Periodismo de cercanía: relatos sobre lo que está pasando al lado para entender lo que pasa en el mundo

Periodismo de cercanía: relatos sobre lo que está pasando al lado para entender lo que pasa en el mundo

Ante la crisis de los medios masivos, hay una tendencia de volver al periodismo de relatos hiperlocales, con alto interés por las audiencias y con una conexión emocional para entender la realidad global, dice Olga Lucía Lozano.

Lozano explicó en su clase magistral lo que significa hoy practicar el periodismo de cercanía.
César López Linares

Cuando el internet se volvió masivo, a finales de los años 90 y principios del siglo XXI, la noción de tiempo y espacio cobró un nuevo significado. La visión del mundo se tornó global y por ende los relatos periodísticos que antes estaban delimitados por regiones específicas de pronto se globalizaron.

Más de 20 años después, los medios masivos atraviesan una crisis de credibilidad por  falta de empatía y descuido de sus audiencias. Hoy el periodismo está tratando de recuperar la cercanía y la relación emocional con la sociedad volteando de regreso hacia lo local e hiperlocal. 

Así lo considera la periodista Olga Lucía Lozano en su clase magistral “Periodismo de cercanía”, la cuarta del ciclo “Narrativas digitales para cubrir lo local” del programa “Innovación y periodismo local en América Latina”, organizado por la Fundación Gabo y Google News Initiative.

En opinión de Lozano, para lograr hoy en día narrativas globales se debe apostar por realizar relatos locales detallados que permitan luego, al articularlos como piezas separadas, completar un relato global.

“Cuando se habla de periodismo a cercanía, se está hablando del detalle, de la especialización, de leer a una sociedad de las maneras más profundas y en relación directa con la gente, que a la vez es fuente y a la vez receptora de esa información”, indicó la periodista durante su clase virtual, que se llevó a cabo el 8 de junio de 2021.

Los múltiples emprendimientos de años recientes de medios independientes dirigidos a nichos específicos, o iniciativas de periodismo local e hiperlocal tienen que ver con esa búsqueda de volver a los orígenes, a la cercanía con las personas.

“Volvemos a entender que lo que más necesita la gente es saber qué está pasando al lado de su casa para luego así entender qué está pasando en el mundo”, dijo Lozano. “Podemos llegar a un público más ancho con relatos que surgen supuestamente para una comunidad pequeña, y esto es la tendencia en el mundo”.

Características que definen al Periodismo de cercanía

Durante 106 minutos de charla, Olga Lucía Lozano explicó a detalle lo que significa hoy en día practicar el periodismo de cercanía o periodismo de proximidad. Algunas de las características que definen a este tipo de periodismo son:

1. Es de nicho

La principal característica del periodismo de proximidad es que se define por nichos de audiencia, que pueden estar determinados por zonas geográficas o bien por temas de interés o problemáticas.

“Es un periodismo muy de nicho pero no con la intención de quedarse en el nicho”, aclaró Lozano. “Uno hace periodismo hiperlocal, o hace relatos locales y trabaja con equipos locales para llevar esas narraciones a un espacio más amplio y para presionar para que pasen un montón de cosas a partir de lo que estamos narrando”.

2. Tiene un alto interés por las audiencias

Cuando uno hace periodismo de cercanía lo primero es pensar en la audiencia, en sus necesidades y sus problemáticas y en lo que es urgente para esta.

“Lo primero es pensar en lo que se debe solucionar y en lo que realmente es un interés que yo pueda personalizar y compartir con las personas a las que quiero llegar”, dijo. “El periodismo de proximidad vuelve a esta cercanía que se tenía con los actores de las historias, pero les da un carácter y les da una personalidad”.

En el periodismo de cercanía, la relación del periodista con los protagonistas de las historias toma significados diferentes. Como ejemplo, Lozano mencionó el Proyecto Rosa, un reportaje transmedia publicado en 2012 que hizo un seguimiento detallado de la aplicación de la ley de víctimas de Colombia a través de la mirada de Rosa Amelia Hernández, una líder social amenazada de muerte.

Para este proyecto, ganador del Premio Gabo en la categoría Innovación, Lozano acompañó a Rosa en su vida cotidiana y desarrolló una narración de largo aliento que causó un impacto en la vida de la protagonista y, a través de ella, en la de otras víctimas del conflicto colombiano.

“La cercanía se plantea desde una fuente y a través del relato que ella hacía y de relatos más amplios que íbamos sumando a partir de este cubrimiento más macro de la ley”, contó. “Lo que hicimos fue aglutinar, que mucha gente hiciera aportes creativos para poder hacer visible su historia con un objetivo último, que era tratar de salvar su vida en un momento en que a todos los líderes de víctimas los estaban matando en Colombia”.

De acuerdo con Lozano, en el periodismo de proximidad las audiencias generan el contenido con el periodista, trabajan con este en la construcción de los relatos y le ayudan a definir los temas de sus investigaciones.

“Al estar contando temas que le interesan a un público, obviamente elegimos los temas con ellos y los hacemos con ellos. Cuando se está montando un emprendimiento periodístico siempre se debe pensar muy bien a quién le queremos llegar y para qué”, dijo.

3.  Es incluyente desde las fuentes

Si bien la historia de Proyecto Rosa está contada desde el punto de vista de una persona, eso no significa que Rosa haya sido la única fuente en la investigación. En el periodismo de cercanía, la inclusión debe darse desde las fuentes, de modo que todas las voces del conflicto estén presentes y el lector perciba una conversación.

“Hoy en el periodismo de cercanía no basta una fuente para contar una historia, porque esa es solo una versión”, dijo. “El periodismo de cercanía es justamente eso: estar cerca de la realidad, estar en la calle hablando con toda la gente que se pueda y tener siempre fuentes de contraste fuera de ese grupo de nicho”.

En el periodismo de proximidad, ese principio de cercanía a la fuente se hace mucho más estrecho y mucho más vinculativo, agregó Lozano.

4. Lleva relatos locales a espacios más amplios

Muchos de los medios que practican el periodismo de cercanía buscan que sus historias trasciendan más allá  de su nicho y encuentren interlocutores que ayuden a lograr un impacto mayor.

“Lo que se orquesta desde el periodismo es una conversación donde un montón de ángulos que antes no se tenían en cuenta y un montón de hechos que tienen especial relevancia en espacios locales están justamente encontrando un lugar en narrativas más anchas, en lugares más amplios de distribución y de circulación”, dijo.

Tal es el caso de la emisora comunitaria Radio Ixchel, de Guatemala, que está dirigida a los 55 mil habitantes que hablan el idioma kaqchikel y que ha logrado mantenerse desde su fundación en 2003. Se trata de un medio hiperlocal que cubre temas muy específicos de esa comunidad delimitada por su lengua indígena.

Sin embargo, las historias de Radio Ixchel han logrado trascender a su comunidad, en parte gracias a que transmiten por internet, hacen uso de las redes sociales y difunden contenidos en español.

“Hoy el periodismo local es encontrar un nicho que tiene una afinidad particular y a partir de eso construir un relato que es mucho más ancho y que llega más allá”, dijo Lozano. “Esta emisora nace y dice ‘vamos a sacar nuestro relato de la interpretación que hacen los periodistas tradicionales’. Hay una manera de mirar el periodismo que es completamente distinta y que se hace desde un vínculo completamente emocional”.

Los medios de comunicación de comunidades indígenas son ejemplos interesantes de formas diferentes de ejercer el periodismo hiperlocal y donde el periodismo de cercanía se convierte en una alternativa ante la perspectiva macro con la que los medios masivos han venido cubriendo a estas comunidades por mucho tiempo.

Como ejemplo, Lozano mencionó el proyecto Medios indígenas en acción, una investigación colaborativa e interactiva en desarrollo realizada por un grupo de investigadores ubica en un mapa a medios indígenas de América Latina y destaca su relevancia.

“Periodismo de cercanía es justamente no tener un reportero que va a veces, cubre una noticia y se va, sino justamente trabajar con equipos locales, entenderlos en su lengua, en sus dinámicas, en sus requerimientos y en sus necesidades”, dijo. “Es un periodismo que se hace de la mano con las comunidades o las sociedades con las que trabajamos, no hay esa relación tan distante de fuente que tenemos en otros tipos de periodismo”.

Dilemas éticos del periodismo de cercanía

Como todas las formas de hacer periodismo, el de cercanía supone dilemas éticos que los periodistas deben aprender a sortear. Lozano dio algunas recomendaciones sobre cómo evitar comprometer la ética cuando se practica este tipo de periodismo.

1. Sustraerse de prejuicios propios de la comunidad 

Mantener la imparcialidad cuando se comparten agendas y motivaciones con la comunidad que se cubre puede llegar a ser un conflicto difícil de resolver.

“Cada vez que el periodismo siente que le está dando gusto a todo el mundo con un relato quiere decir que lo hizo muy mal, y eso implica que en cualquier periodismo local o hiperlocal, por cercano que sea y por más empáticos que seamos con la causa que se promueve, tenemos que tomar la distancia de las fuentes y de los relatos que tomaríamos en cualquier otro caso”, dijo Lozano.

La periodista exhortó a los periodistas de medios locales sustraerse de los prejuicios que comparten con el resto de esa comunidad y contar fielmente lo que arrojan sus investigaciones.

2. Alejarse de la militancia

La línea que divide el periodismo de cercanía de la militancia es muy fina y en ocasiones puede difuminarse. Si bien muchos medios locales e hiperlocales han surgido como parte de movimientos ciudadanos con objetivos específicos, los periodistas deben marcar distancia y articular sus enfoques desde la imparcialidad.

“Nuestra obligación es contar la verdad y, aunque se parecen mucho a veces el periodismo hiperlocal y la militancia, tenemos grandes distancias en la manera como concebimos lo que hacemos, en la manera cómo contamos lo que contamos y los objetivos finales”, dijo Lozano. 

3. Disociarse de intereses comerciales

Los periodistas de medios locales que viven de la publicidad local deben tener la capacidad de disociar los intereses del periodismo de cercanía de los intereses económicos de su medio. Esto se complica cuando las coberturas van en contra de las agendas de los anunciantes, que al final son también parte de la comunidad que se cubre.

“En algún punto uno tiene que poderse disociar y ahí es donde está el conflicto yo creo que más grande”, dijo Lozano. “Tenemos que pintar toda la realidad del barrio como la gente la ve y no como nosotros lo hacemos, sin proteger relaciones”.

Proximidad más allá de lo geográfico

Mucho del periodismo de cercanía se define por los espacios que delimitan los nichos a los que este se dirige. Pero no solo se trata de regiones geográficas, sino que hay otros tipos de espacios que generan estos nichos.

1. Espacios físicos

Son áreas georreferenciados de manera tradicional: ciudades, pueblos, barrios, comunidades, etcétera.

2. Espacios digitales

Son grupos o tribus de individuos que no necesariamente están ubicados en el mismo lugar físico, pero que están unidos a través de internet por las mismas causas, por una misma lengua o intereses comunes.

“Si algo cambió internet fue la connotación del tiempo y el espacio”, explicó Lozano. “Los espacios digitales corresponden a otros sistemas de relación. Puede haber cinco familias que están en cinco lugares del mundo muy distintos pero que enfrentan de alguna manera problemáticas similares”.

Lozano ilustró este punto con el caso de Slumscapes, un proyecto que explora cinco barrios marginados de México, Kenia, India y Sudáfrica a través del levantamiento de imágenes con dron, mapas interactivos y visualizaciones de datos con el fin de ofrecer una mirada a profundidad de la vida diaria de estas comunidades.

El proyecto fue realizado por las organizaciones Thomson Reuters Foundation y Code for Africa a través de ThisIsPlace.org, un fideicomiso de datos sin fines de lucro que recoge y administra datos hiperlocales. Para Lozano, a través de estas herramientas y de un mapeo detallado de datos los periodistas pueden ver cómo cinco comunidades muy distantes entre sí tienen conflictos y necesidades similares.

3. Espacios emocionales

Son los que se forman por la empatía con la que distintos individuos o grupos se identifican emocionalmente. En el periodismo de cercanía se establece una relación emocional con la gente que participa en el proceso periodístico.

“Debemos encontrar grupos humanos que sufren afectaciones similares, positivas o negativas, y a partir de eso construir relatos que van más allá de la noción básica del espacio como lo teníamos antes previsto en internet o en espacio físico”, aconsejó Lozano.

Cuando el periodista logra con su historia generar empatía en personas o comunidades de realidades distintas a la que está narrando es cuando la narrativa se vuelve global. Un ejemplo es el proyecto En Modo P, realizado por Lozano y la socióloga Susana Wappenstein. 

Se trata de una plataforma para la generación de historias sobre temas locales de Colombia, Paraguay y Guatemala, contados a través de distintos formatos. Este proyecto incluyó una instalación sonora con relatos a múltiples voces sobre conflictos particulares de esos tres países.

Aunque se trata de realidades y conflictos distintos, las historias fueron cubiertas desde un espacio emocional en común. Para ello, se construyeron equipos locales en cada país que seguían la vida diaria de la gente en sus comunidades y recogiendo sus voces para armar el relato.

“La tribu que construimos era una tribu desde lo emocional pero también desde lo regional. Un poco era poder construir el relato de cercanía con toda la gente que de una u otra manera ha vivido esos conflictos de cerca y construir con ellos un relato”, contó Lozano. “Nos interesaba la cotidianidad, que es una particularidad del periodismo de cercanía, porque se trabaja desde el día a día de la gente, desde ahí construye el periodismo de proximidad”.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Sobre el programa 'Innovación y periodismo local en América Latina

La Fundación Gabo y Google News Initiative desarrollaron ‘Innovación y periodismo local en América Latina’, un ambicioso programa que ofrece intercambio de conocimiento, referentes y mentoría a medios nativos digitales de la región enfocados en la cobertura de temas locales.

La programación está compuesta por dos ciclos de clases magistrales y una serie de mentorías en modalidad virtual sobre narrativas digitales para cubrir lo local, trabajar en modelos sostenibilidad y/o en liderazgo.

Las capacitaciones están dirigidas a periodistas de redacciones de entre 2 a 10 personas, en medios nativos digitales con cobertura y audiencia locales, con la intención de generar un espacio de reflexión, análisis y trabajo conjunto.

Sobre Olga Lucía Lozano (Colombia)

Cofundadora y ex editora creativa de La Silla Vacía y exdirectora de www.cienmaneras.com, dos medios nativos digitales colombianos . Por más de 20 años ha estado vinculada a diversos medios de comunicación, así como a proyectos de contenido con énfasis en arte, cultura y sociedad. Además de haber pasado por medios impresos como El Espectador y El Tiempo, ha hecho parte de diversos proyectos online desde el año 2000. Fue editora de Nuevos Medios de Publicaciones Semana por tres años. Casa editorial a la que regresó en 2018 para formar parte del equipo de proyectos especiales. Creó un e-learning para Radio Netherlands sobre cómo escribir para Internet; ha dictado diversos talleres, conferencias, y seminarios para diversas entidades educativas, periodísticas y culturales en América Latina. Ha participado en proyectos periodísticos con medios internacionales como Agencia Pública de Brasil, y liderado procesos de entrenamiento de equipos y rediseño de medios online, como el Faro en El Salvador. Ganó en 2013 el Premio Gabriel García Márquez de periodismo en la categoría Innovación con el Proyecto Rosa, un transmedia periodístico que tiene como intención generar narrativas de carácter multidisciplinario en torno a temas relacionados con el poder en el ámbito nacional, además de visibilizar un tema trascendental como la recuperación de tierras en Colombia. Actualmente dirige www.enmodop.com, una plataforma multidisciplinaria que indaga y experimenta en torno a las metodologías de investigación, formatos narrativos y modelos de producción y circulación de contenidos y lidera el proyecto transmedia que hace parte del informe final de la Comisión de la Verdad en Colombia.

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