Lo que aprendimos de las listas (de las buenas listas)

Lo que aprendimos de las listas (de las buenas listas)

El 2014 fue el año de las listas. BuzzFeed impuso el formato, aunque está claro que no han sido los únicos. Nuevos medios con propuestas innovadoras como Vox que le apuestan al periodismo serio han optado por esta fórmula.
Fotografía: Sunshinecity en Flickr / Usada bajo licencia Creative Commons
Esther Vargas

El 2014 fue el año de las listas. BuzzFeed impuso el formato, aunque está claro que no han sido los únicos. Nuevos medios con propuestas innovadoras como Vox que le apuestan al periodismo serio han optado por esta fórmula. ¿Qué aprendimos de las listas? Criticadas (incluso en este espacio), calificadas de periodismo chatarra y cuestionadas en los foros de periodismo, algo bueno dejaron. Al menos, esa es mi opinión luego de un consumo diario de todo tipo de listas y de un análisis a profundidad por razones académicas.

 

  1. Las mejores listas son las propias. Basta de copiar a BuzzFeed. Las listas que realmente impactan son las hiperlocales (que con sentido del humor, ironía, lenguaje poderosamente visual y una recopilación de tuits o clips de Vine) o las que están muy enfocadas al nicho o grupo objetivo del sitio web o medio de comunicación.

 

  1. Las mejores listas son las que cuestan más trabajo. Al ser comparadas con la comida chatarra se presume que su elaboración es rápida. Así que tenemos a editores empujando a redactores para que corran con las listas y publiquen varias al día. Esas son las peores. No solo porque caen en el copy paste de BuzzFeed o del medio que tuvo la ocurrencia primero. Las listas, creadas como si fueran breaking news, fracasan, salvo que el medio tenga un paraguas grandioso de visitas y posicionamiento. Es decir, a los grandes no les afecta tanto.

 

  1. Las mejores listas son las que generan algo más que risa. No todo se reduce al humor. La lógica de ser divertido hasta el extremo (sí, sigo pensando en BuzzFeed) funciona, pero también puedes ser útil, y vuelvo a Vox: 14 cosas que necesitas saber sobre el ébola, en un especial bastante útil para todos. Una lista bien linkeada, con hipervínculos que amplíen la información, que ofrezcan más luces sobre un tema (desde los gatos angora turcos blancos hasta lo que no sabías del semanario Charlie Hebdo) y con recursos para que el lector tenga mucho más que pildoritas tiene MUCHO MÁS VALOR para esa audiencia que va más allá del escaneo y busca periodismo de calidad.

 

  1. Las mejores listas son las originales. Ser original cuesta. Pero ni siquiera cuesta dinero. Cuesta horas de trabajo de gran valor y mucha inspiración. ¿Qué puedo hacer que no se haya publicado ya? Internet está lleno de tantas historias –de todos los calibres, tonos, y de valores tan diversos–que cuesta mucho sorprender con algo original. Sin embargo, el esfuerzo vale la pena. Si una lista te genera expresiones similares a las dos que mencionamos a continuación: “¿Cómo se les ocurrió algo tan estúpido?” o “¿Cómo se les ocurrió algo tan genial”?, es que está bien hecha. ¿La puedes hacer?

 

  1. Las mejores listas son las que citan la fuente. Y no solo me refiero a que cada uno de los componentes de la lista sean debidamente acreditados (tuits, memes, GIF, videos), el verdadero rigor y la honestidad del autor nos llevaría a empezar nuestra lista con una pequeña aclaración: “lista inspirada en…”. ¿Por qué no? Nos cuesta tanto atribuir la idea original a otros.

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