Relatoría del taller ‘Claves para informar (y generar conversaciones) sobre cambio climático’

Relatoría del taller ‘Claves para informar (y generar conversaciones) sobre cambio climático’

Lecciones, reflexiones y recursos que dejó este encuentro sobre la urgente necesidad de informar sobre la crisis climática y diversificar formatos para conectar más y mejor con las audiencias.
Tatiana Pardo

Durante cuatro sesiones virtuales, 18 periodistas de Latinoamérica compartieron sus reflexiones sobre los desafíos que implica hacer periodismo ambiental y científico en la región. El lenguaje técnico, la ausencia de equipos especializados dentro de las salas de redacción, la falta de conocimiento por parte de algunos editores para guiar las historias y encontrar los mejores ángulos y fuentes, los costos económicos que implica la reportería en campo, la desconexión de los medios con sus audiencias para entender mejor qué les interesa y cuáles son los formatos más idóneos para presentar la información, así como los contextos de violencia en los que se ejerce esta profesión y la defensa de la naturaleza, fueron algunos de los principales retos que los participantes identificaron. 

El taller ‘Claves para informar (y generar conversaciones) sobre cambio climático’ fue dirigido por Arturo Larena, director de Medio Ambiente y Ciencia en la Agencia EFE, y fue organizado por la Fundación Gabo y CAF –banco de desarrollo de América Latina–. Los encuentros también contaron con la participación de Ricardo Aguilar, director de expediciones en Oceana, la periodista española Marta Montojo, y Alicia Montalvo, gerente de acción climática y biodiversidad positiva de la CAF. El taller se enfocó en abordar los desafíos y oportunidades que supone informar sobre “el mayor problema al que nos enfrentamos como especie”. 

¿Por qué y para qué un periodismo ambiental?

Vivimos en un planeta cada vez más caliente en donde cerca de un millón de especies están en riesgo de extinguirse, muchas en tan solo décadas. La realidad que ya estamos presenciando —incendios forestales más intensos y frecuentes, olas de calor extremas, inundaciones, desplazamientos, contaminación de los océanos, mala calidad del aire, el surgimiento de conflictos violentos por la escasez de recursos— necesita de un periodismo ambiental sensible capaz de informar y explicar lo urgente. El maestro Arturo Larena habló sobre uno de los debates más sonados: ¿Es indispensable un periodismo ambiental especializado en las salas de redacción o, más bien, todas las secciones deberían hacer esfuerzos por incluir esta temática en sus investigaciones? La respuesta es: las dos van de la mano. Dado que la naturaleza se entrelaza con la economía, la política, la cultura, los deportes y la tecnología, la especialización no solo consiste en aprender la jerga científica, sino en atar cabos e identificar las fuentes más pertinentes para cada tema.  

Eso supone, según Larena, hacer esfuerzos por buscar la pluralidad de las voces, pero renunciando a la falsa simetría. Existe suficiente consenso científico sobre cómo las actividades humanas han influido, de manera “inequívoca”, en el calentamiento del planeta, por lo que no es necesario poner en debate todo bajo el manto de la objetividad. Pues “no es lo mismo un informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) que cualquier afirmación lanzada por una veintena de negacionistas de quienes se desconoce sus intereses”, dice. En otras palabras, hay que identificar las motivaciones de los actores antes de amplificar sus posturas. 

¿Hay que ser ecologista para ser periodista ambiental? 

Esa fue la pregunta que Arturo Larena le hizo a la periodista Marta Montejo. Brotó la siguiente reflexión: 

Marta: “No creo que sea necesario. Simplemente hay que ser una persona que se interesa por otras personas. Tiene sentido apoyar una causa, pero no necesariamente una lucha ecológica en concreto, sino la idea de querer cambiar el mundo. El periodismo en general, en cualquier especialidad, naturalmente tiene una vocación de querer cambiar las cosas a mejor. Hay que tener la mirada amplia para comprender la magnitud de los problemas y evitar caer en sesgos”. 

Arturo: “Durante muchos años afirmé que para ser periodista ambiental no era necesario ser ecologista. Pero sí creo que los periodistas ambientales tenemos una sensibilidad y un compromiso con algo que en pleno siglo XXI a nadie le puede parecer ajeno: la defensa y la conservación de lo que nos es común a todos [porque] cuando estás al borde del abismo hay que reaccionar. Solo una sociedad bien informada es capaz de tomar decisiones motivadas en torno a cuestiones no exentas de incertidumbre (…) como ciudadanos debemos desarrollar un mejor espíritu crítico para plantearnos preguntas …  

¿Cómo hacer un mejor periodismo sobre el cambio climático? 

Larena compartió un decálogo producido bajo el liderazgo de la Fundación Ecológica y Desarrollo (Ecodes) con algunos compromisos que deberían ser asumidos por los medios de comunicación y reporteros para mejorar las investigaciones y el cubrimiento diario de sus historias ambientales.

  1. Promover la frecuencia y la continuidad de la información sobre el cambio climático. “Es necesario tener secciones fijas de ambiente, pero no deben ser estáticas, sino que debe haber una transferencia del conocimiento para transversalizar la información y hacer que esta fluya”, señaló Larena. 
  2.  Comunicar las causas, los impactos y especialmente las soluciones. Enfocar la reportería solo en los impactos del cambio climático puede generar inacción y una cierta apatía por parte de la ciudadanía. “Porque si no se puede cambiar nada, si no se puede mejorar nada, ¿pues para qué nos vamos a esforzar?”, reflexionó Larena. En cambio, hay que prestar mayor atención a las soluciones y oportunidades. A las transformaciones positivas que ya ocurren a distintas escalas. Y eso también significa no tener miedo de arriesgar y explorar distintos formatos (cómics, infografías, videos) para diversas plataformas (Instagram, TikTok, Twitter, WhatsApp) con el propósito de conectar mejor con nuestras audiencias.
  3. Propiciar un enfoque del problema desde el punto de vista de una transición ecológica, justa e integradora. Para ello es necesario comunicar las dimensiones humanas de los impactos, informando y favoreciendo el debate ético. Priorizar las historias que explican, contextualizan y profundizan. 
  4. Conectar el fenómeno del cambio climático con realidades cercanas en el espacio y tiempo para demostrar que este no es futuro sino presente. Esto supone pensar en historias “glocales” (globales y locales) para aterrizar fenómenos o eventos aparentemente lejanos que, en realidad, impactan nuestra cotidianidad, aunque no necesariamente de manera inmediata o visible. Para que no parezcan temas abstractos, hay que ponerles rostro a las historias.  
  5. Definir las iniciativas lideradas por la ciudadanía. “A veces los medios tenemos la tendencia de contar lo que se hace desde los estamentos políticos o empresariales, pero no podemos olvidar la voz de la ciudadanía.”, señaló Larena.  
  6. Defender un periodismo crítico, independiente y comprometido con la verdad. En este escenario, la financiación de los medios no interfiere en el contenido. Como hacer periodismo en campo es costoso, Larena sugirió prestar atención a dos frentes simultáneamente: Por un lado, educar a los editores, colegas y dueños de los medios para que poco a poco entiendan la necesidad de invertir en periodistas especializados en asuntos ambientales. Y por el otro lado, cultivar alianzas con organizaciones que entiendan que la independencia y el rigor no se negocian, y que el criterio editorial (qué cubrir y cómo cubrirlo) está en las manos del periodista, no de quien pone el dinero. Tener cuidado con los contenidos pagados por empresas contaminantes bajo prácticas como el greenwashing.
  7. Divulgar la investigación científica en torno al cambio climático. No solo aquella que se transmite a través del Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC), sino también a través de las universidades, organizaciones sociales y centros de investigación. 
  8. Divulgar los conceptos y términos específicos necesarios para la comprensión del fenómeno. Efecto invernadero, huella ecológica, descarbonización, emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero), emisiones per cápita, biodiversidad, desarrollo sostenible, tipping points o el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas; todos son términos con los que vale la pena que la audiencia se sienta familiarizada poco a poco. La educación es también parte de los roles del periodismo. 
  9. Conectar el cambio climático con los fenómenos meteorológicos extremos. Aunque hay que evitar el alarmismo, el apocalipsis y el espectáculo climático en la información sobre episodios meteorológicos extremos, éstos suponen una oportunidad para explicar, por ejemplo, la diferencia entre “tiempo” y “clima”, o cómo el cambio climático incide en la frecuencia e intensidad de ciertos fenómenos. Pero ojo, no todo puede ser atribuido al cambio climático y hay que tener cuidado con esas relaciones. 
  10. Impulsar redacciones especializadas. Este es el resultado de todo lo anterior. De acuerdo con Larena, los periodistas especializados en cambio climático no caen en falsos equilibrios cuando “el consenso científico es abrumador”. Desmienten las noticias falsas que se hacen eco rápidamente en redes sociales consultando a las fuentes indicadas. Incorporan una mirada de género y ecofeminista en los análisis. Y redireccionan la responsabilidad de la crisis climática hacia las instancias que tienen el poder de efectuar cambios sustanciales.

Cubrir las Conferencias de las Partes (COP) sobre Cambio Climático 

Uno de los temas más conversados durante el taller giró alrededor de la importancia de cubrir las negociaciones de cambio climático y el impacto que estas tienen en términos prácticos. En otras palabras, ¿sirve de algo que cientos de personas se reúnan cada año, durante dos semanas, para debatir estos temas con resultados aparentemente insignificantes? Para la periodista de la Agencia EFE, Marta Montojo Torrente, quien fue la encargada de compartir sus conocimientos y experiencia en el cubrimiento de las COP, hay que tener cuidado con los análisis simplistas de “éxito” o “fracaso”. Para ella, la responsabilidad del periodista recae en intentar comunicarlo todo, las contradicciones e hipocresías, pero sobre todo los avances. “A veces es muy tentador hacer un análisis de fracaso porque el proceso es tan complicado, tan lento y tan poco a la altura del reto, pero para restablecer la confianza en la cooperación internacional hay que poner el foco en lo que está en juego. Que la gente entienda que, según la comunidad científica, atajar la crisis climática requiere de cambios rápidos y radicales. Y eso, por mucho que se quiera, no se logra solo desde abajo. Se necesita una coordinación global multilateral”, señaló. Adicionalmente, dado que las COP cada vez acaparan mayor atención, sirven de altavoz para amplificar otros mensajes paralelos que, en otros escenarios, no tendrían la misma acogida. 

Ventajas de cubrir una COP

  • El acceso a información más detallada y la posibilidad de conocer gente nueva.
  • Salir del confort de la redacción y experimentar la adrenalina y el caos.
  • Los encuentros espontáneos.

Retos de cubrir una COP

  • La logística. Cubrir una COP implica tener en el radar los altos costos de alojamiento, alimentación y transporte. Ten presente registrarte con antelación en este link de la ONU para no tener inconvenientes con tu acreditación: https://onlinereg.unfccc.int/
  • Las jornadas maratónicas. La carga laboral puede superar las 10 horas diarias y es probable que pases la mayoría del tiempo en el recinto. 
  • El idioma. Aunque los miles de asistentes —incluyendo jefes de Estado, jóvenes activistas, ONG y científicos— representan a diversos países, seguirle el ritmo a la negociación puede ser un desafío para los no angloparlantes. Los documentos oficiales, las ruedas de prensa, los boletines y la mayoría de las entrevistas ocurren en inglés. Sin el idioma es posible que te pierdas de matices y detalles que pueden resultar relevantes para el análisis de los resultados.  
  • La jerga científica. La estructura de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) puede llegar a ser abrumadora, pues hay un excesivo uso de nomenclaturas que, aunque no son indispensables para informar, son importantes para entender lo que ocurre, las distintas posturas, intereses y similitudes entre grupos negociadores. 
  • Las negociaciones a puerta cerrada. Dado que no es posible acceder a los espacios en donde ocurren los debates minuciosos que darán vida a las decisiones finales, hay que tener cuidado con las declaraciones que surjan de ahí. Lo que estás escuchando es seguramente una versión o capítulo de la historia, pero no el libro completo. No todos los actores tienen las mismas motivaciones. 

Recomendaciones para superar esos desafíos: 

  • El recinto suele ser inmenso y confuso, así que ten siempre a la mano un mapa del lugar. Esto te hará la vida más sencilla para ubicar los eventos que quieres cubrir y programar tu agenda. El lugar está dividido en dos zonas, la azul y la verde. La azul es la ‘oficial’; allí ocurren las plenarias y están ubicadas las salas de negociación, los pabellones de los países y el centro de prensa. En la verde, en cambio, el protagonismo lo tiene la sociedad civil. Intenta siempre llegar temprano.  
  • Haz la agenda de tu día con antelación. Recuerda: no lo vas a cubrir todo, especialmente si eres la única persona de tu medio en la COP. Elige, prioriza y depura. “Leer poco y bien, en lugar de mucho y mal. No hay necesidad de querer abordarlo todo”, recomienda Larena.  
  • Familiarízate con los actores. Haz la lista de los bloques negociadores —por ejemplo, la Unión Europea, la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS) o la Alianza Interdependiente de América Latina y el Caribe (AILAC)— para tener mayor claridad sobre cuáles son los actores que están siendo más ambiciosos, las similitudes, tensiones o rivalidades, y las propuestas en las que están trabajando cada uno de ellos. 
  • Pon en contexto la información. El cambio climático es transversal a temas de salud, economía, educación, género, alimentación y mucho más. Es importante explorar enfoques que sean cercanos a nuestras audiencias. Estas guías pueden ayudarte:
  • Ayúdate de think tanks para profundizar o salir de dudas sobre temas específicos como Global Strategic Communications Network (GSCC) y Third Generation Environmentalism (E3G), y de organizaciones sociales y ambientales como WWF, TNC, Global Witness, Friends of the Earth y Greenpeace. 
  • Consulta a otros medios de comunicación que tienen un despliegue de equipos especializados en periodismo ambiental como The Guardian, Reuters, Carbon Brief, Climate Home News, Bloomberg y Climate Tracker. 
  • Accede a base de datos gratuitas para encontrar a expertas/tos en campos específicos y, en lo posible, esfuérzate por visibilizar las voces del Sur Global. Algunas opciones son: 
  • Activa las notificaciones en Twitter de @UNFCCDocuments para que te llegue un aviso al celular cada vez que se publica un documento importante durante la negociación. 
  • Atención a la ‘cover decisión’. “Esto es como la biblia. Es el texto que plantea la presidencia de la COP, casi siempre a mitad de la cumbre, que recoge los sentires de todos los grupos negociadores. Esto es lo más divertido porque por fin tienes un texto que se va a ir matizando con los días. Aunque no es vinculante, es una declaración de intenciones. Al final se aprueba o no”, explicó Montojo. 
  • Utiliza la herramienta Draftable para comparar los distintos documentos y ver qué palabras claves cambiaron o para identificar los principales avances y retrocesos.
  • Haz una lista con los contactos de prensa de las organizaciones más relevantes para las historias y/o temas que te interesan priorizar. 
  • Ten cuidado con “el efecto arrastre”. No te dejes “intoxicar o arrastrar por la terminología más técnica”, dijo Larena. En cambio, sácale provecho a todas las historias paralelas que ocurren simultáneamente (especialmente en la zona verde). 
  • Ten paciencia. “Hay que tirar por la borda los nervios, pues sólo entorpecen el trabajo. Durante la cumbre se van produciendo oleadas de información repentinas, ‘picos’, que finalmente no llegan a nada. Hasta el último minuto del último día no se producirá la noticia relevante”, señaló Larena. Así que compila información, datos relevantes, testimonios y… espera, porque todo puede ocurrir a último momento. 
  • No olvides cuidarte. Por lo general, la comida en los centros de convenciones no es la mejor y las ofertas vegetarianas o veganas son muy escasas. Intenta llevar frutas, beber mucha agua y cargar tu propia lonchera para alimentarte correctamente durante las dos semanas. Necesitas energía para seguirle el ritmo a la COP. 
  • Crea comunidad. 

Algunos temas a los que hay que seguirles la pista: 

  • Mitigación
  • Adaptación
  • Pérdidas y daños
  • Financiación
  • Mercado de carbono 

Un espacio de desahogo

En la última sesión del taller se dio un espacio de camaradería para conversar sobre el estado del periodismo ambiental en distintos frentes, especialmente en los medios de comunicación latinoamericanos. Estas son algunas de las reflexiones que los participantes compartieron: 

  • “Soy de un medio grande en el Ecuador, pero introducir la temática ambiental ha sido un desafío complejo. El cubrimiento ambiental estaba limitado a animales y plantas, pero ahora con una nueva dirección, hemos podido incluir otras miradas: que la naturaleza también somos las personas. Entonces, hablar sobre cómo es vivir cerca de un relleno sanitario y los impactos en la salud es una historia ambiental. Sin embargo, sigue siendo un gran reto que solo seamos 2 o 3 periodistas haciendo esto”. 

  • “Como trabajo en un medio propio, la ventaja es que lo dirijo como mi mejor criterio periodístico me manda, pero también esto tiene sus bemoles: ¿Cómo lo mantienes? ¿Cómo lo haces rentable? ¿Cómo guías el enfoque periodístico? ¿Cómo diriges los recursos humanos y de dinero? ¿Cómo lo haces sostenible a largo plazo? (…) Saber que otros colegas están bregando también, hace que una se sienta menos sola. Toca seguir remando que falta mucho más por recorrer”.

  • “Todos los que hacemos periodismo ambiental en esta región no la tenemos fácil, pero sí que nos esforzamos para salir adelante. Yo tuve la fortuna de llegar a un medio en donde el director tenía la mente abierta y con quien compartíamos el mismo ADN: derechos humanos, conflictos ambientales en la zona Andina y amazónica, pueblos originarios, desarrollo sostenible. Así nació La Mula Verde, un espacio en el que poco a poco fuimos tocando diversos temas para generar conciencia, debatir, educar y colaborar”

  • “El diario no se ha tomado el trabajo de formar a periodistas en estos temas, sino que más bien es algo transversal que atraviesa todas las agendas y, por eso, está en cada uno de los periodistas formarse y capacitarse para estar a la altura de las circunstancias a la hora de contar las historias. (…) Desafortunadamente, a veces son las catástrofes y las crisis, como los incendios y las inundaciones, las que ayudan a generar mayor conciencia en la población”. 

  • “Creo que el periodismo socioambiental es, en sí mismo, una acción política, pues es escoger el tema y el enfoque de la historia”.

  • “Todos nos estamos especializando para saber cómo cubrir mejor la crisis climática desde nuestros campos. Trabajamos juntos alrededor de un proyecto en específico para abordarlo a profundidad y desde distintas orillas. Por ejemplo, ¿cómo sería una ciudad feminista? Creemos en el periodismo utópico. Analizamos los discursos y las narrativas de los poderosos, y priorizamos los dibujitos, el diseño y la ilustración, el humor y la ironía, para explicar distintos temas”.

Sobre Arturo Larena

Es director de Medio Ambiente y Ciencia de la Agencia EFE (una de las cinco direcciones informativas de EFE noticias) y de EFEVerde.com. Es Premio Nacional de Medio Ambiente en España y Premio de la Fundación BBVA a la conservación de la Biodiversidad, entre otros galardones. Antes de llegar a EFE trabajó o colaboró con medios como Cadena Ser, Radio Nacional,

Grupo Sharpe, Grupo Zeta, El Independiente o Diario Ya. Por su trabajo, ha sido incluido durante dos años consecutivos como uno de los 100 latinos más comprometidos frente a la crisis climática, por un grupo de ONG con sede en Miami (EE.UU.). Es Premio Nacional de Medio Ambiente en España y Premio de la Fundación BBVA a la conservación de la biodiversidad, Además, colabora con la Fundación Gabo desde el 2006 y es miembro del Consejo Asesor de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET).

Sobre el taller ‘Claves para informar (y generar conversaciones) sobre cambio climático’

Desde el pasado 22 de noviembre, 18 periodistas de Latinoamérica conversan sobre la urgente necesidad de informar sobre la crisis climática y utilizar distintos formatos para llegar a diversas audiencias, especialmente las redes sociales. El taller es organizado por la Fundación Gabo y CAF –banco de desarrollo de América Latina–. 

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