Como un hombre que murió por defender los principios básicos de independencia, objetividad y búsqueda de la verdad en el periodismo, recordaron los principales medios de comunicación del país a Orlando Sierra, subdirector del diario La Patria de Manizales, asesinado por sicarios el 30 de enero de 2002.
Sierra, periodista, profesor universitario y escritor, es recordado por su columna de opinión “Punto de Encuentro”, que publicó por primera vez en 1993 y mantuvo hasta el día de su asesinato, donde denunciaba con frecuencia hechos de corrupción en la clase política de Caldas.
“Escogí ser periodista. Pero en este oficio, por encima de si se es muy bueno o muy malo, la única y sana condición para hacerlo es el compromiso. Ese compromiso es el que me ha confrontado y por eso he recibido muchas amenazas”, dijo Sierra en una entrevista citada por El Espectador.
Siendo la 1:50 pm, el periodista de 42 años fue baleado a pocos metros de la sede de La Patria por el sicario Luis Fernando Soto Zapata, que fue capturado a las pocas horas. Sin embargo, los abogados de la familia Sierra sostuvieron en diálogo con Caracol Radio que los autores intelectuales todavía no han sido procesados y que por lo tanto el crimen sigue impune.
“Lo más triste de todo es que a Orlando lo mataron por decir cosas que todo el mundo sabía, cosas obvias. La prueba es que tanto tiempo después nada ha cambiado demasiado en Caldas”, dijo su amigo Octavio Escobar al periodista Martín Franco de la Revista Cromos.
La Patria publicó a propósito del décimo aniversario del asesinato una selección de algunas de las frases más contundentes publicadas en “Punto de Encuentro”, entre las que destacamos esta muy pertinente para hablar de ética periodística: “Los columnistas, que no los medios en sí que se deben a la objetividad, no podemos ir con medias tintas a la hora de las definiciones.”
Para debatir:
¿De qué forma las democracias latinoamericanas pueden garantizar que quienes ejercen el periodismo de opinión lo puedan hacer de una forma independiente, objetiva y sin temerle a correr la misma suerte de Orlando Sierra?