Sus colegas le llaman el “James Bond del periodismo” o el “Camaleón”, por su peculiar forma de investigar temas relacionados con las injusticias cometidas en su país.
¿Es ético recurrir a disfraces, cámaras o micrófonos ocultos para acceder a una noticia? ¿Es correcto que un periodista utilice prendas de la policía o del ejército para acompañarlos en sus operativos? ¿Está bien que una periodista se disfrace de prostituta para poder conocer una historia que le interesará a la ciudadanía?