Por: Sebastián Hacher, relator del taller "Es el primer taller que hacemos después del fallecimiento de nuestro fundador Gabriel García Marquez", dijo Jaime Abello Banfi, director general de la FNPI, al inicio del Seminario-Taller de Periodismo especializado en la cobertura de seguridad ciudadana. Cada uno de los veinte periodistas que habían venido desde quince países de América Latina escuchaban con atención. Eran las primeras horas de la mañana en Bogotá. "Es un taller que refleja lo que Gabo esperaba de su fundación", siguió Abello, acompañado por representantes del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco Mundial, que ayudaron a organizar el evento. "Convocar periodistas jóvenes, encontrarse alrededor de problemas clave y trabajar juntos en lo que Gabo denominó la 'carpintería del oficio', con la guía de una periodista de destacada trayectoria como María Teresa Ronderos". Ronderos, la maestra del taller, es directora del sitio especializado en el conflicto armado de Colombia Verdad Abierta y asesora editorial de la Revista Semana. Es autora de los libros 5 en Humor (2007) y Retratos del Poder (2002). Durante cuatro días, los periodistas debatirán distintos aspectos de la cobertura de los problemas de la seguridad ciudadana en la región. Trabajarán en sus proyectos de investigación con la guía de la maestra y asistidos por periodistas de Cosecha Roja y El Faro. Además de la participación de los representantes del Banco Mundial y el BID que apoyaron la organización del taller, durante el almuerzo los periodistas tuvieron un conversatorio con el Alto Consejero Presidencial para la Convivencia y Seguridad Ciudadana, Francisco José Lloreda Mera, quien expuso las innovaciones del Estado colombiano en materia de seguridad ciudadana. "En la carrera en la que andan los periodistas", rezaba la tapa de la libreta que cada uno de los invitados del taller encontró sobre la mesa, "debe haber un minuto de silencio para reflexionar sobre la enorme responsabilidad que tienen". La frase pertenece a Gabriel García Marquez, y Ronderos la retomó para comenzar el taller. "Parar un minuto para pensar es un lujo", dijo. Para empezar ese tiempo de reflexión, la maestra propuso tres pilares: -Pensar al periodismo como una vocación, un pasión. "Nosotros no hubiésemos montado ni Verdad Abierta, ni Cosecha Roja ni el Faro sin vocación, sin trabajo mucho más allá del que nos pagan", dijo. -El periodismo no existe sin investigación. Todo periodismo es investigativo. Incluso el reporte mínimo de todos los días. -La ética no es una cosa de la que hay que preocuparse cada vez que representa un problema. Es parte esencial de esta vocación. ¿Contribuimos los periodistas a la histeria colectiva, al pánico moral?, se preguntó Ronderos. ¿Ayudamos a instalar el miedo? ¿Estamos despolitizando la violencia política y social? ¿O estamos criminalizando cosas que no lo son? ¿Magnificamos el papel de los individuos en el crimen y minimizamos el de las instituciones? Las respuestas a esas preguntas -respuestas siempre provisorias y abiertas- se debatirán en los próximos tres días de taller, que estará dividido en un debate general por las mañanas y la elaboración de proyectos de investigación de cada uno de los periodistas por las tardes.