cara, entonces la gente cuida cómo gasta sus datos. Entre ver un video de un resumen de goles o una animación nuestra, claramente elegirá los goles. Y es así como llegamos al scrollytelling, la técnica que nos permite profundizar tópicos, usar la potencia de la ilustración y exigirle al usuario pocos megas de datos".

Qué les hubiera gustado saber antes de arrancar este emprendimiento: 

"Creo que nos hubiese venido muy bien haber tenido más experiencia en dos áreas: administración y gestión de equipo. En la experiencia que teníamos, no habíamos tenido chance de aprender sobre estos temas y nos costó un tiempo organizarnos mejor al respeto. Supongo que para cualquier emprendimiento es deseable informarse a conciencia al respecto lo más temprano posible".

3 historias para conocer a El Surtidor

Para quienes aún no están muy familiarizados con este medio paraguayo, Juan Heilborn nos recomienda tres historias que captan muy bien la esencia de El Surtidor: 

La niña guerrillera que quería estudiar y La fabulosa vida del Chaco: dos buenos ejemplos de cómo usan el scrollytelling.

El día que un supermercado cerró sus puertas es un ejemplo de los podcast que producen, en este caso, uno sobre la mayor tragedia civil de Paraguay. 

El Surtidor recomienda:

The Pudding, un medio de ensayos visuales de Estados Unidos. Dice Heilborn: “no sólo tiene contenido interesante y diseñado para el uso inmersivo de la audiencia, además comparten su programación y la hacen replicable. Esto nos parece de un alto valor para un medio contemporáneo, abrir literalmente su estructura para que otras personas puedan divulgar en ese formato”.

 

 

 

 

Este contenido es posible gracias a los aportes del Programa de Periodismo Independiente de Open Society Foundations.

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